Keith Preston es un anarquista estadounidense que se define como un «socialista anarquista dentro de la tradición bakunista clásica» y considera esta tradición, según sus palabras, como «la heredera más legítima del liberalismo clásico y de su crítica al poder político, económico, militar, eclesiástico y de cualquier tipo».
En su texto «¿Anarquismo o anarco-social democracia?» plantea ésta reflexión:
El anarquismo declinó como movimiento de masas debido, en gran parte, a la traición de la izquierda estatista. (…)
La primera tarea para cualquier forma de anarquismo serio deberá ser, por supuesto, oponerse al estado mismo. Muchos anarquistas contemporáneos parecen haber perdido de vista esto. No es infrecuente que muchos anarquistas contemporáneos tomen posiciones sobre el rol del estado en la sociedad que son virtualmente indistinguibles de las posiciones de los socialdemócratas o, incluso, de los comunistas. […] el aparente entusiasmo de muchos -así llamados- anarquistas por el Welfare State burgués indica que no han desarrollado ninguna crítica del estado más allá de las críticas ordinarias de los teóricos de izquierda, para quienes el estado es simplemente una expresión más del poder económico de la clase capitalista. Esta visión ignora la posición bakuninista clásica, según la cual el estado es una clase social en sí misma y por sí misma, con poderes y privilegios que incluso van más allá de los que tienen las élites económicas.
Para leer el texto completo: El anarcófago.
«La primera tarea para cualquier forma de anarquismo serio deberá ser, por supuesto, oponerse al estado mismo»
Si empezamos así, mal acabamos. Está definiendo un Otro Estado desde la primera frase.
El anarquismo visto cual función es una in-con-gru-en-cia.
En fin…
Totalmente de acuerdo con Carlos.
Bueno ante la incomprensión generalizada que ha despertado este post, veo necesario hacer algunas puntualizaciones… el pensamiento de Preston me ha llamado la atención por dos cuestiones: su radicalidad y su contradicción. Me explico, si leeis el texto completo aboga por una identidad radical anarquista alejada de posturas izquierdistas (si bien defiende una alianza estrategica temporal), llegando incluso a oponerse a las leyes de control de armas por otro lado con mucha razón habla de la gran carencia del anarquismo actual que consiste en no haberse adaptado a las condiciones de las sociedades contemporáneas convirtiendose de este modo en una nostalgia de tiempos pasados cuando el anarquismo era la proa del movimiento obrero, para terminar reivindicando la experiencia de la revolución española del 36 como el modelo a seguir, siendo esto la gran contradicción.
No estoy de acuerdo con Preston en su defensa de las armas y las guerrillas, pues como ya ha explicado Garcia Calvo ese ha sido el gran error de los movimientos emancipatorios, usar las herramientas del Poder (en este caso las armas), confundiendo medios con fines, cuando los medios ya estan en si mismos llenos de fines. Como Garcia Calvo defiendo que nuestra unica arma puede ser el sentido común y el lenguaje.