En 1939, recientemente terminada la Guerra Civil, Evaristo Fernández Blanco compondría su Obertura trágica, con la urgencia de quien ha sido testigo de la barbarie y es consciente de la desaparición del mundo de aquellos que, en términos benjaminianos, no pudieron realizar su proyecto vital. En este sentido, resuenan en esta pieza, como homenaje a los héroes republicanos, fragmentos del himno anarcosindicalista A las barricadas y de la Internacional. Como es obvio esta obertura no fue estrenada hasta 1983, siendo recuperada recientemente en un contexto de reivindicación del trabajo de este compositor largamente olvidado, como olvidadas han sido, de modo general, las aspiraciones de quienes quisieron construir otra realidad posible.
Que paradoja que termine siendo interpretada en el Auditorio Príncipe Felipe
Que me aspen ¿No es José Luis Temes el director?