Weblogs y arte contemporáneo

Presentamos contraindicaciones en la mesa redonda sobre arte y weblogs de la Casa de América. Copio a continuación mi charla en la que trato de explicar el fenómeno blog barajando cuatro ideas: información distribuída, generalista, economía de acceso y de la atención. Intento, además, extraer algunas conclusiones en el terreno de la actividad artística.


Contraindicaciones es un weblog colectivo cuyo tema central es el arte contemporáneo y por extensión, cualquier otro tema. Es bastante modesto. Podemos encontrar otros ejemplos con mayor repercusión mediática, pero la modestia es un atributo que nos ofrece inesperados valores, como veremos ahora, si observamos el fenómeno desde la perspectiva de la información distribuida, es decir, como un pequeña parte de una red mediática de grandes dimensiones.
De lo que se trata aquí es de ver cómo la tecnología ha hecho posible un cambio de paradigma en el entorno mediático y cómo afecta esta situación al desarrollo de la actividad artística tanto en el ámbito de la producción como en la difusión y, por supuesto, en el de la crítica.
No voy a hacer un análisis pormenorizado, ya que no vengo en calidad de experto sino de editor. Editor, además, dentro de un sistema en el que los editores no necesitan aval ni garante de su actividad tal que un título universitario, recomendación institucional o experiencia profesional. Sólo, quizá, una combinación de impudicia y tiempo libre. No haré ese análisis pero sí me gustaría poner sobre la mesa algunas ideas que podrían servir para el debate.
Lo primero y más relevante en el cambio de paradigma entre información distribuida y generalista es, precisamente eso. Una es distribuida y la otra no.
Los medios generalistas comunican con un amplio espectro de población. Recogen información a lo largo del mundo y escupen aquello que creen puede ser digerido por su público objetivo. La información distribuida se caracteriza por la multiplicidad de pequeñas agencias productoras de carácter local. Por un lado tenemos pocas agencias hablando para mucha gente y en el otro muchas agencias con escaso público cada una.
Esto implica que, en primer lugar, el tipo de información que se puede ofrecer en cada ámbito es radicalmente distinto. En los medios de masas la información se dirige a miles, incluso millones de personas y debe ser comprensible para todo su público, por lo que el lenguaje y el tono utilizado se ve limitado a las convenciones más universales. Mientras tanto, la información distribuida, que tiene carácter local y se dirige a un público muy reducido, puede utilizar referencias locales, chascarrillos y chistes privados porque cada editor conoce a su público, en ocasiones personalmente. Hay cientos de miles de weblogs con cincuenta visitas diarias, unos cuantos menos con cientos de visitas (entre los que nos incluimos) y otros, que se pueden contar con los dedos, ya con miles de visitantes. Curiosamente, los que han alcanzado un alto grado de notoriedad siguen conservando aún su estilo en la redacción y su política en cuanto al tipo de información y no han necesitado adaptarse al estilo de la prensa generalista.
En general, el weblog es un medio que en una primera instancia no impone filtros para la publicación. Cabe, de hecho, cualquier cosa. Desde un chiste hasta un artículo de corte académico.
Valga esta nota como ejemplo de información local y redactada con un estilo poco apropiado para un periódico de gran tirada, debido quizá al tratamiento informal y políticamente incorrecto, sobre el consumo de drogas. Antonio es amiguete (información local), le seguimos la pista y tratamos de reseñar lo que hace. La noticia podría haber pasado relativamente desapercibida pero tuvo cierta resonancia en la blogosfera.
Ejemplo de información tipo chascarrillo.
Ejemplo de reseña de corte más académico.
Este artículo de Juan Antonio Ramírez reivindicando el derecho de cita visual fue publicado inicialmente en la revista lápiz. Cuando lo publicamos en contraindicaciones tuvo eco inmediato en otros tantos weblogs.
En segundo lugar está la cuestión de la capacidad para direccionar, manipular, o incidir en la opinión general. Los medios generalistas, al tener acceso a millones de personas son capaces de ejercer influencias decisivas en el conjunto de la población y nadie los desvincula de intereses políticos, ideológicos o empresariales. El editor de un weblog podría estar imbuido también de ideologías o intereses varios pero, al fin y al cabo, tiene una audiencia limitadísima, por lo que la intención manipuladora se disuelve en un mar de intenciones manipuladoras. Así los intereses de un editor de weblog, en mi opinión, podrían ser calificados antes de «personales» que de «corporativistas» (aunque también).
En tercer y cuarto lugar están dos cuestiones que van de la mano: la garantía de la información, que tan a menudo se plantea cuando se habla de weblogs. Claro, si todo el mundo puede tener uno ¿quién avala la calidad de la información de cada sitio? y la cuestión del ruido ¿Cómo discrimino el ruido de la información? Es decir, si hay tanta información, tantos weblgs ¿A cuál acudo? ¿Qué leo?
Estas dos cuestiones van unidas tanto en el ámbito general como en el distribuido.
Los medios de información generalistas desarrollan su actividad bajo una jerarquía piramidal férrea. Hay redactores, editores, editores jefe, jefes a secas, juntas de accionistas, industrias, partidos políticos… Cada eslabón en la cadena impone sus filtros de manera que al final el tipo de información resultante debe encajar con una batería de criterios: Este aval, el aval corporativo, es lo que, según parece, algunos echan de menos en el nuevo entorno aunque siempre estará bajo la sospecha del interés corporativo o institucional.
Este mismo aval basado en la jerarquía soluciona también la cuestión del ruido. Un sistema de filtros que escupe aquello que te debes leer. No hay ruido, sólo unos titulares enormes allí en el horizonte.
Sin embargo el weblog tiene diversos mecanismos autoorganizados que avalan la información de carácter distribuido. El término autoorganización, no lo confundan con autogestión, alude a la capacidad de un sistema para estructurarse. Viene de la termodinámica, cuando Yllia Prigogine, autor de la teoría del caos, observó estructuras formándose espontáneamente en un sistema en desequilibrio termodinámico, durante el proceso de disipación de calor. Pido perdón por las imprecisiones, pero es lo que he podido entresacar de mis fuentes: algunas solapas de libros divulgativos.
En definitiva, para ser autoorganizado, un sistema debe tener propiedades para que se estructure sin la necesidad de una intervención exterior.
Si tenéis un hijo que ordena su habitación por su propia voluntad, porque le sale de dentro, y no por seguir vuestras instrucciones, podéis decir, en lugar de «qué chico tan organizado», «qué chico tan autoorganizado». Bueno, no sé qué pensaría Prigogine de esto.
En el terreno que nos ocupa, la emergencia de información en forma de noticia relevante desde un maremagnum inabarcable de datos, desde el caos, se produce por la activación de diversos mecanismos que permiten la autoorganización, en general mediaciones tecnológicas de la captación de atención, que actúan en tres ámbitos: dentro de weblogs cuyo nivel de participación exige la implementación de mecanismos de autoevaluación, entre weblogs, o entre weblogs y el exterior de la blogosfera.
No voy a explicar con detalle estos mecanismos pero, por mencionar algunos: trackbacks, blogrolls, puntuaciones de los lectores, índices de weblogs y noticias más enlazados, agregadores RSS, sindicación de contenidos, etc…
Así, tenemos que estas mediaciones tecnológicas para la resonancia de la atención funcionan de hecho como amplificador, en el contexto de la blogosfera, de una información que en un principio podría tener un acentuado carácter local, semi-privado o que por su naturaleza nunca hubiera despertado la atención de los medios generalistas.
Cientos de miles de pequeños amplificadores selectivos que generan corrientes espontáneas de pedazos de informacción, que en algún momento han sido relevantes para alguien, configurando un panorama informativo dialógico: Uno puede atender a las noticias de su comunidad más cercana exenta de filtros y con poca visibilidad o puede dirigir su atención hacia las corrientes autoorganizadas de noticias relevantes que han trascendido su comunidad de origen.
Como ejemplo de este fenómeno valga la noticia de una acción de arte callejero o «street art» llamada «Te gusta lo que ves». La propuesta consiste en la parasitación de los paneles publicitarios de las cabinas de telefónica:
La noticia publicada en ámbito local tuvo una inesperada repercusión el la blogosfera.
Como ejemplo contrario, es decir, repercusión en nuestro weblog de lo que ocurre en otros pondré el caso del artista Kristofer Paetau. En la siguiente reseña podemos verle vomitando delante de un cuadro de corte decorativo en una feria de arte contemporáneo:
Y en esta otra llevando a cabo una acción que consiste en esposar al comisario de su exposición y chuparle el culo.
Además de las mediaciones tecnológicas tenemos la tradicional reseña de la noticia de un weblog en otro, es decir, el boca a boca, que en este contexto funciona de manera doblemente efectiva.
Primero, porque al ser los weblogs sistemas de publicación personales la recomendación cobra inmediatamente este carácter personal con su correspondiente dosis de afectividad. La carga emotiva tiene un valor insustituible. En muchas ocasiones uno comenta en el weblog aquello que le gusta o le disgusta como lo haría a un amigo. La publicidad o cualquier otra comunicación corporativa trata insistentemente de acercarse a este tipo de información cargando sus mensajes con relamidas imitaciones de una cercanía afectiva pero su intento queda invariablemente en parodia al estar sus mensajes cargados de intereses corporativistas, opuestos generalmente a los intereses del individuo. En otras palabras, al final siempre se les ve el plumero.
Y segundo, ocurre otro tanto con la condición preeminentemente amateur del weblog que desvincula aparentemente la producción de contenidos de la generación de beneficios económicos. Las tecnologías para la gestión de contenidos en internet han hecho posible la manutención de estos sistemas con un coste mínimo, soportable por el bolsillo de personas cercanas a la indigencia, entre las que me incluyo. En el ámbito de la información generalista es patente la sensación de sometimiento al interés corporativo, institucional o industrial. Cuando se lee un periódico no se puede hacer sin tener en cuenta su adscripción ideológica, cuando vemos una comunicación publicitaria pesamos que el interés último tras la cortina de seducción es la venta. El carácter amateur y, como hemos dicho antes, personal, del weblog libera al lector, en principio, de esta sensación. Parece que hay alguien ahí que está escribiendo lo que le apetece.
Sin embargo, desde la perspectiva de la economía de la atención la cosa se ve de forma muy diferente. La aparición de las nuevas tecnologías de la información junto con el paso de la economía de mercancías tradicionales hacia una economía de lo inmaterial ha desembocado primero en una nueva economía de acceso. No es ya el producto material lo que se comercializa sino el acceso a diferentes fuentes, ya sea de información, ocio o, también, oportunidades de negocio. En este contexto acceder es caro. Pero mucho más importante en mi opinión ha sido el rápido despliegue de una segunda perspectiva económica, la economía de la atención, en la que el weblog juega un papel crucial.
El sistema capitalista industrial se fundamenta en el paradigma de la escasez, en la regulación de precios por la concurrencia del mercado, es decir, por la ley de la oferta y la demanda. Sin embargo, la orientación hacia la cognición en las nuevas formas de capitalismo supone el desplazamiento hacia una economía de lo inmaterial e introduce una diferencia sustancial: la inversión del valor de la escasez. Si antes lo escaso es más valioso y por lo tanto perseguido ahora lo abundante es mejor, porque las ideas pueden reproducirse sin desgastarse, pueden mejorar el entorno allá donde van y pueden funcionar como incentivo para la producción de nuevas ideas.
Este hecho no ha supuesto ninguna traba para la economía capitalista basada en la escasez, muy al contrario, ha sido capaz de aprovechar lo único que en una economía de lo inmaterial aún es escaso: la atención.
Ahora conocemos ejemplos donde economía de acceso y de la atención se mezclan. Compañías como Google o YouTube cuyo producto es el usuario que accede a sus contenidos, pero la economía de la atención está presente también en el capitalismo industrial. Los anuncios de coches que son piezas de video-arte en donde aparece el coche al final, casi como por casualidad, o la publicidad que muestra cuerpos bonitos para vender cualquier cosa. Se trata de captar la atención en la certeza de que, una vez conseguida, ésta puede ser rentabilizada de mil maneras.
Un ejemplo claro de economía de la atención que no se puede considerar inserto en economía de acceso es el street-art. Me refiero a acciones del tipo que antes hemos visto. Una actividad que por sus características no puede acceder al mercado. Es una forma de expresión efímera, invasiva, y que se mantiene en los márgenes de la legalidad. Uno no puede ir por ahí vendiendo grafitis en las calles. Sin embargo, a menudo, los mismos autores que utilizan la calle para darse a conocer tienen la intención de acabar colgando cuadros en una galería, pintando un mural para una tienda de moda o haciendo diseño textil para una marca de zapatillas. De esta manera los autores de plantillas o grafitis utilizan la calle para captar la atención, generar expectación y adquirir prestigio para luego acabar editando carísimos libros que se venden en las tiendas de diseño y tendencias. Un producto perfectamente material que no está inserto en la economía de acceso.
La economía de acceso tiene que ver con la venta del acceso. Por ejemplo, las agencias de noticias que cobran por el acceso a la información. Las noticias se devalúan con el tiempo y son cada vez más baratas. El acceso aquí posee un valor de cambio perfectamente estipulado y genera un coste para el usuario mientras que en otras fórmulas (google, youtube, etc) basadas en economía de la atención, el acceso es gratis. Todo se regala con tal de obtener una cuota de atención para poder comerciar con ella.
Hay una parte de la industria, como la musical, que tiende hacia el modelo de acceso: regalar grabaciones en formato MP3 para hacerse con una cuota de atención que luego rentabilizará en forma de venta de entradas en los conciertos. Un lugar hacia el que, en mi opinión, debe tender la actividad profesional del artista huyendo del coleccionismo y trabajando, cada vez más, bajo encargos concretos. El coleccionismo se nutre de la mitificación y necesita de la sobrevaloración paulatina de la obra una vez es insertada en el mercado, por lo que no ha conseguido adaptarse decentemente a los modos de producción inmaterial, llegando a producir escasez de forma artificial. Limitando las ediciones de obras cuya multiplicación supondría un coste cero.
El weblog no escapa a esta lógica y tanto los editores de weblogs como los comentaristas pretendemos hacernos oír en una comunidad cuya atención valoramos. Escribimos acerca de aquello que nos gusta, sin intención comercial ni corporativa, pero con una clara intención de proyección personal en forma de visibilidad o prestigio que luego puede ser fácilmente rentabilizada en los circuitos comerciales tradicionales o en el mercado de trabajo.
Para terminar quisiera subrayar la alianza estratégica natural que existe o debería existir entre espacios de arte alternativos y weblogs. Espacios que aún conservan cierta independencia de instituciones y que presumiblemente también trabajan bajo la premisa de hacer lo que les gusta y, por lo tanto, su actividad se enmarca en los terrenos que he ido definiendo a lo largo de esta charla.
No debemos subestimar este área de actividad y menos dentro del entramado de la producción artística. Recordemos, por ejemplo, la importancia que llegaron a alcanzar este tipo de espacios, como el PS1 en el Nueva York de los setenta que acabó formando parte de la istitución MOMA. Desde luego no quisiera yo ver ninguno de los locales, como Liquidación Total, The Art Palace, Off Limits o Passage Suterraine formando parte del Reina sofía pero pienso que esta alianza puede suponer un contrapunto efectivo y refrescante a lo que ha sido o está siendo la producción, distribución y difusión del arte contemporáneo en nuestros días.

3 responses to “Weblogs y arte contemporáneo

  1. Las cosas muy claras, …bueno más o menos: no entiendo la comparación entre street art y weblogs, parece que vienes a decir que mantener un weblog es un camino hacia la «profesionalización» en otras áreas, lo cual va en contra de gran parte de tu discurso. En cualquier caso un punto de vista muy interesente

  2. Hola Andalú. La comparación se establece por la forma en que las dos actividades adoptan formulas amateur para encajar en un modelo de economía de la atención.
    Las dos son amateur y pierden credibilidad, potencia o interés, cuando se profesionalizan y las dos persiguen, más o menos soterradamete, obtener una cuota de atención, un prestigio, una visibilidad que luego podrán rentabilizarse en otros ámbitos.

  3. Aprovechando vuestros amplios conocimientos sobre el mundo del arte contemporaneo, me gustaría proponer una lista de galerías de arte bajo sospecha del tipo de la Galería Toranto de Barcelona, que alquila un espacio nímio a los artistas por una buena cantidad y no se conoce artista ni que haya vendido, ni que consiga recuperar su obra en un tiempo prudencial.
    ¿Cuántas galerías más se dedican a esta estafa?
    Los artistas nobeles necesitamos vuestra colaboración para no estrellarnos contra las piedras.

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