ABM: Vallekas a través de Los Vallekurros de Javierre

 EXPO

 

El próximo Viernes 15 de Julio, ABM tiene el placer de presentar la exposición «VALLEKAS A TRAVÉS DE LOS VALLEKURROS» de Javierre.

Nacidos en 1996 en la revista «A LA CALLE» de Vallekas, Los Vallekurros son tres conocidos personajes de cómic a los que su autor ha dedicado varios álbumes y muchas páginas.

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En esta muestra monográfica, Javierre ha seleccionado distintos momentos y peripecias de estos tres irreductibles amigos (Ozeluí, Trujas e Irra se llaman ellos), usando como hilo conductor los paisajes urbanos de Puente y Villa de Vallecas.

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Acompañando estas viñetas con textos que ha realizado de forma específica para la muestra, Javierre ofrece una visión certera de nuestro barrio y nuestro tiempo, logrando que sus reflexiones y planteamientos críticos se extiendan más allá de lo cotidiano y lo local.

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Ven a redescubrir Vallekas a través de los Vallekurros, y a los Vallekurros a través de Vallekas !!!

Inauguración:
Viernes 15 de Julio a las 20:00 horas.
ENTRADA LIBRE, buena gente y sombra fresca !!!

Contaremos con la presencia del autor.

A continuación compartimos los textos específicos para cada aventura de Los Vallekurros, así como la versión en vídeo de las mismas:

Aunque la imagen que va ligada a los Vallekurros es la de 3 trufas sentados en un banco de un parque fumando porros y bebiendo litronas, lo cierto es que hay documentación gráfica que acredita que también viajan, trabajan, se quedan en paro, tienen casa y familia, salen de marcha e incluso ligan.

La selección de historietas que hemos hecho para esta exposición es la que más los vincula con su barrio: Vallekas. Ya sea por ocurrir en lugares reconocibles, por aludir a eventos circunscritos al barrio, o por describir la idiosincrasia del vallekurrismo.

Son historietas que hablan o mencionan, aunque sea de refilón, las luchas del barrio, la carencia de servicios, el ninguneo y el maltrato del ayuntamiento popular. Pero que también hablan de sus bares de rock, de los centros sociales, de autogestión y de la batalla de los vallecanos por pasarlo bien.

Los Vallekurros, sin grandes pretensiones, pretende ser una biografía colectiva de un grupo de gente ligada al asociacionismo y a las reivindicaciones del barrio, de un grupo de inconformistas que no se resignan y que seguirán dando la lata para hacer del barrio un lugar mejor.
Porque si no fuera por esa gente que me ha hecho partícipe de sus aventuras, sus vivencias, sus trastadas, sus gamberradas, sus frustraciones y sus pequeñas victorias, Los Vallekurros probablemente no existirían.

Gracias por hacerlo posible.

Javierre.

Estamos alrededor del año 2000 después del cristo.
Todo Madrid está mayoriabsolutizado… Todo? ¡No!
Algunos barrios poblados por irreductibles personajes resisten todavía y siempre al invasor, con la ayuda de diversas sustancias que los hacen invencibles al tedio…
Tres de ellos son nuestros queridos Vallekurros.
Irra, estudiante de biológicas con mayor o menor éxito.
Vive con sus padres.
Es analítico, autocrítico, ecologista y consecuente.
Hace años desistió de que le llamen Isra pues es impronunciable.
Ozeluí, se marchó de casa con 17 años y ahora vive en una casa okupada con peligro de derrumbe.
Está en paro pero le van saliendo chapuzas.
Íntegro, combativo y de buen corazón, es vegetariano excepto para el jamón serrano-
Trujas, su verdadero nombre es David.
Trabaja en un taller mecánico desde los 15 años.
Es huerfano de padres y vive con su abuela Flora.
Espontáneo, cachondo y noble, a veces le cuesta un poco entender las cosas a la primera.
Ahora que os hemos presentado a nuestros 3 colegas, compartiremos aventuras como A La Sombra, Vallekurros VS Vallekurras o la más esperada de todas. La Batalla Naval.

Abriendo Espacios.

Lo del “do it yourself” no es solo el eslogan de una marca de deportes que explota mano de obra infantil. también es una necesidad cuando toda una generación de jóvenes, y no tan jóvenes, ve que su ayuntamiento les ha dado la espalda.
Entonces es cuando se emplea la lógica. Los jóvenes necesitan espacios donde desarrollar sus actividades. Las administraciones tienen esos espacios cerrados acumulando polvo y siendo pasto del pillaje. Así que patada en la puerta y chimpum. ¡A trabajar!.
Así, desde el C.C.Popular Pablo Neruda al C.s.o La Atalaya, pasando por seco, Vallecas ha sido sede de centros autogestionados donde los vallecanos y las vallecanas han dado salida a sus propias iniciativas y actividades. sin la guía espiritual de la omnipresente administración que todo quiere controlar. Y, en muchos casos, casi siempre, teniendo que litigar para que esa administración simplemente les deje en paz.
Esta historieta, publicada en el Cretino especial Piratas, comienza en el mítico Centro Cultural Popular Pablo Neruda, que durante tantos años fue sede de mil y un sueños. Los Vallekurros salen de una fiesta de Carnaval (también autogestionado en Vallecas gracias a la negligencia de la Junta Municipal) y viven una aventurilla de abordajes piratas bastante trufa, por cierto.

Antes de la era del botellón hubo una generación de jóvenes para los cuales los bares eran su preciado refugio.
Lugares donde resonaba la Polla records mezclada con the doors, kortatu con Led Zeppelin o Metallica con reincidentes.
refugios donde uno podía fumarse un canuto lejos de miradas furtivas y sin molestar a nadie.
Lugares de libertad, de sonrisas, de buen rollo…

Pero, por supuesto, a alguien con poder se le ocurrió que la suma de jóvenes reunidos en lugares cerrados, disfrutando de su libertad y de buen rollo, no podía traer nada bueno, y decidió que eso había que atajarlo de alguna forma. Comenzó así el acoso y derribo, vía redadas y denuncias que hizo que muchos de estos templos del buen rollo no aguantaran la presión.
Por suerte muchos otros han sobrevivido. Incluso al botellón y a la prohibición de fumar.
Bares de rock que son verdaderos supervivientes.

Esta historieta, publicada en el Cretino no15, está ambientada en “El Bar” del pueblo de Vallecas, uno de los que terminó cerrando después de acumular decenas de denuncias, pero que aún sobrevive en el recuerdo de muchos de los que pasamos grandes momentos en él, y también en las historietas de los Vallekurros, quienes son asiduos a él.

DUBIDUUÚ, NO QUIERO SER COMO TUUUÚ.

Un concepto que no es fácil de entender por cierto sector de la población es que haya gente que sea feliz con muy poquito. Gente que no tiene grandes pretensiones materiales.
Que no desea un cochazo, ni un yate, ni una mansión.
Que es perfectamente feliz con lo que tiene, con lo que se ha ganado currando, compartiendo el tiempo con lo colegas y la familia y que lo único que pide es que no le vengan a tocar las narices.

Los Vallekurros podrían englobarse en ese grupo. El de la gente que sabe de dónde viene. Que tiene conciencia de clase y cuyo objetivo no es cambiar de clase, sino impedir que los de arriba les pisoteen impidiendo que puedan ser felices con muy poquito, con lo que se tiene y compartiendo el tiempo con lo colegas.

Y lo que podría ser tan sencillo, a veces resulta harto complicado cuando invaden tu pequeña parcela de bienestar con reformas laborales, leyes mordaza, incineradoras y un largo etcétera de tocamiento de narices que te obligan a, de vez en cuando, dar un puñetazo en la mesa.

Sí, los Vallekurros también han dado un puñetazo en la mesa de vez en cuando en sus historietas, lo que probablemente les convierta en unos antisistemas como tú y como yo, que simple- mente queremos que no nos toquen las narices y nos dejen estar agustito compartiendo el tiempo con los colegas.

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