Consume Dios, es amor.

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El templo ahora es el mercado y el centro comercial, y no es de extrañar que se confunda una catedral con un mercado de abastos o un supermercdo. En Cartagena de Indias me encontré con estos ejemplos indiscutibles.
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En el supermercado un cura oficia misa ante el altar, bajo un resplandeciente cartel de descuento que irradia un generoso 20 % hacia sus feligreses. Podemos ver a los asistentes sentados entre los lineales de productos sin, aparentemente, signo alguno de incomodidad.
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Cuando nos internamos en el mercado de abastos de Bazurto, una compleja red de laberintos oscuros de dudosa salubridad situado en una zona deprimida de la ciudad, fuimos a dar con esta plaza, en donde se vende carne y pescado. Aquí el olor penetrante, fruto de la ausencia de refrigeración, se mezcla con unas letanías apocalípticas amplificadas por megafonía.
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En la siguiente imagen podemos ver a la locutora de estas extrañas profecías acompañada de dos encorbatados acólitos.
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3 responses to “Consume Dios, es amor.

  1. IR POR TODO EL MUNDO Y PREDICAD EL EVANGELIO A TODA CRIATURA, EL QUE CREYERE SERA SALVO, MAS EL EQUE NO CREYERE SERA CONDENADO AMEEEEEEEEEEENNNNNNNNN ALELUYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
    CRISTO VIVEEEEEEEE Y VIENE PRONTO,,,, ESTAS LISTO????

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