Toda construcción habla de aquellos que la levantaron y de su tiempo aún cuando ya no tengan la función para la que fueron erigidos.
Este cortometraje de 10 minutos es el primero que realizó Alexander Kluge. Su montaje está concebido con el propósito de reflejar la noción de que el pasado sobrevive en las ruinas arquitectónicas determinando nuestro presente mucho más de lo que creemos. Kluge se centra en la arquitectura del período nazi, con el propósito de explorar ese capítulo de la historia alemana frente a la amnesia cinematográfica de la década anterior.