Hablemos de los arenques

herring

 

 

La expresión red herring, según Wikipedia, es un modismo del idioma inglés. Se refiere a una maniobra de distracción, una falacia lógica que desvía la atención del tema tratado. También se utiliza como un recurso literario que lleva a los lectores o personajes a una falsa conclusión, frecuentemente, en los géneros de misterio o ficción detectivesca. Los arenques son muy apreciados en Dinamarca, y en su forma fermentada, Surströmming, son una especialidad sueca, pero la expresión “arenque podrido” es de otro país del norte, la gran Madre Rusia, donde las técnicas de conservación de pescado son una tradición al igual que esta forma de neutralizar a los adversarios políticos, disidentes, y otros indeseables para el Zar de turno.

En este caso, se trata de la acusación de abusos sexuales contra el artista de performance Petr Pavlensky y su compañera, Oksana Shalygina, tras la denuncia presentada por la supuesta víctima, actriz de un teatro disidente, Anastasia Slonina. Más adelante, saltó la noticia de que también se les acusa de una agresión a otro actor del mismo teatro, ex novio de la actriz en cuestión. Prefiero no repetir los detalles, ya que pueden leerse en un artículo de Reuters España, o en cualquier otro lado. Las afirmaciónes de Pavlensky y Shalygina con subtítulos en inglés se encuentran en una entrevista de televisión ucraniana.

Los muros de Facebook de Pavlensky y de Shalygina están repletos de artículos sobre los eventos recientes y mensajes de apoyo no solo en ruso y ucraniano, sino en polaco, alemán, francés, inglés. Uno reza solamente “Pavlensky ha abandonado Mordor”, como tantos rusos denominan a su propio país desde hace tiempo. Por supuesto, también hay discusiones violentas en los comentarios, y cosas muy feas escritas en los medios pro-gobierno, que citan comentarios de los detractores de Pavlensky, incluidos algunos artistas que están a bien con el régimen.

De entre todo este ruido, me ha llamado la atención la contribución de un tal Vladimir Yakovlev, que ofrece un artículo escrito por él que apareció en mayo del 2015 en stopfake.org, un medio online que Mashable describe como “un Snopes para la Ukraina”, a saber, un lugar fiable donde verificar noticias falsas o propaganda, con artículos en diferentes idiomas, incluido el español.

El artículo de Yakovlev que, desafortunadamente, existe solo en ruso, habla del “arenque podrido”, entre otros y variados métodos que se explicaban en un libro de texto marcado “confidencial” que tuvo ocasión de estudiar como parte del currículo del departamento militar de la cátedra de periodismo de la Universidad Estatal de Moscú. Traduzco y cito partes de su artículo porque pienso que son aplicables no sólo a la situacíón de Pavlensky y Shalygina, no sólo a Rusia, sino a muchos lugares de nuestro Mordor globalizado:

 

 En un ambiente de confidencialidad, nos enseñaban propaganda especial militar – el arte de sembrar discordia entre las filas enemigas con desinformación y la manipulación de la consciencia popular. A nosotros nos adiestraban en el uso de la técnica militar de propaganda especial contra los soldados del ejercito enemigo. Hoy se utilizan contra la población pacífica de nuestro propio país. Hace ya dos años que […] noto con interés que es evidente que las personas que coordinan la salida e interpretación de las noticias en Rusia han estudado con el mismo libro de texto […]

 El objetivo del “arenque podrido” no consiste en probar la acusación, sino en provocar una ámplia discusión pública de su… SINrazón e INjusticia.

La psique humana funciona de tal manera que en cuanto una acusación se convierte en tema de discusión pública, irremediablemente emergen los partidarios y adversarios, conocedores y expertos, indignados acusadores y apasionados defensores del acusado. Pero independientemente de sus opiniones, todos los participantes de la discusion pronuncian el nombre del acusado en conección con la sucia y escandalosa acusación una y otra vez, haciendo que más y más del “arenque podrido” impregne su vestimenta, hasta que este olor le persiga a todas partes. Y la cuestión de “si mató-robó-corrumpió o no” se convierta en lo más importante al mentar su nombre.

Nos enseñaban un año entero, y la lista de los métodos es bastante larga. Lo que importa, sin embargo, no es  eso, sino lo siguiente. Los métodos de la propaganda negra influyen al público en el nivel de profundos mecanismos psicológicos de tal forma que las secuelas de esta influencia no pueden eliminarse con razones lógicas normales. […] El “arenque podrido” [consigue su efecto] insertando una asociación directa entre el objeto del ataque y la acusación sucia y escandalosa en la consciencia del público.

 Hoy día, estos métodos se aplican a nosotros mismos. Y el resultado al que llevan es precisamente aquel para el que fueron creados. Sólo que el odio mutuo y la discordia interior se crean no en el ejército enemigo sino en nuestros hogares y nuestras familias.

 

Rusia tiene una larga historia del donós; palabra que significa denuncia, o quizás mejor delación, pero en el contexto ruso, y sobre todo soviético, casi siempre lleva adherido el tufo de la falsedad o la mala intención, de traición para sacar provecho, de colaboracionismo interesado o desesperado. Entre las recientes declaraciones de Pavlensky, encontramos estas:

 

Ahora si sabemos que la delación ha vuelto a la vida en Rusia. Sin duda, ha habido una significativa evolución de la delación desde los años 30. Ahora no se puede juzgar a alguien por actividad contra-revolucionaria o agitación antisovietica.

Y

La lucha por la denominación es la lucha por la opinión pública. Todos estos años, el régimen intentaba probar que soy o un criminal o un loco. No importa cual, lo que importa es que no soy un artista, sino un destructor de patrimonio cultural.

 

Ilustracion: David Laferriere

 

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