En la mañana del día 20 de noviembre de 1936 era fusiliado Jose Antonio en la cárcel de Alicante, uno de los políticos que más había trabajado por llevar a España a la Guerra Civil con su inflamada oratoria falangista, había pasado sus últimos meses de presido intentando una gran reconciliación nacional que librara a la patria de tan amargo cáliz.
En Madrid horas antes, aproximadamente a las cuatro de la mañana había muerto el líder anarquista Buenaventura Durruti tras ser herido en el pecho por una bala de procedencia desconocida. Los nacionales dijeron que habían sido los comunistas, los comunistas que los trostkystas o incluso por los mismos anarquistas. Se dijo que fueron unos ladrones que intentaba detener, incluso que se había disparado él mismo de forma accidental.
Quizás en esa coincidencia sangrienta se basó el mutuo reconocimiento entre falangistas y anarquistas como los revolucionarios de sus respectivos bandos, que si bien en aquel momento estaban en trincheras opuestas, en una futura revolución social podrían estar en la misma contra los que ahora eran sus aliados
En la mañana del día 20 de noviembre de 1936 era fusiliado Jose Antonio en la cárcel de Alicante, uno de los políticos que más había trabajado por llevar a España a la Guerra Civil con su inflamada oratoria falangista, había pasado sus últimos meses de presido intentando una gran reconciliación nacional que librara a la patria de tan amargo cáliz.
En Madrid horas antes, aproximadamente a las cuatro de la mañana había muerto el líder anarquista Buenaventura Durruti tras ser herido en el pecho por una bala de procedencia desconocida. Los nacionales dijeron que habían sido los comunistas, los comunistas que los trostkystas o incluso por los mismos anarquistas. Se dijo que fueron unos ladrones que intentaba detener, incluso que se había disparado él mismo de forma accidental.
Quizás en esa coincidencia sangrienta se basó el mutuo reconocimiento entre falangistas y anarquistas como los revolucionarios de sus respectivos bandos, que si bien en aquel momento estaban en trincheras opuestas, en una futura revolución social podrían estar en la misma contra los que ahora eran sus aliados
se te va la pinza ¿anarquistas y falangistas simpatizantes dentro de una hipotética sinergia revolucionaria de cambio social?
me parto la caja