Informe Verídico sobre las Últimas Oportunidades de Salvar el Capitalismo en Italia (1975)

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Gianfranco Sanguinetti, miembro destacado de la Internacional Situacionista, en 1975 organizó uno de los más brillantes fakes político-literarios de la Italia moderna publicando un panfleto anónimo, firmado por un misterioso «Censor», que llevaba por título Verídico informe sobre las últimas esperanzas de salvar al capitalismo en Italia.


Fernando Savater, lo glosaba así en un artículo de El País de 1981: «el panfleto se presentaba como obra de un oculto gran patricio romano, cínico discípulo de Pareto y buen conocedor de los clásicos, que hacía un balance despiadado de la situación del capitalismo en Italia, revelaba que el atentado mortal de la piazza Fontana (19 de diciembre de 1969) había sido obra del SID (servicios secretos italianos), describía por lo menudo los chanchullos de los más destacados políticos de todas las tendencias y finalmente, para evitar el peligro de una sublevación social, recomendaba una alianza del gran capital con el partido comunista, pues sólo el PCI podría y querría frenar cualquier intento subversivo del proletariado.
El escrito de Censor suscitó una oleada de comentarios perplejos, discutiendo más la personalidad del autor que sus tesis, pues todos las reputaron extraordinariamente agudas y bien informadas. ¿Se trataba de un conservador ilustrado o un reaccionario cínico? ¿Era el Informe verídico un ajuste de cuentas entre partidos políticos o entre políticos de diversos partidos? Por fin, Sanguinetti se descubrió como autor del panfleto en una continuación no menos brillante de éste titulada Pruebas de la inexistencia de Cetisorpor su autor, en donde de mostraba por qué los capitalistas italianos, ni individualmente ni como grupo, podían aspirar a la lucidez del fingido prohombre».

En Biblioteca Agitprov.se puede descargar el panfleto precedido de un extenso ensayo sobre Censor y la técnica del bulo (fake como decimos nosotros o hoax como apunta el ensayista), acompañado de un aparato de notas imprescindible para reproducir el contexto en el que el Informe fue escrito, cosas todas que tenemos que agradecer a su traductor Diego L. Sanromán.

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