Solidaridad con los trabajadores de limpieza de Metro de Madrid en lucha.

Dice Zygmunt Bauman que los basureros son los heroes olvidados de la modernidad. Los que cogemos el metro de Madrid a diario estamos viendo como las estaciones están rebosando basura. Es muy posible que no conozcamos bien los motivos de ello, y que sólo estemos preocupados por como nos afecta a nosotros directamente, por esto se hace evidente que la labor diaria de esos trabajadores ahora en huelga indefinida es la de trazar diariamente la frontera entre normalidad y patología, salud y enfermedad, lo deseable y lo repulsivo, lo aceptado y lo rechazado.
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Por esto mismo ahora más que nunca ha de hacerse patente la solidaridad de los usuarios con los trabajadores en huelga por hacer frente al abuso que diariamente están sufriendo en sus puestos de trabajo. ¿Como podemos ayudar en su lucha?


Lo primero es conocer sus reivindicaciones, no exigen nada del otro mundo, son demandas básicas:
1.- Unificación-Equiparación de todas las condiciones económicas y sociales para todos/as los/as trabajadores/as que presten servicio en la Limpieza de Metro de Madrid, independientemente de su tipo de contrato, categoría profesional, antig√ºedad, empresa, servicio que preste, etc. estableciéndose entre otras cosas, una Tabla Salarial única.
2.- Estabilidad en el empleo. Todos los/as trabajadores/as que presten servicio en la Limpieza de Metro de Madrid lo harán con Contrato Indefinido (Cláusula de Garantía Laboral).
3.- Abono del Plus de Toxicidad, Penosidad y Peligrosidad, en la cuantía recogida en el convenio colectivo del 20% sobre el salario base a todos/as los/as trabajadores/as que presten servicio en la Limpieza de Metro de Madrid, con el cobro del 100% del salario total.
4.- Incremento salarial acorde con el incremento de la prestación de servicio que se viene dando últimamente.
5.- Jornada de 35 horas.
6.- Cobro del total de cuantía de nómina desde el primer momento en que se declare la Incapacidad Temporal, por cualquier motivo, de un/una trabajador/a.
7.- Incremento de dos días de asuntos propios más.
8.- Creación en cada empresa de una Bolsa de trabajo.
9.- Clarificación de las tareas que pueden y no pueden realizar las compañeras embarazadas en relación con su seguridad.

Entrevista al comité de huelga de la limpieza en el Metro de Madrid en Radio Vallekas. Programa La Región Perdida, 23.dic.2007.
Debemos solicitar en las ventanillas del metro las hojas de reclamación y hacer patente nuestro disgusto sobre la acumulación de basura
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Ensuciar solidariamente los pasillos y andenes

Contribuir económicamente a la caja de resistencia de los huelguistas
La cuenta bancaria de Solidaridad-Caja de Resistencia es:
BANKINTER: C/C 0128 – 0044 – 91 – 0500002092
En cada ingreso o transferencia se debe poner en CONCEPTO:
SOLIDARIDAD HUELGA DE LIMPIEZA DE METRO
También piden que se envien faxes de solidaridad y apoyo al 915543899, así como correos electrónicos a la dirección cgt.limpiezas@mi.madritel.es.
Volviendo a Bauman, este trazaba un paralelismo de nuestra actual sociedad de consumo con Leonia, una de Las ciudades invisibles de Italo Calvino, donde la pasión de sus habitantes consistía en «gozar de las cosas nuevas y diferentes»:
La ciudad de Leonia se rehace a si misma todos los días: cada mañana la población se despierta entre sabanas frescas, se lava con jabones apenas salidos de su envoltorio, se pone botas flamantes, extrae del refrigerador más perfeccionado latas aún sin abrir, escuchando las últimas retahílas del último modelo de radio.
En los umbrales, envueltos en tersas bolsas de plástico, los restos de la Leonia de ayer esperan el carro del basurero. No solo tubos de dentífrico aplastados, bombillas quemadas, periódicos, envases, materiales de embalaje, sino también calentadores, enciclopedias, pianos, juegos de porcelana: más que por las cosas que cada día se fabrican, venden, compran, la opulencia de Leonia se mide por las cosas que cada día se tiran para ceder lugar a las nuevas. Tanto que uno se pregunta si la verdadera pasión de Leonia es en realidad, como dicen, gozar de las cosas nuevas y diferentes, o no mas bien el expeler, alejar de sí, purgarse de una recurrente impureza. Cierto es que los basureros son acogidos como ángeles, y su tarea de remover los restos de la existencia de ayer se rodea de un respeto silencioso, como un rito que inspira devoción, o tal vez sólo porque una vez desechadas las cosas nadie quiere tener que pensar mas en ellas. Dónde llevan cada día su carga los basureros nadie se lo pregunta: fuera de la ciudad, claro; pero de año en año la ciudad se expande, y los basurales deben retroceder más lejos; la impotencia de los desperdicios aumenta y las pilas se levantan, se estratifican, se despliegan en un perímetro cada vez más vasto. Añádase que cuanto más sobresale Leonia en la fabricación de nuevos materiales, mas mejora la sustancia de los detritos, resiste al tiempo, a la intemperie, a fermentaciones y combustiones. Es una fortaleza de desperdicios indestructibles la que circunda Leonia, la domina por todos lados como un reborde montañoso.
El resultado es este: que cuantas más cosas expele Leonia, más acumula; las escamas de su pasado se sueldan en una coraza que no se puede quitar; renovándose cada día la ciudad se conserva toda a sí misma en la única forma definitiva: la de los desperdicios de ayer que se amontonan sobre los desperdicios de anteayer y de todos sus días y años y lustros.
La basura de Leonia poco a poco invadiría el mundo si en el desmesurado basurero no estuvieran presionando, mas allí de la cresta extrema, basurales de otras ciudades que también rechazan lejos de si montañas de desechos. Tal vez el mundo entero, traspasados los confines de Leonia, está cubierto de cráteres de basuras, cada uno, en el centro, con una metrópoli en erupción ininterrumpida. Los limites entre las ciudades extranjeras y enemigas son bastiones infectos donde los detritos de una y otra se apuntalan recíprocamente, se superan, se mezclan».
!Leonianos todos, apoyemos la huelga de los trabajadores de la limpieza del metro de Madrid!

3 responses to “Solidaridad con los trabajadores de limpieza de Metro de Madrid en lucha.

  1. Sólo hay un apunte.
    Empiezas con una alusión a lo patente que se hace la labor de los trabajadores de limpieza estos días, pero luego no sólo admites que el resultado de esa no labor es ficticia sino que promueves su simulacro de manera solidaria. Es decir, aceptas el engaño como lo real, y entiendo que tu texto debería ser leído de abajo arriba para ser coherente.

  2. No entiendo muy bien lo que quieres decir…
    Pero si te refieres a que si no fuera por los piquetes que arrojan basura no se verian los efectos de la huelga creo que estas equivocado, porque al fin y al cabo lo que hacen patente es que no hay nadie para recogerla.

  3. Finaliza la huelga de limpieza de metro. CNT no firma el acuerdo por incluirse la cláusula de «la paz social».
    SOV Madrid de CNT-AIT [8-1-2008]
    Las trabajadoras y trabajadores de limpieza de Metro de Madrid han dado un ejemplo de lucha con una huelga muy combativa en la que la presión contra la patronal ha conseguido arrancar de ésta la concesión de unos derechos que cumplen una gran parte de la tabla reivindicativa. En la última reunión las empresas ofrecieron unos mínimos que parecían aceptables, y sin embargo por lo bajo se reían de los trabajadores. Así mismo gracias a esta lucha se ha conseguido la readmisión de los despedidos y la retirada de todas las denuncias interpuestas por las empresas.
    En el último momento antes de firmar, la patronal sacó de la manga su última carta, la de la «paz social». Según esta cláusula, los trabajadores se comprometen a un clima de paz social, renunciando a movilizaciones y huelgas, hasta el año 2012. Los trabajadores firman un acuerdo favorable para ellos, pero renuncian a un derecho mucho más básico de todo/a trabajador/a, el derecho a organizarse e iniciar conflictos colectivos contra aquellos que nos explotan todos los días. Renuncian a una parte importante de la dignidad que aún nos queda a los currantes: la de unirnos y movilizarnos para exigir nuestros derechos cuando lo consideremos oportuno. Por eso la CNT no ha firmado el acuerdo y hemos defendido en la última asamblea de trabajadores seguir con la lucha mientras haya paz social, postura que ha sido minoritaria. Entre dos clases antagónicas no se puede firmar ninguna paz social. Eso es castrar las luchas durante los próximos años, atar de pies y manos la conflictividad. No nos extraña que los sindicatos de estado firmen la paz social, porque eso mismo es lo que se firmó en los Pactos de la Moncloa en el 78 para garantizar la existencia en el tiempo del capitalismo y la explotación. La paz social es el modelo en el que se basa el sindicalismo oficial actual: elecciones, subvenciones, liberados, negociación permanente, pacto social…
    Desde la CNT, como sindicato convocante de esta huelga, denunciamos el comportamiento lamentable de la mayor parte de los sindicatos que han participado en ella. Dejando de lado la traición de CC.OO. a sus propios afiliados al no unirse a la huelga, el resto de sindicatos han demostrado una vez más no estar a la altura. La organización de esta huelga ha sido jerárquica en buena medida. El comité de huelga ha tomado muchas decisiones y los trabajadores otorgan. Las pocas asambleas que se han visto carecían de horizontalidad. Los trabajadores/as no han tomado decisiones más allá de las votaciones sobre si aceptar o no las sucesivas ofertas de la empresa. Hay muchas formas de vulnerar la horizontalidad, y una de las más fáciles es no presentar los temas a debate y votación en las asambleas, y su lugar ocuparlo con la demagogia y el discurso político. El pasado sábado 5 de enero pudimos asistir a una de estas asambleas, que más se parecía a un mitin de campaña electoral de un partido cualquiera. Tras los discursos de los políticos sindicales se subieron al estrado otros políticos (Sindicato de Estudiantes y demás) a soltar su mitin en un acto en el que solo debían hablar los trabajadores/as. En aquella asamblea no se decidió ni se votó absolutamente nada. Como CNT decidimos no hablar, aún convocando la huelga y dejándonos la piel en ella, porque quienes tienen que hablar son los trabajadores. Los mismos sindicatos que el día 5 alentaban la huelga, el día 6 decían todo lo contrario y defendían la cláusula de la paz social. Entre un día y otro ha habido una reunión de dirigentes de UGT y CGT con las empresas al margen del comité de huelga.
    Si bien la horizontalidad ha sido escasa, también lo ha sido el apoyo mutuo y la solidaridad que los sindicatos deberían haber mostrado con los huelguistas y con sus propios afiliados/as. En las largas noches de piquetes activos, algo básico para el éxito de la huelga, no se ha visto más que trabajadores/as de limpieza y militantes de CNT. La primera noche ya tuvimos 4 detenidos/as y todos los días se ha salido en mayor o menor medida, incluyendo los días de nochebuena, navidad y demás. No tenemos constancia de un solo piquete organizado por esos sindicatos que ahora se van a adjudicar el éxito de la huelga. Eso sí, en la manifestación bien se ocuparon de repartir cientos de banderitas de plástico entre los trabajadores/as para demostrar su «fuerza» sindical.
    En esa misma línea debemos denunciar la falta de organización del Comité de Huelga. Tomando decisiones que deberían corresponder a la asamblea, no ha sido capaz de elaborar las más esenciales tareas de organización de la huelga. Ni se han reunido todos los días, ni estaban localizables las 24h, ni han creado comisiones de trabajo… Sindicatos como UGT, CGT y USO que reciben millonarias subvenciones del estado y mantienen liberados sindicales no han sido capaces ni siquiera de realizar tareas de propaganda tan sencillas como hacer pegatinas, una pancarta o unos cuantos panfletos. Tampoco han podido legalizar una manifestación ni hacer los carteles correspondientes. Todo eso lo ha tenido que hacer CNT, sindicato que no tiene liberados ni subvenciones ni delegados en los comités de empresa, porque no los quiere pues sabe muy bien para lo que sirven.
    Llegados al último día de negociación, los sindicatos firman un preacuerdo que ata de pies y manos las posibilidades reivindicativas de las/os trabajadoras/es durante unos años. CNT y SUT abandonan la mesa de negociación considerando vergonzoso firmar la renuncia a un derecho mucho más esencial que muchos de los que sí se han aceptado. La asamblea del 6 lo ratifica y esto supone el fin de la huelga. Nosotros respetamos el acuerdo de la asamblea, pero no lo apoyamos. Defendemos las asambleas en los tajos y las practicamos, pero también tenemos unos principios revolucionarios. Por mucho que se apruebe algo en una asamblea si es perjudicial para los trabajadores/as CNT no puede estar de acuerdo. Por eso nos dotamos de una organización concreta. Rechazamos la paz social y hemos sido partidarios de seguir en la lucha, por lo menos, hasta derogar esa cláusula. Los políticos han sabido vender bien su acuerdo y las empresas sonríen. No nos cabe en la cabeza cómo en las negociaciones y en las asambleas el peso de las mismas lo pueden llevar liberados de CGT y UGT que no están haciendo la huelga, ni dejándose el salario; que están instalados en su poltrona, que viven del sindicalismo. Lo hemos repetido durante todo el proceso y lo volvemos a decir: fuera liberados de las asambleas y negociaciones, fuera profesionales del sindicalismo y políticos de la lucha. Deben decidir los trabajadores. La verborrea de los liberados no hace otra cosa que paralizar la lucha.
    Las empresas no son las únicas beneficiadas por esta «paz social». Los sindicatos de estado como UGT, CGT y USO van a tener un tiempo de «paz» para poder centrarse así en lo que realmente les interesa: sus sillones, sus subvenciones y sus elecciones. Ya se frotan las manos con los afiliados que van a ganar tras la huelga. Sabían bien lo que hacían cuando el día anterior CGT y UGT se reunían en secreto con las empresas.
    No era casual el lema que llevamos en la manifestación de apoyo a la huelga: «Ni un paso atrás en las reivindicaciones» y lo que se ha firmado, pese a quién pese, ha sido un paso atrás. Desde CNT declaramos que seguiremos luchando por la horizontalidad de las asambleas, por los principios del sindicalismo revolucionario, por la acción directa, por la autogestión y el apoyo mutuo, pilares básicos del anarcosindicalismo, que es lo que nos diferencia de todos los que están al servicio del estado y la patronal.
    Felicitamos a las trabajadoras y trabajadores de las cuatro empresas por la lucha ejemplar que han mantenido, pues han dado una lección a aquellos que a partir de ahora se van a enriquecer tras el resultado de este conflicto. Y les animamos a que sigan luchando con esa conciencia de clase obrera, contra todo tipo de jerarquías, contra la opresión del estado y la patronal, y contra toda forma de colaboración con esos mismos opresores.
    A algunos sindicatos ya se les oye decir que si es por la CNT no hay readmitidos ni mejoras porque no firmamos el acuerdo. Que nadie se equivoque: que no hayamos firmado la paz social no quiere decir que no hayamos luchado como los que más por las mejoras y las readmisiones, los/as trabajadores/as de limpieza de metro bien lo saben. Un fuerte abrazo para todos/as (menos a los esquiroles claro).
    ¡Viva la lucha de la clase obrera!
    ¡No a la paz social!

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