PSJM presenta la muestra internacional de vídeo colectivo In Good Company en el Centro de Cultura Audiovisual de Gran Canaria. Del 1 de abril al 6 de marzo.
Comisariada por el equipo de creación, teoría y gestión PSJM (Cynthia Viera y Pablo San José), In Good Company es una muestra de películas realizadas por colectivos artísticos de ámbito internacional. Una selección de seis grupos con un largo recorrido en el circuito de galerías y museos: Chto Delat (Rusia), Superflex (Dinamarca), The Yes Men (EEUU), Ubermorgen (Austria), The Icelandic Love Corporation (Islandia) y Democracia (España). Realizar una exposición de arte colectivo implica abordar un modo de entender las funciones e intereses que se le otorgan a la actividad plástica, ya que la misma forma de organización productiva en equipo adquiere un compromiso con lo colaborativo frente al individualismo, dejándose ver también en la temática social de sus trabajos.
La selección de obras responde al período de madurez de estos colectivos que, como el mismo equipo curatorial PSJM, han comenzado su andadura en las décadas de 1990 o 2000. Con la mayoría de ellos el equipo canario ha compartido el haber sido incluidos en libros internacionales dedicados al arte activista internacional (Art & Agenda: Political Art and Activism. Berlin: Gestalten, 2011) o al arte hecho por grupos (Come Together: The Rise of Cooperative Art and Design. New York: Princeton Architectural Press N.Y., 2014).
Este compromiso con las cuestiones sociales, económicas y políticas del presente se ve reflejado en la temática de los films: robótica, filtración de noticias on-line, ficción en las redes sociales, nueva economía de las criptomonedas y minería de datos, visiones feministas enraizadas en la naturaleza, ideología del consumo, conflictos raciales y creciente desigualdad social.
Podríamos distinguir dos tipos de video-arte. Por un lado están aquellos vídeos que funcionan como un cuadro en movimiento, que se pueden ver en cualquier momento del loop porque se capta la idea con solo ver un fragmento. Y por otro, tenemos las obras de corte narrativo con un principio y un fin determinados. Sabemos que este último tipo de obra requiere más tiempo de visionado, si bien los y las artistas suelen ser conscientes de que las condiciones de exhibición en el mundo del arte provocará que el público se suela encontrar los vídeos ya empezados. Es una condición asumida en la recepción del vídeo-arte tanto por parte de quien lo produce como de quien lo consume. Pues bien, las obras que presenta In Good company pertenecen a esta última tipología de vídeos. Son producciones que en algunos casos podrían ser considerados como cortometrajes. Incluso en algunos de ellos encontramos géneros musicales como la opera y la farsa. Tanto el colectivo español Democracia y como el ruso Chto Delat presentan piezas musicales basadas en libretos, son óperas públicas, en el primer caso, y farsas en el segundo. La muestra presenta producciones muy cuidadas que incluyen también la narrativa abstracta, el documental irónico, el documento prohibido o la entrevista ficcionada.
In Good Company muestra por primera vez el trabajo de estos grupos de forma conjunta y supone la oportunidad de acercar al público grancanario la obra de estos colectivos que no suele verse en las salas de la isla, pero sí en los museos y bienales internacionales. Una muestra que quiere ser un puente entre la isla y el mundo. Un proyecto que pone en valor el compromiso con un arte hecho en colectividad.
El proyecto incluye una publicación bilingue (español e inglés) que recoge el trabajo videográfico presentado en sala acompañado de cuatro textos, un prólogo escrito por María Pallier, directora del mítico programa de RTVE 2 Metrópolis, un texto a cargo del equipo curatorial, otro encargado a un experto internacional en la materia, el historiador de arte y artista neoyorkino Francesco Spampinato colaborador en revistas como Flash Art, Kaleidoscope o L’Uomo Vogue y autor del citado libro Come Together: The Rise of Cooperative Art and Design, Princeton Architectural Press, Nueva York (2015); y otro escrito por la comisaria canaria residente en Barcelona, Diana Padrón.