Abrimos el procesador de texto y le damos a la opción de «Nuevo documento en blanco» para hablar de La Noche en Blanco en Madrid, y por un momento nos parece que hay un paralelismo entre el blanco absoluto de la página y los contenidos de la cita cultural, pero ¡qué va!, ni eso, en verdad La Noche en Blanco está llena de cosas, muchas cosas, ante lo cual es difícil plantear una crítica ya que obviamos los intereses, las expectativas y el trabajo mismo de los diversos artistas involucrados, todos ellos además provenientes de muy distintas ramas de la creación.
Así que no queda más remedio que plantear una crítica totalizadora, y la pista nos la daba Rafael Doctor, comisario invitado de artes plásticas, cuando en una entrevista en El País afirmaba que «estamos creando una nueva liturgia: la de la cultura»
Y ese es justamente el quid de la cuestión: la liturgia. ¿tanto tiempo yendo contra la fe, los dogmas y las supersticiones para terminar instaurando una nueva liturgia? ¿Tanta energía iconoclasta para dar a luz a una nueva idolatría?
No es nada novedoso en las sociedades contemporáneas el desplazamiento de la religión por la cultura, cambiar la iglesia por el museo, la misa por la conferencia y la experiencia mística por la estética.
¿Pero cuál es la religión que aquí se profesa y quién el Papa infalible?
Las noches en blanco culturales son un invento de ciudades y países donde la gente no sale mucho a la calle, pero en Madrid parece que no hace mucha falta animar a la gente a que salga (por salir ya ni los miércoles por la noche son tranquilos, tendremos que salir los martes para no encontrar nuestros lugares favoritos hasta la bandera). Así que desechadas cuestiones como la de «crear comunidad» o «ciudadanía», la cosa parece que va más de movilizar a la masa con el objetivo de que alcancen la iluminación cultural, que sean mejores personas de lo que son gracias a la cultura para todos, envasada y lista para servir en un correcalles nocturno más propicio para la indigestión que para el paladeo.
La Cultura como herramienta movilizadora y disciplinaria al mismo tiempo. Para reconocernos en una ciudad moderna y progresista, interesada por el arte contemporáneo, las performances, el teatro, el cine, la poesía… en la que curiosamente el gobierno ciudadano es profundamente conservador. La Cultura como la propaganda perfecta de la sociedad democrática de nuestro tiempo. Pero la Cultura tiene que ser para todos los públicos, así que no es de extrañar que no se confirmaran los rumores de que una de las zonas de intervención de la Noche en Blanco iba a ser la de los Cines Luna (corazón de la operación inmobiliaria y gentrificadora de Triball, en comandita con el Ayuntamiento) … normal, ya que sería una tentación demasiado grande para los artistas que fueran a intervenir allí no hacer referencia al contexto.
Toda liturgia también necesita de sus milagros, y ayer noche tendrían que producirse en forma de dibujos destinados a sanar a la gente. El artista Aitor Sarabia coordinaba una terapia de masas en las que 100 dibujantes (según decía en una entrevista con El País, con pocos artistas entre ellos, lo que a su juicio hablaba de lo mal que va el mundo del arte) escucharían los problemas y anhelos del ciudadano para regalarles después un dibujo curativo. Al parecer, el que atendió al alcalde le regaló uno con una mascota olímpica para que le sirviera como talismán en la carrera por la nominación de Madrid como ciudad olímpica.
Ese si que sería el gran milagro, el que salvaría a las empresas de construcción ahogadas por la crisis inmobiliaria.. pero parece que se van a necesitar amuletos más poderosos para conseguirlo.
Aún así, el Papa, perdón, el Alcalde, logró reunir una congregación lo suficientemente grande de vecinos civilizados y culturizados para reforzar la proyección del Madrid que está levantando a su imagen y semejanza.
Cogido del blog de Mauro Entrialgo
Me alegra que alguien se haga eco de la censura de la plaza de los cines Luna. A mi un día me convocaron para hacer una intervención y en menos de veinte días me dicen que el alcalde (Triball, supongo) ha vetado el proyecto. Lo que me pasma no es tanto la actitud del ayuntamiento, totalmente previsible en un gobierno reaccionario, lo que me deja helada es que de los veinte artistas que seríamos aproximadamente nadie se haya pronunciado al respecto… God save Antitriball!!
Cuales eran la lista de esos 20 artistas? Por que se tiene tanto miedo a las instituciones?
Yo tengo la misma queja, es mas, en mi blog he hecho un post acerca de esto. No me gusto nada que ofreciesen tanto y no hubiese un mierda.
Pues eso…
Estimado N41RD4
Hay que leerse el comentario completo, no solo la tira de Mauro. La queja no es sobre la organización, sino sobre la propia existencia de La Noche en Blanco.
Quiero respoder a no-art
Es normal que los artistas tengan miedo de las instituciones, son el eslabon más débil de la cadena artística y ponerse a mal con una institucion que puede proporcionales proyectos no parece buena idea, cuando la insolidaridad entre los artistas siempre ha sido una seña de identidad del gremio. De hecho como trabajadores tienen menos derechos que cualquiera, ¿alguien ha oido hablar de contratos entre artistas y galeristas, entre instituciones y artistas? ¿hay un sindicato? y no me digais que las Asociaciones de Artistas cumplen ese papel, porque no, ya que «la patronal», los galeristas, los museos no montan comites de empresa que yo sepa
lejos de la idea del artista como profesional independiente, en realidad nos encontramos con un a comunidad de precarios que nisiquiera tiene herramientas para hacer valer sus derechos
Yo de mayor tengo miedo a las instituciones…
Artistas 0 – Instituciones 20
Me parece escandaloso que se tenga miedo a las instituciones. En mi caso concreto me dedico a la investigación y critico (con criterio) a las empresas, gobiernos o a cualquiera que no implemente bien las cosas. Si me dedico a la investigación y no trabajo en una empresa privada (ganando >>>100000000000000 mas) es porque gozo y quiero esa libertad de investigar/producir/pensar/criticar. Desde mi humilde punto de vista si se tiene miedo a las instituciones pues dedícate a otra cosa que no sea el arte porque menuda libertad creativa. Y que sí que la situación de los artistas es muy precaria como la de mucha gente …. menudo descubrimiento del sistema capitalista.
Y a dar la cara contra las instituciones que no son la única manera de vivir!
Totalmente de acuerdo con “no-art” soltar de una vez la teta materna y enfrentaros al mundo desde la libertad creativa y sin pasaros todo el día pensando que vuestra situación es muy complicada.
Para No-art:
Para empezar y por suerte, yo tampoco vivo del arte ni me caso con nadie en este negocio. En cuanto a lo del miedo no se a que te refieres. He visto un foro en el que se hacía alusión a lo de los cines Luna y, como testigo de ese hecho he expresado mi punto de vista y lo que me ha pasado, no voy a dar ninguna lista de nombres como en una caza de brujas, hablo de mi y por mi. Si el resto de la gente prefiere callarse o no ha encontrado un lugar en el que expresar su opinión pues es cosa suya. Soy crítica con quien ha montado este tiberio para luego retractarse, que no es otro organismo que el ayuntamiento. Los comisarios y artistas implicados no creo que tengan culpa de ese despropósito. Vamos, que los que tienen miedo son más bien las instituciones de los artistas feroces. Y como dato para apoyar esta tesis diré que la supresión del proyecto de la plaza de la Luna se produjo al día siguiente de la ocupación de los cines homónimos. ¿Quién teme a quién?
Creo que no-art ha dado en el clavo. No tengo un especial interés por conocer la lista de los 20 artísticas censurados pero si ninguno de ellos ha sido capaz de emitir un comunicado al menos esto a mí me deja claro que el mundo del arte está en crisis, pero no en crisis económica sino en crisis creativa. Creo que hay muchos imitadores de Barceló que les encantaría vivir de la teta de las instituciones produciendo mierda (lo que le pidan) y a ser famosillo. Pues a seguir con la imitación…
No me parece casual que en la línea de discusión se hable de la precariedad y de la profesionalización o no del artista. Las politicas culturales institucionales se fundamentan en la idea de que sólo unos pocos, los artistas, son capaces de generar contenidos de calidad y al resto se le otorga el papel del espectador, visitante, lector…
Los recursos para la cultura son escasos y los pocos que deciden dedicarse a la cultura de manera profesional se ven obligados a competir por las migajas. Aunque es justo que cada quién tenga una remuneración por su trabajo la figura del artista profesional chirría por todos los lados, casi tanto como la del profesional del amor.
Decir que todos somos artistas, equivaldría a decir que nadie lo es, pero creo que conviene recordar que la mayor parte de la producción cultural es amateur y que el tejido cultural sólo es posible gracias a las aportaciones mediocres, como pueda ser este comentario.
La cultura o el arte debería ofrecer sistemas en los que sus usuarios tengan la posibilidad de transformarse en productores, o al menos en co-productores.
No necesitamos a las instituciones públicas para que nos suministen grandes dosis (todo en una noche!) de contenidos culturales. Sólo las necesitamos para que hagan disponibles los recursos de todos. Al menos en el sector cultural, que debería ser el más experimental. La cultura que está en juego, no es la de los contenidos, es la de los modelos de auto organización, de gestión y producción. Es ahí donde se vuelve un asunto político, claro.
Imitadores que sois todos unos imitadores!
A seguir chupando de la teta de la derecha madrilena!
Hace mucho que este negocio se hizo religión.
Menos Maquiavelo y más Robespierre.
Un par de apuntes:
1) Me encantan los liberales de este país que les encanta el libre mercado pero ellos a vivir de la teta del estado.
2) En España el mundo del arte está podrido; hay unos cuantos comisarios y artísticas que se la “chupan” unos a otros y poco más. Si os interesa hacer algo serio sacar vuestros trabajos del país, no es tan difícil.
3) Hay artistas que se venden a cualquier causa y no sólo a las instituciones y si no que se lo digan a esos grafiteros modernos que intervinieron en Ballesta, eso sí que huele a podrido. Menuda modernidad madrileña, ja, ja!