¡Cómete las pastillas, cómete las pastillas!

¡Cómete las natillas, cómete las natillas! es la frase que su cerebro le dice a Hommer Simpson mientras éste trata de elaborar un plan para seducir a Marge.


Como muchos de vosotros ya sabréis por experiencia propia algunas drogas funcionan suplantando las moléculas de la recompensa (endorfinas y dopaminas) que el cerebro produce de forma natural o potenciando de manera artificial su producción. Entre este último grupo se encuentra la metanfetamina (aka MDMA) en cuya presencia se liberan grandes cantidades de un neurotransmisor llamado serotonina.
Ya sabíamos (por que nos lo han contado) que las consabidas pastillas son cada vez peores y ahora sabemos (porque lo hemos leído) que esta afirmación de carácter mítico es una respuesta social a la pérdida de capacidad personal para producir serotonina y, en definitiva, no tiene nada que ver con la pérdida de calidad del producto.
He leído en éste artículo de la sección de noticias sindicadas del NYTimes que estudios recientes con escaner de resonancia magnética revelan, según este otro árticulo publicado en The Journal Of Neuroscience algunos inconvenientes producidos por el abuso (ojo: «abuse» en el original, nótese la diferencia con «uso») de MDMA, entre los que cabe destacar:
Un 11% de pérdida de «tejido fino» («tissue» en el original) en el sistema límbico, implicado en la experiencia emocional.
Una pérdida de un 8% en el «tejido fino» del hipocampo, implicado en la gestión de la memoria.
Una inflamación del 10% en la materia blanca (fibra nerviosa que conecta diferentes áreas).
Como decía Hommer Simpson a su cerebro con ocasión de un examen: «tú y yo nunca nos hemos llevado bien, pero ahora debemos trabajar juntos en esto».

3 responses to “¡Cómete las pastillas, cómete las pastillas!

  1. Rectificar es humano y equivocarse es de sabios, así que tengo que venir a deshacer el error. Metanfetemina no es MDMA (metilendioximetanfetamina) sino el clásico speed. Los estudios del dr. Thompson no versan por tanto sobre éxtasis sino sobre speed.
    La rectificacción es importante porque la polémica sobre el daño irreversible del éxtasis ha sido agria y tiene evidentes implicaciones políticas. El principal protagonista de esta historia es el Dr. Ricaurte, cuyas investigaciones sobre el tema estuvieron basadas en un error (posteriormente reconocido por el propio Ricaurte) al cambiar las etiquetas de sendos frascos de MDMA y metanfetamina. Casualmente, el Dr. estaba financiado por el NIDA (Instituto Nacional para el Abuso de Drogas) y, más casualidad, el mismo NIDA estaba dirigido por Alan Leshner, la misma persona que dirige la revista Science, en la que Ricaurte publicó sus trabajos.
    Por otro lado otros doctores afirman que los daños producidos por el éxtasis no se producen en las propias células del sistema dopaminergico, como defendía Ricaurte, sino en las fibras nerviosas de las células, fibras con capacidad de regeneración. El éxtasis, por tanto, no tendría los efectos devastadores anunciados por Ricaurte e incluso no tendría ningún efecto negativo a largo plazo.
    Parece que estamos ante un evidente intento de criminalización del éxtasis por vía del engaño científico, del alarmismo social y justificado a posteriori como un error en el etiquetado de los productos químicos.

  2. Ya puestos es interesante conocer las posiciones intermedias entre las dos aquí expuestas (la noticia en sí y, luego, la corrección de la noticia). Podéis leer aquí unos comentarios muy informativos al respecto enviados por José Carlos Bouso a la lista de Energy Control.

  3. que tal , ne hice u examen y ne dieron los trigliceridos muy elevados dado a que como bien una buena dieta , puede ser que el consumo de spped aumente el colesterol

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