A 50 años del golpe en Chile. Exposición de Nicolás Cox.

ACCIONES DESDE EL ANTIFASCISMO PARA LA MEMORIA ACTIVA, A LOS 50 AÑOS DEL GOLPE CÍVICO MILITAR EN CHILE / EXPOSICIÓN DE NICOLÁS COX EN EL BAR LABEL (MADRID).

“La firma del dictador es la firma de la dictadura, es la marca del horror, esa firma es y será siempre una herida. Al inscribir (tatuar) esa marca en el cuerpo se deja grabada en la memoria” propone una de las obras dentro del contexto de la exhibición ACCIONES DESDE EL ANTIFASCISMO PARA LA MEMORIA ACTIVA, A LOS 50 AÑOS DEL GOLPE CÍVICO MILITAR EN CHILE, montada en el bar anarquista LABEL, en el barrio de Lavapiés, Madrid.

El reciente 11 de septiembre se cumplieron 50 años del golpe dictatorial en Chile y es bajo este contexto donde esta muestra se presenta como un gesto antifascista por la memoria y resistencia, que desde la distancia activa el diálogo sobre lo ocurrido en el régimen y también sobre actualidad de este país latinoamericano. La exposición es una muestra del artista chileno Nicolás Cox, quien exhibe una selección de piezas que tienen como base el uso del cuerpo y la desarticulación de símbolos/objetos a través de la acción mediada por el uso de la fotografía. Las obras presentadas fueron hechas en Chile y España, entre los años 2022 y 2023.

Posición corporal de detenidxs y/o ejecetudxs por el Estado, Unión latinoamericana, Sacos en el Pacífico, Estrella de la periferia, estrella del centro, Quema de libros, Herida sobre mano rellenada con tierra del patio 29 del Cementerio General de Santiago de Chile y La marca del horror, son los títulos de las obras que componen la muestra.

Las acciones propuestas desarrollan una lógica que entremezcla el entendimiento histórico del proceso dictatorial y su influencia/peso en la vida contemporánea, desarrollando a partir de planteamientos conceptuales, obras que se presentan como detonantes.

Cada pieza enuncia desde distintos lugares, diferentes procedimientos llevados a cabo por el fascismo, generando diversas tramas históricas-experienciales, abordadas a través de la ocupación del lenguaje directo y metafórico. “El arte articula, es una táctica, una herramienta”, dice el autor.

Las obras entremezclan el uso directo del cuerpo (entendiéndose como contenedor de la memoria y motor de acción) con la utilización de lugares específicos, cargados de simbolismo que articulan el sentido de los gestos.

El vínculo entre lugar y acción es fundamental para entender la manera en la que se estructuran las proposiciones. Es así, como por ejemplo, Sacos en el Pacífico (2023), es una obra en referencia a quienes en la dictadura cívico militar chilena fueron ejecutadxs y lanzadxs al mar desde helicópteros. Previamente a ser arrojadxs, se les inyectaba veneno y se les amarraba con alambre a los cuerpos fragmentos de rieles, para ser posteriormente cubiertxs con dos sacos que se unían al centro, uno colocado en la parte superior del cuerpo y otro en la parte inferior. En la pieza se muestran sacos vacíos, que unidos equivalen a la medida de un cuerpo, un cuerpo ausente. La disposición vertical de los sacos habla de la caída y al encontrarse adheridos a los muros se transforman en un dispositivo de memoria y protesta. La acción fue realizada en el barrio Pacífico, ubicado en la ciudad de Madrid. Se eligió este sector de la ciudad por el nombre del mar donde las personas fueron desaparecidas, el océano Pacífico.

Lo mismo pasa con Unión Latinoamericana (2022), Herida sobre mano rellenada con tierra del patio 29 del Cementerio General de Santiago de Chile (2022) y Posición corporal de detenidxs y/o ejecetudxs por el Estado (2022). En la primera se colgaron botas usadas por militares sobre un letrero ubicado en uno de los andenes de la estación de metro llamada Unión latinoamericana, en la capital chilena, para hacer referencia a los procesos dictatoriales implantados en el continente y a las operaciones de inteligencia de terrorismo de Estado instauradas en la región como el “Plan Cóndor”. Así mismo, la segunda pieza nombrada se articula en el patio 29 del Cementerio General de Santiago, lugar donde fueron enterradas para ocultar sus cuerpos e identidades, personas desaparecidas y asesinadas por la dictadura. En esta obra, el artista se hace una herida en una de las palmas de la mano, para introducir tierra de este lugar directamente en su cuerpo.

En Posición corporal de detenidxs y/o ejecetudxs por el Estado (2022), el cuerpo se dispone en la posición en que han sido y son ordenadas a colocarse personas detenidas o previas a ser ejecutadas. La acción fue realizada en el frontis del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, en el Palacio de Gobierno y en la Estación de metro Baquedano (lugar ocupado como centro de detención y tortura en la revuelta social del 2019) en Santiago de Chile.

Casas allanadas, censura, secuestros de personas, centros de tortura y violación, cárceles, campos de concentración, asesinatos directos y desapariciones; fueron el eje funcional del poder dictatorial fascista.

Una de las prácticas ejecutada en la dictadura en Chile y ocupada también por el poder en diversos momentos y lugares en la historia universal, fue el quemar libros, hecho que aborda la obra Quema de libros (2023), que para su realización se fabricó un ejemplar de un libro que llevaba como título “Quema de libros”. En su interior repetía en todas las páginas un fragmento de una fotografía del año 1973, donde se muestra a militares quemando libros en una calle de Santiago, al inicio de la dictadura en Chile. El libro fue confeccionado para posteriormente ser quemado. La repetición de la misma imagen en todas las hojas habla de la insistencia de la memoria, a partir de la reiteración como mecanismo contra el olvido. La determinación de quemar el libro es una acción directa ocupando el mismo medio empleado en la fotografía, pero esta vez para «quemar la imagen de los militares quemando libros». La obra se muestra como un ejercicio tautológico de memoria e insistencia, reflexionando sobre el uso de esta táctica. De igual forma la pieza señala un posicionamiento contra las fuerzas militares del ejército y los mandamientos del Estado, calcinando su imagen y lo que representan; censura, cárcel y muerte.

La exhibición se posiciona fuera del circuito convencional artístico y es ahí donde a partir del montaje las obras dialogan directamente con todas las consignas, carteles, panfletos y otras obras que el LABEL presenta de manera permanente en sus muros, creándose diálogos ideológicos directos y observaciones de distintos usos del lenguaje.

La inauguración tuvo como fecha el domingo 10 de septiembre, donde se realizó una intervención a modo de manifestación discursiva: “La dictadura fue una maquinación donde se impusieron las bases de la tristeza. Chile se convirtió en un territorio dominado por la crueldad y el miedo. Con sangre, hicieron del fascismo y el neoliberalismo la vida. Es hasta hoy que su legado vive en nuestros cuerpos; en como pensamos, en como sentimos y en todo lo que hacemos. He ahí la eficacia de su régimen. Por ende, debemos ser conscientes de ello y aniquilar su herencia en nosotrxs mismxs primero, para levantar y mantener una vida distinta.

La democracia actual no es otra cosa que un camuflaje. La dictadura estableció sus bases.  Es un pacto de silencio. Es otra faceta de la imposición de poder, donde asesinos, políticos y cómplices siguen en perpetua calma, impunes. El Estado, siempre será un enemigo del pueblo y las comunidades.  Nada tiene que ver con el apoyo mutuo y la solidaridad. Los enemigos siguen ahí, solo cambian de máscara. No se puede martirizar la figura de un representante del poder, jamás ningún presidente será compañero. Ni antes, ni ahora”.  Fueron algunas de las palabras pronunciadas por el artista.

La muestra estará un mes abierta en los horarios de funcionamiento del bar. Miércoles a Domingo desde las 19:30 hrs.

A 50 años, ni perdón ni olvido. ningún rostro, ningún nombre está olvidado. Hoy, Libertad a los prisioneros subversivos, en su afán y convicción por la guerra social.