Class War es una organización anarco-punk radicada en Inglaterra que comenzó su andadura activista a principios de los años 80. Este grupo tiene sus orígenes en Swansea (Gales), donde un colectivo anarquista publicaba un periódico llamado The Alarm centrado en temas como la corrupción del gobierno local, tras moverse a Londres contactaron allí con otros movimientos autónomos y decidieron crear un periódico bimestral de estilo tabloide dirigido en especial a jóvenes anarquistas, entre los que se contaban numerosos seguidores de la banda Crass. Class War no buscó una base en el movimiento obrero tradicional, más bien encontró sus mejores canteras entre la juventud descontenta. Su propaganda estaba diseñada a atraer al ala más radical del movimiento punk. Aunque su defensa de la violencia como arma política (en el nº 52 del periódico declaraban: «Sin dar nuestro apoyo incondicional al IRA, no hace falta ser un Einstein para darse cuenta de que una victoria de la lucha armada en Irlanda sería un duro golpe para la clase dominante y la autoridad del Estado británico») les llevo a sucesivos desencuentros con los Crass, cuya ideología anarco-pacifista era manifiesta y discrepaban de la apología de la lucha de clases violenta que hacía Class War.
En Asalto a la Cultura el libro de referencia sobre contracultura de Stewart Home, éste les dedica un capítulo, y habla así de sus comienzos: «A muchos observadores les pareció que Class War surgió de la nada. En los dos años que median entre la aparición del primer diario Class War, en 1983, y el otoño caliente del 85, los medios de masas británicos empezaron a informar sobre una «amenaza anarquista», que venía a ser el equivalente de otros anteriores miedos-a-los-rojos. Por primera vez desde las bombas colocadas por la Angry Brigade, se percibía el anarquismo como una amenaza al establishment británico. Class War se coló muy rápidamente en las noticias y, como suele suceder, la investigación periodística sirvió más para mistificar que para arrojar luz sobre los orígenes culturales, políticos y sociales del grupo»
En 1984, Class War lanzó su «ofensiva de primavera» contra los ricos. La portada de su periódico que anunciaba la campaña mostraba una foto de una cacería de zorros con el texto: «Mierda de ricos… vamos a por vosotros». Class War se había apuntado al carro de la liberación animal, muy popular entre los anarco-punks, y la cosa resultó en un tremendo aumento en la circulación del periódico. También en esos años seminales inspiraron acciones que hoy se señalan como precursoras de las tácticas occupy , como la convocatoria «Parad la ciudad» en la que un grupo de punks trató de interferir en el dia a dia del sistema financiero de la City de Londres, en este mismo sentido también se puede encontrar a Class War entre los primeros activadores de lo que más tarde seria Reclaim the Streets.
Volviendo a Home: «En 1985, Class War lanzó su campaña «Métele caña a los ricos». La contraportada que dedicaron a promover la primera marcha en Londres también informaba a los lectores del origen de la idea:
La idea de las marchas «Métele caña a los ricos»
no es nada nuevo. Hace exactamente 100 años, el 28
de abril de 1885, estaban pensando lo mismo en Chicago.
La anarquista Lucy Parsons pidió a la gente
que, de puro desesperada, estaba deseando morir,
que se llevaran unos cuantos ricos a hacerles compañía,
dejando que sus ojos se abrieran a la «marea
roja de la destrucción». Los anarquistas organizaron
enormes reuniones de más de 20.000 personas de
donde salían marchas que iban desde los guetos de
las clases trabajadoras hacia los vecindarios opulentos.
Se juntaban por miles fuera de los restaurantes
de lujo y de las casas de los más ricachones con
pancartas que decían: «contemplad a vuestros futuros
verdugos»; los ricos, aterrados, llamaban a la
policía y se montaba un cristo de aquí te espero […]
La clase obrera de Chicago estaba decidida a llevar
la lucha al corazón del territorio enemigo; como lo
estamos nosotros, un siglo después.
El 11 de mayo del 85 convocaron la marcha «Métele caña a los ricos», que en palabras de Stewart Home «fue teatro de guerrilla digno de los dadaístas berlineses». Se publicó un informe completo en el tabloide Class War en el que aparecia este texto:
La policía amenazó con arrestarnos a todos por alteración del orden público y por desfilar con uniformes paramilitares (¡pasamontañas y Doc Martens!). La policía y la autoridad de Westminster hicieron lo posible por prohibir la marcha. Pero pese a toda esa intimidación tuvimos la mayor marcha anarquista en años. Más de 500 marchamos al bonito barrio de Kensington cantando «Ricooos de mierda» y «Volveremos en un ratitooo», mientras los ricos nos miraban escondidos tras las cortinas. Por lo menos estábamos llevando la realidad del creciente odio de clase hasta sus empeluchadas y protegidas vidas. Fue la hostia estar en una marcha anarquista de una vez, en lugar de tener que ir en el culo de la típica mani de izquierdas escuchando los tostones de líderes laboristas. Cuando giramos hacia Holland Park Avenue, toda la calle se veía inundada de banderas
negras. La bofia estaba pasmada de tener que acompañarnos a los barrios mas chachis de Londres y tener que oírnos gritarles de todo a sus ricos habitantes. Eso fue todo lo que pudieron hacer. No hubo ni un arresto, y eso que a los polis les salían espumarajos de la boca, cuando nos oían cantar aquello de «ricos bastardos». Ahora tenemos que prepararnos para la próxima regata Henley el 6 de julio. Si nos lo curramos, podemos reunir a más de mil personas y haremos que a los ricos bastardos les dé un patatús sobre sus cestas de picnic en las en las riveras del Támesis.
¡ADELANTE, A HENLEY!
En 1988 Class War organizó el Rock Against the Rich Tour, que contó con la colaboración de Joe Strummer de los Clash, eso si en su periódico declararían: «Sabemos que Joe Strummer es un rico bastardo, pero nos consigue dinero, así que está bien».
Gracias a la atención mediática que tuvieron estas primeras acciones, Class War a pesar de ser un reducido grupo de unas decenas de personas lograron hacer llegar las ideas anarquistas más extremas al público general. De hecho uno de sus mayores éxitos mediáticos fue el cobrar un papel de relevancia ante la opinión pública como instigadores de las revueltas del Poll Tax contra el gobierno de la Thatcher y que fueron una de las causas desencadenantes de la caída de la Primera Ministra.
El hostigamiento policial continuado hizo que muchas de sus acciones empezaran a fracasar, lo que debilitó la organización: Class War se planteó entonces un cambio de estrategia intentando atraer a la clase obrera tradicional para ampliar su base social. Lo que llevó a un replanteamiento de la revista que les hizo perder su fuerza incial. Según Stewart Home esto supuso el declive de Class War que renunciaron a la rabia satírica por un populismo paternalista que además resultó infructuoso a la hora de captar más militantes. Sin embargo hay que reconocer que las sucesivas estructuras de Class War, con más o menos fortuna, han mantenido viva la llama de la agitación anarquista en el Reino Unido.
Y ahora Class War anuncian un nuevo cambio de estrategia. Class War se presentará como partido político en las elecciones municipales del Reino Unido de 2015. El anuncio ha causado estupor en las filas anarquistas siempre dispuestas a rechazar el colaboracionismo con la democracia liberal burguesa.
Sin embargo todo parece indicar que más bien se trata de una estrategia para infiltrar el sistema electoral con propaganda anarquista, un hackeo que tiene antecedentes bien conocidos, como la campaña de Jello Biafra, cantante de los Dead Kennedys, para alcalde de San Francisco o como el partido alemán del Pogo Anarquista
Algo que los Eskorbuto también tenían muy claro…
¡Enorme entrada!