Salvador Dalí. «Avida Dollars», 1954.
El buque insignia del arte español, el progresista Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, dedica sus salas a una exposición del gran Salvador Dalí, ese franquista, aprovecha también las largas colas para elevar el precio de entrada al museo y la Fundación Dalí, una de las más lucrativas de Europa, explota y gestiona un patrimonio que el artista legó al Estado.
Todos a una. Ese es el secreto de su éxito económico. Todos, incluyendo al despacho de abogados de Miquel Roca (también patrono vitalicio de la Fundación desde 1997), «todo el día a la gresca», en palabras de Sevillano, para que nadie –ni familiares– utilice la marca Dalí en vano, sin permiso y, sobre todo, sin pagar por ello. «En el caso de una tesis doctoral de un estudiante, por ejemplo, el pago sería simbólico», asegura.
Desde que en un alambicado convenio firmado en 1997 el Estado español — «heredero universal», según el testamento del pintor— le cediera la gestión y explotación de los derechos inmateriales de la obra, el activo de la marca, a cambio de un canon anual que supone «entre un 4% y un 5%» de los beneficios obtenidos, la Fundación es algo así como la SGAE de Dalí. Salvo porque además ha desarrollado un merchandising impresionante, con unos 600 artículos y ya está explorando los productos de alta gama. «Es la mejor no-inversión del Estado», presume Sevillano, de 50 años, que habla y se desenvuelve como quien se siente tocado por el éxito: amplia sonrisa, actitud resolutiva, andar decidido… Pero que reconoce que cuando llegó en 2003, de la mano de Boixadós, «solo sabía de Dalí lo que había estudiado en el instituto». No obstante, metido convencionalmente en un traje, defiende sin complejos en conferencias la eficacia de un trabajo organizativo basado en el pragmatismo y en lo que él entiende como «independencia política y económica». «Ordenamos y optimizamos los derechos. Para los contenidos están otros. Y ahí están nuestros resultados».
En ese terreno, y mientras la nueva Ley de Propiedad Intelectual no parece ir ni para adelante ni para atrás, los gestores dalinianos están a la vanguardia. «Lo peleamos todo, dentro y fuera de España. Los derechos lo son en el mundo entero, también en Francia», dice aludiendo de pasada al caso de la familia Dalí. «Hay que creérselo, en lo único que somos primeros espadas es en patrimonio cultural, hay que sacar pecho, como está haciendo ahora el museo del Prado».
¡Hombre! ¡Alguien que se atreve con el hit del verano!!!
Vergonzoso, de verdad.
En un momento tan brutal como el que estamos viviendo y el Reina programa para el guiri… Aupando además a una figura absolutamente deleznable: Avida Dollars, el divino siempre arrodillado ante el mejor postor.
Pa mear y no echar gota.
San Dalí!
Crea empleo! Aumenta la facturación! Es «wonderful»!
http://www.rtve.es/alacarta/videos/telediario/exposicion-dali-museo-reina-sofia-mas-vista-historia-del-museo/1974325/
Fátima Báñez dimisión (y la virgen del Rocío, por elevación)
Anónimo, por qué será que lo que compartes me recuerda a los mensajes optimistas (y totalmente alejados de lo artístico) de los medios ante otro gran fenómeno del arte nacional…
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/08/08/cultura/1375981400.html
http://www.aragontelevision.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.56700/relcategoria.1093/idmenu./chk.9c6909564166f33ea28d11886bb6b426.html
«Dalí tiene la mano tendida, pero yo solo veo la falange.» Pablo Picasso.