Una sugerencia para Sección Madrid, a raiz del comentario de Oi:
Podríais hacer uno sobre «Los consortes»…
Jesús Aguirre.
Esperanza Aguirre.
Elena Ochoa.
Jaime de Marichalar.
Tita Cervera.
Emilio Botín.
…solo faltan 10 más.
Rescato este tema a raíz de algunos de los titulares de la prensa generalista en que, refiriéndose a la reciente muestra ant(rop)ológica de Muntadas en el Museo de la Reina, señalaban que la obra del barcelonés opera «no tanto dando respuestas sino planteado preguntas».
Visto que había quedado aquí planteada alguna pregunta sobre el título nobiliario de Antonio Muntadas ( que al inicio de su carrera como pintor usaba una versión más completa de su nombre, Antonio Muntadas-Prim), tal vez sea oportuno dar alguna respuesta, para invertir la lógica de trabajo de este el maestro del arte conceptual en nuestra joven democracia española.
Antoni Muntadas-Prim Fábregas es hijo del fallecido Antonio Muntadas-Prim y Salvadó, Conde de Reus.
El Conde de Reus, sobrino nieto del General Prim, fue un habitual al palacio del Pardo durante el régimen franquista y actor principal de los comités de recepción al Kaudillo en sus visitas a la ciudad condal, recibiendo numerosas distinciones de manos del dictador, entre ellas la Gran Cruz de la orden del Mérito Militar, que le fue impuesta en octubre del año 68. En esa ocasión, las palabras de gratitud que el Conde de Reus brindó a Francisco Franco leían así «Contad, mi general, con todos nosotros, porque creo que sirviendo al ejército es la mejor manera que tenemos de servir a España».
Antonio Muntadas Senior era, además, presidente del Real Club de Polo, y un destacado industrial que dirigió múltiples compañías, entre ellas la multinacional Philips.
El origen de la fortuna familiar provenía de la, durante un siglo, muy exitosa «La España Industrial», Sociedad Anónima Fabril y Mercantil fundada a mediados del siglo XIX.
El padre de Muntadas murió en 1985, y a partir de aquí la narración oficial se vuelve confusa.
Todo parece señalar que el título recayó en su hijo Juan Carlos Muntadas-Prim, que años antes había protagonizado un espectacular caso de corrupción que lo llevaría primero a fugarse del país, y posteriormente a su condena e ingreso en la cárcel modelo de Barcelona.
Juan Carlos falleció en un accidente de circulación en el año 89, y si bien en las esquelas de la época aparece reseñado como «ex-conde de Reus», tal vez por la relevancia de su desfalco no figura como poseedor de tal título en la mayor parte de los listados del pedigrí bípedo que he consultado.
Espero que estas pistas para la investigación de cada uno respondan a la pregunta del anterior comentarista «Lo de Muntadas es de coña, ¿no?»
Volviendo al caso Muntadas, la cosa está bastante clara. Juan Carlos Muntadas-Prim y Salvadó, conde de Reus (el condenado por estafa) murió en 1989, había tenido dos hijos varones, Carlos y Antoni (el artista conceptual). Carlos hubiera sido el heredero del condado de Reus, pero había premuerto. Sin embargo el hijo de este Carlos, llamado Jaime Muntadas-Prim y Burguete, solicitó que le fuera reconocido el título por descendencia de su abuelo. El Ministerio de Justicia abrió un expediente de sucesión ya que en teoría había dos posibles herederos: Antoni, el artista, y su sobrino Jaime. Antoni Muntadas no se molestó en presentar alegaciones ni en reclamar nada, por lo que el título fue directamente a su sobrino Jaime, que lo ostenta en la actualidad. Asó que Antoni Muntadas es hijo y tío de un conde, pero él, nada de nada. Por cierto, cuando de joven empezó a dedicarse a la pintura, firmaba sus cuadros como «Muntadas-Prim».
He sufrido un error: el condenado por estafa fue Antonio Muntadas-Prim y Salvadó. Sus dos hijos, el pre-muerto a su padre y el artista conceptual, son respectivamente Juan Carlos y Antoni Muntadas-Prim Fábregas. El actual conde de Reus, Jaime Muntadas-Prim Burguete, es el hijo del primero. Perdón por el lío.
Jesús Aguirre, Duque de Alba: así firma su edición de «Contra los periodistas y otros contras», de Karl Kraus (Madrid, Taurus Humanidades, 1992).
Una sugerencia para Sección Madrid, a raiz del comentario de Oi:
Podríais hacer uno sobre «Los consortes»…
Jesús Aguirre.
Esperanza Aguirre.
Elena Ochoa.
Jaime de Marichalar.
Tita Cervera.
Emilio Botín.
…solo faltan 10 más.
Lo de Muntadas es de coña ¿no?
Rescato este tema a raíz de algunos de los titulares de la prensa generalista en que, refiriéndose a la reciente muestra ant(rop)ológica de Muntadas en el Museo de la Reina, señalaban que la obra del barcelonés opera «no tanto dando respuestas sino planteado preguntas».
Visto que había quedado aquí planteada alguna pregunta sobre el título nobiliario de Antonio Muntadas ( que al inicio de su carrera como pintor usaba una versión más completa de su nombre, Antonio Muntadas-Prim), tal vez sea oportuno dar alguna respuesta, para invertir la lógica de trabajo de este el maestro del arte conceptual en nuestra joven democracia española.
Antoni Muntadas-Prim Fábregas es hijo del fallecido Antonio Muntadas-Prim y Salvadó, Conde de Reus.
El Conde de Reus, sobrino nieto del General Prim, fue un habitual al palacio del Pardo durante el régimen franquista y actor principal de los comités de recepción al Kaudillo en sus visitas a la ciudad condal, recibiendo numerosas distinciones de manos del dictador, entre ellas la Gran Cruz de la orden del Mérito Militar, que le fue impuesta en octubre del año 68. En esa ocasión, las palabras de gratitud que el Conde de Reus brindó a Francisco Franco leían así «Contad, mi general, con todos nosotros, porque creo que sirviendo al ejército es la mejor manera que tenemos de servir a España».
Antonio Muntadas Senior era, además, presidente del Real Club de Polo, y un destacado industrial que dirigió múltiples compañías, entre ellas la multinacional Philips.
El origen de la fortuna familiar provenía de la, durante un siglo, muy exitosa «La España Industrial», Sociedad Anónima Fabril y Mercantil fundada a mediados del siglo XIX.
El padre de Muntadas murió en 1985, y a partir de aquí la narración oficial se vuelve confusa.
Todo parece señalar que el título recayó en su hijo Juan Carlos Muntadas-Prim, que años antes había protagonizado un espectacular caso de corrupción que lo llevaría primero a fugarse del país, y posteriormente a su condena e ingreso en la cárcel modelo de Barcelona.
Juan Carlos falleció en un accidente de circulación en el año 89, y si bien en las esquelas de la época aparece reseñado como «ex-conde de Reus», tal vez por la relevancia de su desfalco no figura como poseedor de tal título en la mayor parte de los listados del pedigrí bípedo que he consultado.
Espero que estas pistas para la investigación de cada uno respondan a la pregunta del anterior comentarista «Lo de Muntadas es de coña, ¿no?»
Volviendo al caso Muntadas, la cosa está bastante clara. Juan Carlos Muntadas-Prim y Salvadó, conde de Reus (el condenado por estafa) murió en 1989, había tenido dos hijos varones, Carlos y Antoni (el artista conceptual). Carlos hubiera sido el heredero del condado de Reus, pero había premuerto. Sin embargo el hijo de este Carlos, llamado Jaime Muntadas-Prim y Burguete, solicitó que le fuera reconocido el título por descendencia de su abuelo. El Ministerio de Justicia abrió un expediente de sucesión ya que en teoría había dos posibles herederos: Antoni, el artista, y su sobrino Jaime. Antoni Muntadas no se molestó en presentar alegaciones ni en reclamar nada, por lo que el título fue directamente a su sobrino Jaime, que lo ostenta en la actualidad. Asó que Antoni Muntadas es hijo y tío de un conde, pero él, nada de nada. Por cierto, cuando de joven empezó a dedicarse a la pintura, firmaba sus cuadros como «Muntadas-Prim».
He sufrido un error: el condenado por estafa fue Antonio Muntadas-Prim y Salvadó. Sus dos hijos, el pre-muerto a su padre y el artista conceptual, son respectivamente Juan Carlos y Antoni Muntadas-Prim Fábregas. El actual conde de Reus, Jaime Muntadas-Prim Burguete, es el hijo del primero. Perdón por el lío.
Alcaloide, son varios los errores que «has sufrido» ( el estafador al que pillaron era el hermano de Antoni, no su padre…), pero aún así queda claro que Muntadas, como individuo formado desde su aristocrática infancia para engrosar los mandos de la represión fascista ha incurrido en una deuda con la sociedad que jamás en su periplo artístico ha intentado subsanar.
Un ejemplo más de la irresponsabilidad y egoísmo de los Baby Boomers.
Pego aquí un texto de Alejandro Martín Maldonado, ingenioso y acertado, pero que debería ser revisado en aquellos puntos referentes a la infancia y origen de nuestro estimado casi-conde.
Lo he copiado de esferapublica ( http://esferapublica.org/nfblog/?p=21792), donde aparecía como respuesta a un banal y acrítico texto laudatorio de Carlos Jimenez.
» MUNTADAS ©
MUNTADAS es una firma internacional especializada en la realización de proyectos de instalaciones multimedia de mediana y gran envergadura para instituciones y eventos culturales en las grandes ciudades y festividades artísticas de máximo prestigio internacional. MUNTADAS garantiza que la intervención realizada creará condiciones para que los ciudadanos reflexionen sobre elementos simbólicos o preocupantes de su ciudad y que por su naturaleza evidente y reiterativa suelen ser pasados por alto. En el caso de las intervenciones en eventos específicos, se buscará que los visitantes puedan ver aquello que está detrás del evento mismo y que a la vez que lo hace posible; en muchos casos cuestionando la intención que manifiesta tener. MUNTADAS asume conscientemente para sus productos la estética genérica que establece las pautas para la publicidad y la señalización de espacios públicos (calles, aeropuertos, centros comerciales).
Muestra de ello, la línea de productos ON TRANSLATION, que MUNTADAS ha afianzado internacionalmente durante la última década y media en la que la globalización, los grandes medios y corporaciones, y la internacionalización del miedo se apoderaron del mundo, o al menos de su imagen proyectada. El lema: ATENCIÓN: LA PERCEPCIÓN REQUIERE PARTICIPACIÓN, ha sido traducido a más de una veintena de lenguas y se ha impreso en fachadas, pancartas publicitarias, carteles, afiches, publicaciones, medios masivos, etc. En muchos de los casos, como en Argentina, hizo parte de la campaña publicitaria para invitar a los ciudadanos a los lugares donde tuvo lugar la exposición.
ON TRANSLATION, incluye los productos STAND BY (2006), THE AUDIENCE (1999), ON VIEW (2004), THE BOOKSTORE (2001), que por su naturaleza relativa a los espacios expositivos puede acompañar cualquiera de las muestras. Ejemplo de diálogos con ciudades específicas son: A CIUTAT / LA VILLE / DIE STADT (1999-2004 – Graz, Lille, Barcelona), EL APLAUSO (Bogotá, 1999), EL TREN URBANO (San Juan, 2005), CULOAREA (Arad, 1998), THE GAMES (Atlanta, 1996), THE PAVILION (Helsinki, 1995). Muestras generales de la serie que incluyen un diálogo crítico con el espacio donde se exhiben son: MUSEUM (Barcelona, 2002) y IL GIARDINI (Venecia, 2005). LA MESA DE NEGOCIACIÓN (1998) es el único objeto de la marca y en su singularidad resume buena parte de la idea del proyecto general de dominación mundial.
MUNTADAS cuenta con las oficinas centrales en Nueva York, donde se encuentra la residencia del director general A. M., y con una plana de colaboradores esparcida en distintas ciudades del mundo, pero con una relación especial con la oficina de Barcelona, donde se encuentran la coordinadora general de operaciones y el redactor oficial de textos de catálogo. De todos modos, MUNTADAS se compromete con viajar al lugar en que el pedido sea realizado, y a buscar (o crear) allí el mejor equipo posible para que el proyecto diseñado para la situación sea realizado con la mayor precisión y rigor posible. En el catálogo, en la letra menuda, a todos los miembros del equipo les será reconocido su trabajo, pero como un todo el proyecto aparecerá firmado por MUNTADAS, y se garantiza que independiente del equipo y el lugar, el producto final tendrá el sello que identifica la casa matriz.
MUNTADAS se consolidó como firma en los años ochenta con la serie más lírica y expresionista de instalaciones de su director general, definidas por él como MEDIA ARCHITECTURE INSTALLATIONS (M.A.I.), y con su proyecto colaborativo más complejo hasta el momento: BETWEEN THE FRAMES (1983-1992) que hacía parte de su serie de deconstrucciones del aparato galerístico y museal. Eran años de la consolidación de la economía salvaje del mercado, de la extrema mediatización de los espectáculos deportivos y musicales y artísticos. Dentro de las M.A.I, STADIUM (1989) manifestó la conciencia de la idea de espectáculo y THE BOARD ROOM (1987) la del mecanismo de decisión de las corporaciones y su relación con el control mediático de los individuos. Por su parte, THIS IN NOT AN ADVERTISMENT (1985) y THE LIMOUSINE PROJECT (1990), que posibilitaron hacer públicos sus mensajes en TIMES SQUARE y en una limosina de MANHATTAN hicieron consciente a A. M. del potencial de las intervenciones urbanas, en particular de las pantallas externas y vehículos. MEDIA EYES (1981), un aviso publicitario en las calles de Boston realizado con Anne Bray, ya había incursionado antes por estos caminos.
Las dimensiones de los proyectos, y la claridad cada vez mayor de la necesidad de responder a las condiciones específicas de los lugares de los encargos, definió la configuración de la empresa. THE FILE ROOM (1994), archivo colaborativo relativo a la censura, proyecto visionario con relación a las posibilidades de INTERNET, determinó el camino a seguir mediante la serie ON TRANSLATION que fagocitaría todas las ideas y estrategias desarrolladas en los ochenta.
De todos modos, fueron los años setenta en los que A. M. definió sus líneas de trabajo y la ideología general de su proyecto como totalidad. Eran tiempos en que la rebeldía daba forma a la contracultura al tiempo que se consolidaban los grandes medios, y en particular, la televisión se apoderaba del mundo. Los artistas se rebelaban tanto contra los formatos tradicionales como contra las instituciones en que se los exhibían, e incluso contra los usos comunes de los nuevos medios que utilizaban.
En momentos en que se asumía la CRÍTICA como caballo de batalla, A. M. ingeniero con inclinaciones artísticas que llegó incluso a pintar, asumiría todas estas rebeldías mientras buscaba su propio camino para intentar desbaratar las estructuras del sistema mediante las herramientas del sistema mismo.
Marcas tempranas como ARTE > VIDA (1973) y CONFRONTACIONES (1974) (ambos escritor a mano), establecerán tanto la actitud de mutua correlación entre arte y vida que confundirá desde muy pronto a A. M. con MUNTADAS, como la estrategia de montaje (y de paralelo / contraste / confrontación) que se fijaría desde muy pronto como la gramática de todos sus trabajos desde entonces.
ON SUBJECTIVITY (1978), proyecto realizado desde M.I.T y dónde consolidará su propia versión del proyecto crítico encarnado en la idea de SUBJETIVIDAD CRITICA, constituirá una suerte de manifiesto que dará cuerpo a sus trabajos anteriores a la vez que planteará los lineamientos generales que vendrá a seguir después.
A. M. había nacido en Barcelona y crecido en la España franquista. En los tiempos de la Universidad convivió con una juventud inquieta que se oponía radicalmente a la situación planteada por un estado retardatario. En grupo, asumieron una serie de prácticas artísticas que, buscando alejarse de todo lo que había constituido el objeto artístico, se concentraban en investigar los “subsentidos”, en particular el olfato y el tacto. Como encargado del registro de esas acciones, A. M. dio con el video como herramienta que adoptaría para gran parte de sus proyectos a partir de entonces. Otros de los modos como su grupo decidió rebelarse al establecimiento fue mediante el desarrollo de proyectos locales de televisión. A. M. hizo parte de CADAQUÉS CANAL LOCAL y BARCELONA DISTRITO UNO.
Pero muy pronto, a mediados de los setenta, y luego de un viaje por América Latina en el que A. M. pasa por Buenos Aires, Sao Paulo, Caracas y México D.F. llevando la instalación/performance HOY, decide instalarse en Nueva York. En esa instalación se enfrentaba la información de unos periódicos colgados en una pared de la sala a la presencia del artista en el otro lado, que en la oscuridad y sólo con su pecho iluminado, llenaba el espacio con el sonido amplificado de su respiración. Con el tiempo se fue haciendo evidente cómo tanto la letra manuscrita como la presencia física del artista eran muestras de restos románticos de la concepción del autor, y se impondría cada vez más la frialdad de la pantalla y la tipografía helvética para el estilo de sus proyectos y para la firma de MUNTADAS que aparece hoy en todas las portadas y piezas gráficas promocionales de la empresa.»