-10.000. Karmelo Bermejo
Una caja con billetes, procedentes de una bolsa de ayuda, reposa bajo la acera de la calle del Príncipe, en plena zona comercial de Vigo y frente al Museo de Arte Contemporáneo (Marco)
La placa con la inscripción ‘10.000 euros de la Fundación Botín enterrados’ es la única pieza de la exposición ‘.’ (punto) que el artista permite ver sin cobrar, puesto que para acceder al resto de la muestra es necesario pagar 13 euros, la entrada más cara de un museo habitualmente gratuito y únicamente comparable con los precios del Guggenheim.
Habrá que pasarse con un pico y una pala
Bartleby En El Museo (o Contra La Institucionalización Del Arte), de Sema D´Acosta en esfera pública:
http://esferapublica.org/nfblog/?p=19650
En contra de la institucionalización del arte… perdon me me parece una soberana hipocresía, o si no, que es peor, me parece ignorancia malintencionada.
Este señor expone en un Museo y ni él ni el Museo tienen ninguna intención de acabar con la institucionalización del arte, es más, trabajan para ello.
Lo explica muy bien Simon Seikh:
Las instituciones artísticas, comprendieran o no el trabajo de los artistas, se veían como espacios de circunscripción y, en palabras de Robert Smithson, de “confinamiento cultural” factibles de ser atacados estética, política y teóricamente. La institución se planteaba como un problema (para los artistas). Ello contrasta con las actuales discusiones crítico-institucionales que parecen propagarse predominantemente por parte de curadores y directores de las mismas instituciones, discusiones que, por lo general, argumentan a favor antes que en contra de las instituciones. Es decir, no consisten en un esfuerzo por oponerse o destruir la institución, sino que buscan modificarla y solidificarla. La institución no es sólo un problema, ¡es también una solución!
(…)
¿qué sucede cuando la práctica de la crítica y el análisis institucional se ha traspasado de los y las artistas hacia los curadores y curadoras, críticas y críticos, y cuando tanto artistas como curadores han interiorizado la institución (mediante la enseñanza, el canon de la historia del arte y la práctica diaria)? Analizado en los términos de una dialéctica negativa, este proceso parece señalar la cooptación total de la crítica institucional por parte de las instituciones (lo que implica, por extensión, la cooptación de la resistencia por el poder), lo que convierte a la crítica institucional como método crítico en algo completamente obsoleto. La crítica institucional, cooptada, sería como una bacteria que quizá haya debilitado temporalmente al paciente, la institución, pero sólo con el fin de fortalecer su sistema inmunitario a largo plazo.
http://eipcp.net/transversal/0106/sheikh/es
¿Santiago Sierra? Ah no si es este tal Karmelo con K. Si no le gusta la institución que no sea el número uno de los artistas becados, ¿no? Por cierto, ¿el resto del dinero? Se lo quedó, era de suponer. Lo conseguiste chaval, mañana tendrás una portada.
Pobrecito Anónimo, que no le dan las becas, podríamos hacer una colecta entre todos y darle una limosna. Esque estoy propositivo.
Contraindicaciones = izquierda divagante
Joder! que de puta madre!.
!Dejaz al pobre chaval¡, daros cuenta que el arte se ha convertido, en manos de Karmelo, en una forma de plusvalía económica, catalizada por la metodología de la polémica. Él sacará la pasta, se llevará el letrerito de bronce y después a vender todos los billetes del avión de low cost que antes piensa comprar para escenificar la beca botín. Dos piezas hechas con el mismo dinero.
Emilio Botín, verá que el susodicho Karmelo ha hecho más plusvalía económica que él mismo con su «queremos ser tu banco».
La vida. Será que la economía es una forma inferior de arte……
¿Es la economía una forma superior de arte?
Robadlo de una vez y callaros ya joder, yo no lo robo porque soy un cobarde, pero os aliento a todas a que lo hagáis.
Jasper, a eso se le llama ser trabajador, a ver si levantas el culo de la silla y la cara del pc y aprendes del bermejo.
Mirad lo que cuenta David Barro en El Cultural:
Karmelo Bermejo (Málaga, 1978) ha conseguido tener unos buenos abogados defensores; desde una de las galerías más rigurosas a una casi unánime fortuna crítica. Aunque, particularmente, me quedo con algunas de sus primeras Aportaciones y creo que su trayectoria pide un cambio que pueda volver a sorprender, una vez que su estrategia -la que ha impuesto Santiago Sierra- se ha convertido en un nuevo academicismo muy valorado por las instituciones que coquetean con lo polémico intentando tenerlo todo bajo control. Me pregunto hasta qué punto Bermejo continúa interesado en ser subversivo con el sistema o comienza a sentirse cómodo con la exitosa repetición de una lógica que puede ser estirada como un chicle con el que hacer globos de explosiones cada vez más débiles.
Como el artista, estas instituciones aprehenden pericias del sistema para su propio beneficio mediático dentro de éste. Hablamos de algo totalmente práctico, un ejercicio de mimesis o apropiacionismo irónico que nos deja a todos en evidencia, mostrando las debilidades del “contexto arte”. Porque se puede criticar que un artista se dedique a enterrar en una calle 10.000 euros de la Fundación Botín, pero esto no deja de ser un juego. También que en este contexto de crisis se instale un jacuzzi en el despacho del director pero cuando, al mismo tiempo, contemplamos una obra que consiste en una serie de réplicas en plomo macizo de las obras de arte de su colección personal, advertimos que no se trata de un gestor muy apegado a lo material. Podemos sonreír ante la imposibilidad de un mástil de bandera girado 180 grados y clavado en el suelo, máxime cuando resulta fácil comprobar su falsedad en una esquina sin cámaras ni vigilancia. Pero cuesta encajar que la única polémica o malestar desatado sea que hay que pagar entrada para acceder a esta exposición y eso provoque que casi únicamente acudan extranjeros. Tal vez el intento de negación del artista se haya convertido en una aceptación de sus reglas, aunque estimo que no le falta talento para volver a negar.
David Barro! Te has lucido! Aparte de que falsear la verdad deliberadamente has puesto mal hasta la fecha de nacimiento del artista!
Es complicado sino imposible mantener la pose del subversivo mucho tiempo si realmente uno no es subversivo. El «artista subversivo» lo es por poco tiempo si en su dia a dia no lucha por el cambio y subversion del estatus quo. En relación a este enesimo chupetazo de la piruleta de Bermejo, la palabra subversion no deberia aparecer ni a kilometros de distancia aunque solo fuese por respeto a los caidos en la lucha
¿Por los caidos en la lucha? dios como le patina la neurona por aquí a más de un comensal. La exposición de Karmelo Bermejo en Vigo es simplemente elegancia y belleza, que no es poco, es más, es mucho.
Hay exposiciones que no se puden ver tan a la carrera David! que sino, no te das cuenta de lo que está y de lo que no! Si no sabes ni lo que hay en la exposición…haces el ridículo David Barro!
Preguntaos si en vez de un artista joven y pobre como Karmelo Bermejo, hubiese hecho esa obra un artista con dinero, o un ex consejero de NCG, con sus indemnizaciones y prejubilaciones multimillonarias, si hubiese enterrado un Botín de 1.000.000 €, por amor al arte. Qué veríamos, la idea o su formalidad financiera. Algunos ya quieren robar los 10.000 míseros euros…. Yo, robaría la placa.
Aquí Karmelo Bermejo responde a todas los comentarios y rídculos cuestionamientos que tienen sobre su trabajo. Por qué se preocupan tanto por el contenido si son solo cuestiones formales las que maneja el mencionado artista.
http://www.rtve.es/alacarta/audios/fluido-rosa/fluido-rosa-24-10-11/1231049/
YO ROBARÍA LA PLACA, NO EL DINERO.
Os dais cuenta que es mucho mejor, el título que ha puesto «democracia» («Botin enterrado») que esa adolescente obra de Karmelo que se hace a través de becas obtenidas?
No hay nada como ser un perro para roer los huesos……, jajajajajajajaja
Me dicen que David Barro se ha disculpado con Karmelo y con e MARCO y que temabién lo hará en El Cultural por el tema del mástil, pero lo de la fecha de nacimiento fue un error del propio suplemento. En estas cosas hay erratas muchas veces, tmbién en las obras o en los títulos de las exposiciones. No seamos niñatos.