Mudanza de la Eskalera Karakola

Comunicado de La Eskalera Karakola
DESALOJOS SON MUDANZAS¬† -¬† 31 DE MARZO, A LAS 12.30H EN EMBAJADORES, 40. MIL Y UNA MANOS SON NECESARIAS PARA TRANSFORMAR UN DESALOJO EN MUDANZA…


Como muchas ya sabréis tras la manifestación del pasado 11 de Diciembre conseguimos arrancar el compromiso del ayuntamiento para el realojo del Centro Social Feminista la Eskalera Karakola. Con un desalojo inminente por delante tras un juicio del que no pudimos paradójicamente ni formar parte, las negociaciones sobre las condiciones del futuro local se hacen más difíciles: los locales cedidos son más pequeños de lo pactado, las obras necesarias para su uso son de construcción absoluta del espacio, ni siquiera de reforma y el tipo de contratro que ofrece más garantías, autonomía e independencia es un contrato de alquiler que, pese a ser simbólico, nos obliga a hacer frente a una serie
de gastos mensuales.
Por una parte nos sabemos alegres: hemos conseguido lo inimaginable, que la consigna triste de un desalojo torne en¬† posibilidad abierta de perpetuación del proyecto de experimentación feminista de la Escalera Karakola. Hace más de tres años, sólo nos reíamos con imaginarlo, hoy es real tras un sin fin de estrategias y de artimañas deconstrucción de momentos de tensión política.
Pero por otra parte, un desalojo siempre es triste. Y para nosotras, Embajadores 40 tiene un significado muy especial: es la casa que un montón de mujeres han habitado durante más de ocho años consiguiendo dar forma a una voz pública feminista, que aunque pequeña y dispersa, es harto necesaria y ha sabido mantenerse y conformarse con sentido y coherencia. Además,¬† la materialidad de Embajadores 40 es algo que nunca se ha encontrado separada de nuestro quehacer cotidiano, ha estado siempre habitándonos y colocándose incansablemente en el centro de nuestra política.¬† Por eso, desprendernos de
embajadores 40, nos cuesta tanto, tanto dolor. Y tanto como que no nos contentamos con pensar que esta nuestra casa a la que hemos sobrevivido entre antig√ºedades, obras, goteras interminables, puntales, sueños, moquetas, espejos y pequeños motivos decorativos que camuflaban los agujeros y el cemento a veces mal puesto, va a pasar a formar parte del entramado especulativo de este barrio.
Que la memoria que ha salvaguardado la karakola entre hornos de pan, placas, azulejos y vasijas de la antigua tahona y taberna de la calle Rodas será devastada junto con la memoria del proyecto feminista que durante tantos años anduvo tramando y forjando gestos transformadores en el seno de lo social.
Los deseos son motores de construcción de nuevos imaginarios que irrumpen en el escenario desencarnado y normalizado de nuestras vidas, las interpelan, las movilizan y las recorren produciendo insospechados acontecimientos. Queremos experimentar el acontecer de esta consigna, la que dice que los desalojos son
mudanzas, sin dejar ni un momento de ser críticas con ambas partes, ni con la casa que desalojan y de la que nos echan forzosamente, ni con la lectura de esta nueva cesión, que nunca podrá ser reducida a un privilegio puntual porque constituye más bien el precedente necesario para la apertura de nuevos espacios que puedan perduran en el tiempo y que arranquen el compromiso de las instituciones de una forma inteligente: que se conviertan en recursos desprecarizadores de nuestras vidas y potenciadores por tanto de nuevos movimientos.
Con este espíritu deseamos generar otro acontecimiento: la mudanza de Embajadores 40 a Embajadores 52 (donde se ubican los nuevos locales) que tendrá lugar el próximo día 31 a las 12.30h. Necesitamos mil manos, y cuantas más, mejor; momento de visibilidad y de encuentro frente a la tristeza de este desalojo. Hagamos de esta mudanza un momento apasionante, que coloque la subjetividad y el deseo político por encima de la fuerza plana de las escabadoras y los intereses privados especulativos en la construcción y planificación de esta nuestra ciudad.
Muchas gracias a todas y todos por estar ahí, una vez más.
22 de Marzo de 2004
La Escalera Karakola

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