La crítica de arte será on-line o no será.

Rupert Murdoch ha previsto un futuro colapso de su imperio debido al desafío que los blogs han lanzado a la información tradicional. Por otra parte Umberto Eco anuncia otro apocalipsis distinto, en el que pasaríamos de enfrentamientos entre nacionalidades, comunidades o grupos políticos más o menos homogéneos, al enfrentamiento individual, de vecino contra vecino, debido a la propensión actual a que cada cual se organice sus propias áreas de conocimiento e interés gracias a la accesibilidad de la información propiciada por Internet. («Nada del Islam contra Occidente, usted contra mí, ése es uno de los grandes peligros del futuro» nos dice, agorero Eco).


¿Donde posicionarnos entre estos dos extremos? A todos nos hace ilusión pensar en los grandes monopolios informativos socavados por la labor de termita del bloguero, pero al mismo tiempo podemos intuir una cierta verdad en las admoniciones de Eco: solo hay que leer un hilo de discusión en un blog cualquiera para ver las decenas, o cientos de opiniones contradictorias, matices y posicionamientos antagonistas «por que sí». Y es que en los blogs se está llevando a cabo una revolución igualitaria, todos podemos opinar, todos podemos refutar. La figura preminente del experto o del especialista, de esta manera, queda en entredicho. No hay tribunas exclusivas, se discute en la misma arena, solo las más convincentes opiniones serán las que se tengan en cuenta, no quién las pronuncia.
En este sentido y centrandonos en nuestro asunto de hoy, que es la crítica de arte, Jose Luis Brea, en su texto «La crítica en la era del capitalismo cultural electrónico», nos habla de su idea de por qué la crítica debe ser on-line:
«Online critique
Esta escritura ensayística -que se aparece no sólo como dominio del juicio o la valoración, sino también y sobre todo como territorio o máquina de proliferación de las interpretaciones y multiplicación de los sentidos- debe atravesar y exponerse al reto de la interacción, del estar online, del contrastarse en tiempo real que las nuevas tecnologías comunicativas hacen posible.
Si el poder de la escritura como dispositivo crítico cargado de un potencial ontológico específico radica en su estar estructuralmente proyectado hacia su posteridad, hacia el tiempo otro en que será leída, cabe imaginar que el desafío de un reescribirse y releerse online (en la aproximación que ello supone de los actos de escritura y lectura) supone un margen imponderable de riesgo y a la vez potenciación, que es preciso investigar.
El acto participativo de una escritura crítica en todo momento recusable, disentible, para la que cualquier enunciación no se ejerce sino como una entre muchas posibles, perfila un mapa desjerarquizado del juicio y el valor interpretativo, que se expande a la manera de un tiempo que sabe que sólo en la multiplicidad de las interpretaciones y su entrecruce, en la diversidad de los paradigmas y su contraste, puede reposar algún restante efecto de verdad.
Sometida a esa tensión, la escritura crítica no sólo se hace cómplice de un proyecto irrenunciable de compromiso con la radicalización de las formas democráticas, sino que ella misma se somete a su exigencia».
Se suele reprochar a muchos críticos de arte que sus razonamientos no suelen ir acompañados de acciones que los respalden, lo que a veces es (muy) cierto, pero este no es el caso, no solo por su propia postura, ya que sus textos son accesibles y comentables en Agencia Crítica, también por su iniciativa de poner en marcha un repositorio de textos críticos en Salon Kritik.
Si repasamos los comentarios que en Salon Kritik podemos leer, veremos que estamos lejos de una guerra como la pintada por Eco, pero por otro lado podemos atisbar un plus a la publicación tradicional, que no se si la dinamitará como anuncia Murdoch, pero al menos abre un campo de debate que los medios tradicionales son incapaces de proporcionar.
Ejemplo:
Hace poco se habló aquí mismo de la propuesta Madrid Procesos Redes, de la que se acaba de hacer la segunda convocatoria. Entre los objetivos de esta convocatoria destaca la intención de reconocer e incentivar el proceso de producción artística, en definitiva la investigación, el énfasis del proyecto se situaba en la producción de obra, mostrando los procesos de producción de los artistas participantes, que trabajan en torno a un tema contextualizado en la realidad social, cultural, económica o histórica de la Comunidad de Madrid con el añadido de apoyar y coordinar dichos procesos, facilitando la residencia, el intercambio, la formación y el acceso a los recursos para el arte contemporáneo. La presentación del proyecto mereció la atención crítica de Javier Montes en el ABCD de las artes, en la que asistíamos (un tanto atónitos, todo hay que decirlo) a declaraciones como ésta:
» Tal vez fuesen críticos como Clement Greenberg y Harold Rosenberg quienes esbozaron primero la tensión entre resultado y proceso al hablar del Expresionismo Abstracto. Greenberg veía en los cuadros de Pollock obras acabadas, verdaderos manifiestos pictóricos. Rosenberg hablaba de ellos, en cambio, como Action Painting: pintura en la que importaba sobre todo la acción aún legible de los churretes sobre el lienzo: podía asistirse, en diferido, al proceso de formación de una obra que «más que acabada» se mostraba abandonada o en devenir perpetuo.»
¿Cómo hemos de entender ésta extraña defensa del formalista Greenberg interpretado como el verdadero teórico de los procesos? No será que aquí se esconde una «reivindicación de la pintura», no será que esta crítica hace bandera «de todo lo que se lee -o, por lo menos, se cita- y se publica en el circuito internacional» y reclama la vuelta de la pintura. No es de extrañar entonces la apología del objeto que se puede apreciar en esas líneas. Aquí hay una excesiva visión «genealógica» de lo que tiene que ser el arte, y se olvida que el arte también se construye sobre disensiones radicales. De hecho el proceso onanista del expresionismo abstracto está en las antipodas de las intenciones de estos proyectos ligados a lo social, que son justo lo contrario de la genialidad ensimismada.
Es curioso ver como a través de un análisis de una propuesta «procesualÔøΩÔøΩ en realidad asistimos a un legitimación del retorno de lo pictórico (menuda novedad, si hasta Saatchi ya se ha marcado «El Triunfo de la Pintura»)… pero servirá para poder decir en el mejor momento: «!Veis, veis, si ya lo decía yo!».
No obstante y hasta aquí quería venir con toda esta perorata, es mejor leer la crítica completa, y (novedad) la respuesta de los comisarios aludidos de Madrid Procesos (RMS La asociación) en la web de Salon Kritik. La crítica se titula: El proceso va por dentro. Debate abierto.

16 responses to “La crítica de arte será on-line o no será.

  1. y qué si alguién defiende cierta «vuelta» de la pintura? y qué si alguien defiende cierta autonomía del arte? y qué si alguien defiende el objeto frente al proceso y su repercusión social? Que cada cual elija aquello que más le satisfaga y deje a los demás hacer, pues el mundo del arte está lleno de posibilidades ahora que se ha perdido la noción de «centro» y de «corriente predominante». Igual que en los blogs cada cual crea su parcela de información, que cada cual atienda al arte que le interese, y ese que no le interese..que lo obvie. Hasta aquí podía llegar la radicalización!!! Al fin y al cabo….solo es arte.

  2. El papel de la crítica (entiendo) no es el de validar la existencia de un gran mosaico de variantes legítimas del arte, sino de todo lo contrario: discernir, subjetivar, acotar. Y si no, ¿para qué abrir la boca? ¿Hace falta decir que podemos reservarnos el derecho al placer, aún el masturbatorio? Otra cosa es solicitar una crítica adormecida a lo que pasa.
    El pragmatismo existirá con crítica o sin ella. Y la crítica, pese a los más agoreros, existirá también on-line, off-line o de cualquier otra forma. ¿O nos hemos creido lo de Diderot?
    Por otro lado (para referirme también al tema del artículo), quizás haya que relativizar el binomio ejemplarizado a la negativa con Geemberg: ¿Cómo no reconocer, por menos que nos guste, que el formalismo tiene una enorme potencialidad política?

  3. Que me perdone la virgen del pez gordo por criticar a Eco, pero en cuestión de redes telemáticas se le ve, no tan gordo, pero un poco pez.
    Antes decía que el exceso de información haría de la red una especie de desalfabetizador, un dispositivo de incomunicación pernicioso. Ahora, mira por dónde, ha conseguido entrever ciertas posibilidades de confrontación personal. Aún le queda largo camino para vislumbrar las capacidades de organización en redes sociales. Mucho, por ejemplo, hasta llegar a las conclusiones (que no comparto) de Margarita Padilla, fundadora de Sindominio: «A su juicio, el poder capitalista ha sido capaz de desactivar el potencial subversivo de estas redes, creando a través de ellas nuevas y sutiles dinámicas de sumisión y dominio que, lejos de propiciar una relación igualitaria, imponen una estructura jerárquica (incluso en los entornos antagonistas), con una serie de nodos privilegiados. «Hoy día, añadió, internet es una red que conecta tanto como margina».
    (http://www.unia.es/artpen/ezine/ezine02_2005/may01.html)
    La jerarquía meritocrática de las redes sociales en internet margina, sí, pero no es posible salir del ruido, de la saturación desorganizada de información, sin discriminar porque organizar y discriminar es prácticamente lo mismo. Hay que elegir entre el ruido de Eco o la sociedad jerarquizada y excluyente de Padilla.

  4. «discernir, subjetivar, acotar»… madre mía, como os sacan de cuadriculaos ultimamente… la mismita vocecita de (los que os gustaría que fuesen) vuestros amos.

  5. No, al contrario. Puede parecer un comentario cuadriculado, pero no lo es, o no era mi intención.
    Me refiero a que, simplemente, acotar forma parte de la crítica, del mismo modo que tú acotas la validez de mi comentario cuando entiendes que es criticable.
    El colega ‘josé’, por ejemplo, aunque no lo diga explícitamente, también hace crítica, cuando intenta defender el pragmatismo total. Porque ese pragmatismo requiere su defensa, porque las cosas no se mueven, por más que nos empeñemos, con el ‘todo vale’. Porque no hay peor crítica que la que existe en la gratuidad y en el vacío de las trincheras abandonadas, las descripciones y las guías para guiris. Si de veras hay una dimensión de responsabilidad pública de la crítica, si queremos mantener un lugar para ella como herramienta de mediación, entonces asumamos que su existencia no se basa en la simple convivencia, sino en la activación de los dispositivos subjetivos (subjetivar), de valor (del tipo que sea: discernir), y de selección (o como equipara Martí Perán, con la necesidad de limitar nuestro consumo, o de razonar nuestras ofertas: acotar).
    El amo, por desgracia, está escondido.

  6. Se tira la piedra y se esconde el amo…
    Existirá crítica mientras sea una actividad remuneradas dentro del entramado arte.
    Ecos de sociedad on line, offline, por radio o por avión.
    Antes de que me cuentes que no cobras ni un duro por ejercer tu «responsabilidad pública»,no creas que no se ve clarito: estarás haciendo méritos para hacerlo en un futuro…
    Pretendes que te quede bonita la pueril definición de las «tres gracias» (no, gracias!) partiendo para su validación del «si» condicional y «queremos» plural, argumentos de una retórica clase de estética e, incapaz de generar argumentos propios, te escondes tras la cita de rigor … de tu profe, tal vez?
    No sufras, todos tenemos diccionario y guía de teléfono.
    Ni intentando milimetrar convences…cuadriculado del gordo!
    Que el amo se esconda ( no era eso un grupo pop?) os otorga razón de ser a los que estais dispuestos a ser su voz… por unas migajas.
    Ante la mediocridad, mediaciación.

  7. El señor Eco debería estar festejándolo: que todos podamos expresarnos sin diferenciación y por consecuencia…
    …como vosotros decís:
    «Y es que en los blogs se está llevando a cabo una revolución igualitaria, todos podemos opinar, todos podemos refutar. La figura preminente del experto o del especialista, de esta manera, queda en entredicho. No hay tribunas exclusivas, se discute en la misma arena, solo las más convincentes opiniones serán las que se tengan en cuenta, no quién las pronuncia.»
    Eso significa imposibilitar uno de los mayores obstáculos diarios en cualquier conversación del mundo real: el argumento ad hominem.
    Ahora valemos lo que expresamos, no quienes lo expresamos.
    Siempre he opinado que los poderosos han cometido un error mortal permitiendo el acceso a internet: le han dado las llaves de la plantación a los esclavos…
    …¿cuanto tiempo creen que aguantarán en el redil?

  8. Sólo intento debatir ideas (y no son mías, claro que no, pero eso hasta ahora se llamaba humildad). Yo no soy ‘ideas’, así que el debate no somos tú o yo, sino lo que pensamos y podemos defender. Y si en vez de discutir, quieres censurar, pues muy bien, podemos jugar a ver quién tiene la última palabra.
    Pero no te enfades, hombre.. que para tener razón no hace falta estar todo el día cabreado.

  9. Si realmente todo da igual y tus ideas son tuyas y no te autorizas con tu profesor y el arte no admite más que comentarios e Internet es un martillo para todos, entonces, ¿para qué intentáis refutar al Sr. Grilo?, ¿por qué no le dais la razón? o, dicho de otro modo, ¿por qué hay personas como este señor?, ¿por qué las suyas no son legítimas?, ¿desde dónde respondéis?, ¿dónde está el terreno de la legitimidad?, a… pero, entonces, ¿hay legitimidad?. Entonces no todo son opiniones… las hay de ‘legítimas’ y de no ‘legítimas’… Pero esto… ¿contradice algo?, ¿hay contradicción? Queréis asumir que hay contradicción, o simplemente seguiremos escribiendo de cualquier manera? Fijaros, esto es anterior a cualquier discusión sobre el arte, los amos y los candados.
    De momento, decir ‘adadmadlkmnojkfanhk’ es no decir nada, pese a la opinión que yo tenga al respecto.
    Espero no ser el amo de nadie, o esclavo, pero sigo sin disponer de alas para volar.
    Pero, ¿por qué hay conflicto?
    Saludos a todos

  10. Otro que empieza con su particular «what if ..?» y se construye el discursito de pies a cabeza…
    joder, Quim, es que eres una máquina preguntando y respondiendo tu solito (cosa que, visto lo visto en posts previos, humilde y voluntariosamente carentes de ideas propias, hasta se agradece)!
    En fin, aunque voy de censurador perdonavidas (es que soy de barrio…) , me has caido majete con tu saludo colectivo y tal, asi que ahí va un beso bien lustroso y una revelación pa ti;
    Eso SI es volar!!
    Pareces el concordias.
    Para volver al tema, :
    Pregunta de trivial abierta a expert@s, humildes,iconoclastas, académic@s, wikiped@s y tod@s vosotr@s, mis sub(ad)jetivad@s, discernid@s y acotad@s camaradas.
    Desde un punto de vista historicista… en qué momento y marco social se puede datar la apariciónde de la crítica de arte?
    Hipótesis sofre su función en aquel momento embrionario?
    Es que estas no me las sé, y a lo mismo ayuda a entender de qué hablan y cómo los responsables eruditos mediadores cuando partalean que online o como sea, sus garbanzos están here to stay… y esa que les debemos.
    Por algo son un cuerpo colegiado.

  11. Qué quiere decir esto del argumento ‘ad hominem’… Por suerte, esta la igualdad blogger que hemos conseguido con internet, mantiene algunos especialistas. Si no, imaginaros que empiezo a decir lo que me venga en gana y se me tomara como experto… Si no hay expertos, todos podríamos ser expertos momentáneamente, solo con pronunciarnos sobre algo en concreto. Por ejemplo, «la estructura de este edificio está mal calculada» o «no, el cometa Halley según mis propias predicciones pasa cada 30 días» (ésta tendría pocas consecuencias) o «tranquilo, yo te voy a operar, tomate esto para relajarte», etc.

  12. Joer Jesús que poca fe en el ser humano. Esto también se trata de honestidad, es decir si no tengo ni puta idea o nada que aportar mejor me callo. Ya se que viendo todos los comentarios banales posteados esta cosa no funciona asi. Pero también se supone que nosotros tenemos que ser un público crítico que sepa discernir. Por que esa es la otra parte importante de la que no se ha hablado, que precisamente la multitud de opiniones tambien tiene que servir para mantener un sentido de jucio crítico más elevado, como ejemplo yo puedo leer La Razón e Indy media, pero tendré que elegir donde posicionarme con respecto a la información que recibo de un medio y otro sobre una misma cosa, su postura ideológica y sobre todo sus razones. Por otro lado es muy tramposo poner al mismo nivel discutir de cuestiones culturales y de intervenciones quirurgicas

Responder a tengo una idea... soy un chulo. Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *