info y foto por Bernar SF
Çebiya, 4 de diçiembre.
Un grupo de compañerâ a recorrío oy dîttintô puntô de la çiudá pa çeñalâh y heolocaliçâh antiguô êppaçiô de repreçión franquîtta: cárçelê clandêttinâ, comiçaríâ y edifiçiô donde, entre 1936 y 1977, el aparato fâççîtta ençerró y torturó a andaluçîttâ. Muxô de eçô lugarê funçionan oy como otelê, apartamentô turítticô o enclabê de biçita obligá. En bariô no queda râttro de çu îttoria; en otrô çe intenta borrâh cuanto antê cuarquiêh memoria incómoda.
La âççión recuerda que la côttrûççión de Andaluçía como pueblo no naçe de una pôttâh ni de un êl-logan, çino de décadâ de perçecuçión, murtâ, inabilitaçionê, dêttierrô y açeçinatô. No ablamô de un paçao remoto: çû conçecuençiâ arcançan a madrê, padrê y heneraçionê bibâ. Çeñalâh êttô êppaçiô êh una forma de impedîh que la ânneçia îttituçionâh combierta la repreçión en anéddota o permita blanqueâh una çupuêtta derexa andaluçîtta.
En êtte 4D, cá cuâ çelebra como quiere. Pero la memoria de quienê pagaron er preçio mâh arto êççihe preçençia en lâ cayê y rexaço a cuarquiêh intento de reêccritura der paçao.
Biba Andaluçía libre,
por Palêttina, er Çáara y toa la umanidá.
câtteyano
Sevilla, 4 de diciembre.
Un grupo de compañeras ha recorrido hoy distintos puntos de la ciudad para señalar y geolocalizar antiguos espacios de represión franquista: cárceles clandestinas, comisarías y edificios donde, entre 1936 y 1977, el aparato fascista encerró y torturó a andalucistas. Muchos de esos lugares funcionan hoy como hoteles, apartamentos turísticos o enclaves de visita obligada. En varios no queda rastro de su historia; en otros se intenta borrar cuanto antes cualquier memoria incómoda.
La acción recuerda que la construcción de Andalucía como pueblo no nace de una postal ni de un eslogan, sino de décadas de persecución, multas, inhabilitaciones, destierros y asesinatos. No hablamos de un pasado remoto: sus consecuencias alcanzan a madres, padres y generaciones vivas. Señalar estos espacios es una forma de impedir que la amnesia institucional convierta la represión en anécdota o permita blanquear una supuesta derecha andalucista.
En este 4D, cada cual celebra como quiere. Pero la memoria de quienes pagaron el precio más alto exige presencia en las calles y rechazo a cualquier intento de reescritura del pasado.
Viva Andalucía libre,
por Palestina, el Sáhara y toda la humanidad.
