Ayer el barrio del East Village de NY apareció cubierto con carteles que reproducían la conversación de Trump donde relataba un asalto sexual.
Cuando la grabación de esa conversación fue filtrada a los medios de comunicación, hace ya cinco meses, muchos supusieron que sería el fin de la carrera presidencial del millonario, cosa que no pasó, como bien sabemos. La defensa de Trump ante la filtración, consistió en afirmar que no se trataba de otra cosa que de una «conversarión de vestuario» entre machotes bromistas. Olvidadas estas declaraciones entre el continuo flujo mediático, artistas anónimos han decidido recuperarlas para exhibirlas en el espacio público mediante esta campaña que tuvo lugar ayer, día de la mujer trabajadora.