El cinismo de la clase política española. Virtualidad y miedo según el Secretario de Estado de Cultura

cinismo clase politica.jpg
Jose Maria Lasalle meets Paul Virilio
Con un gran cinismo disfrazado de análisis posmoderno el Secretario de Estado de Cultura, Jose María Lasalle, nos informa de que el miedo que se extiende por la sociedad no es otra cosa que consecuencia de los estragos de la virtualidad más que de la crisis. En un escrito en el Hufftington Post, el político popular nos dice: « «La administración del miedo»(2012), de Paul Virilio, trata de desmenuzar las teselas del mosaico de este «aquí y ahora» atemorizante que padecemos debido a la implosión de la seguridad que generaba la percepción lineal del progreso y la capacidad de previsión que se tenía sobre la misma. En ello ha influido la crisis pero también una mentalidad que ha sido fácil víctima de ella al sustituir lo real por lo virtual, los hechos por los deseos y la acumulación por la aceleración como referente del bienestar. Una mentalidad deslocalizada e hiperactiva que sustituye los ojos del otro por la pantalla, la caricia por la pulsación de la tecla y la policromía de la voz por el intercambio de mensajes«.
Parece que el hecho de que las políticas neoliberales que tratan al ciudadano como ganado del cual exprimir hasta la última gota de sangre y sudor no tienen culpa de nada. El miedo es culpa de nuestra afición desmedida por las tecnologías que nos alejan de la verdadera interacción humana…


Siguiendo su análisis sobre el libro de Virilio, el Secretario de Estado de Cultura continúa: «Nuestro campo de visión sobre el mundo se ha reducido por un exceso de hiperconexión. «Todo lo sólido se desvanece en el aire», como en «La tempestad» de Shakespeare y al perder el suelo bajo nuestros pies, el abismo abre sus fauces y elimina nuestra capacidad de análisis ante lo inesperado. Fundidos en el parabrisas de un presente virtual acelerado, hemos perdido el sentido de lo lateral al prestar nuestra atención tan sólo a lo que tenemos delante. La inercia del instante se ha hecho totalitaria y anula nuestra identidad al incapacitarnos para pensar y evaluar con templanza lo que sucede a nuestro alrededor«. Sin duda este parrafo lo podemos interpretar como una colleja a la impaciencia ciudadana ante la falta de resultados inmediatos del gobierno Rajoy por contener la crisis. Señores desahucidados, uds. se dejan llevar por el instante de su desalojo y eso les impide pensar con claridad que la patada en el culo que acaban de recibir es lo mejor para la estabilidad del sistema económico y financiero. Señores ahorradores estafados por los bancos, no centren su atención ante lo que tienen delante que careán en la tiranía del instante, si sus sólidos ahorros se han desvanecido en el aire no deja de ser por una consecuencia de la hiperconexión. Funcionarios admitan resignados los recortes para no dejarse arrastrar por el abismo del presente y que el miedo les paralice.
Eso si, la frase final es la que tiene mayor enjundia: «Con todo, el mayor peligro que proyecta la emergente estructura de miedo que se insinúa en el horizonte es que propicie la aparición de un nuevo Hobbes que teorice sobre la necesidad de edificar el Leviatán del siglo XXI». Este hombre no es un liberal, es un anarquista de pura cepa, como si él mismo no fuera un administrador de ese nuevo Leviatán. Como si este Leviatán de ahora no fuera lo que es: un fascismo sofisticado. Mucho más eficaz que los espantajos falangistas y frentenacionalistas que con sus gestos guiñolescos hacen el gran servicio de ocultar el sutil fascismo dominante tras un neonazismo de opereta del que nos ha de guardar el buen Estado de Derecho.
Es conocido que su mujer es también política, del PSOE, para que haya alternancia en el juego de poder doméstico. Este análisis literario a lo que suena es a defensa del pesebre. Y como siempre la culpa es del ciudadano, ahora no porque haya vivido por encima de sus posibilidades sino porque es un cyborg cagado de miedo. Por supuesto las reformas laborales de su partido, los millones de parados que ya hay y los que van a venir nada tienen que ver. Tampoco nada que decir sobre la progresiva represión de cualquier intento de protesta, porque claro eso de que la protesta pacífica sea ahora algo equivalente a un acto terrorista no es ninguna estrategia de administración del miedo en la que su gobierno haya tenido ni arte ni parte.

7 responses to “El cinismo de la clase política española. Virtualidad y miedo según el Secretario de Estado de Cultura

  1. habrá que liquidar lo virtual y hacerle probar lo real de una cuchilla de guillotina. ¡Por un retorno de lo real jacobino!
    P.D. Es curioso como usan la palabra, cualquier palabra, para distorsionar la realidad. Cualquier escusa vale para ocultar la guerra de clases. Estos cristianos…

  2. Juuaaaasss! ¡Vaya inteletual el secretario de la cosa! Se enrolla él solito en una estupendísima paja metal.
    Buena crítica, nada virtual, la de Germano a tanta tontería ministerial y pesebral. Y muy buena solución la propuesta por c.

  3. Este gilipollas es un vulgar aprendiz de trilero, un metepatas digno tan sólo del cabezanabo que lo ha atado al pesebre para que viva putamadre a costa del IRPF de los mineros, el pillabichos ultrarreaccionario Wert. Por ser ignaro lo es hasta en las elementalidades del español: escribe «templanza» como si ese vocablo significara ponderación, ecuanimidad, mesura o equilibrio de juicio; su prosa parece lo que es: la de un burócrata con ínfulas de neofilósofo, ayuna de sintaxis y de prosodia. Las alusiones a Shakespeare o a Hobbes son para que creamos que ha leído a Savater. No me extraña que con semejante diarrea mental esté casado (bueno: esto sí me choca) con una sociolista, siendo él cargo del Partido Pinocho. Progresivamente irá materializándose en la esfera privada lo que ya es clamor en la pública: PSOE-PP la misma mierda es. ¡Vete a la idem Lasalle! ¡Ah! Se me olvidaba: la corbata no te pega con la chaqueta.
    P.D: estoy en rebeldía con las dos últimas Ortografías de la RAE, nocivas para el idioma.

Responder a c Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *