Los postulados de la democracia directa más radical acaban de saltar por los aires con una propuesta que lleva la relación de los políticos con el votante al plano físico más íntimo: el sexual. La candidata al senado por el partido belga NEE (NO en flamenco) ha prometido (una promesa electoral de calado), no 40.000 jobs (trabajos), sino 40.000 blow jobs (mamadas)…
En su página electoral www.nee-antwerpen.be, Tania ofrece sexo oral a quienes se registren…
Pero tras esta provocadora promesa electoral, que ya veremos si cumple, hay una reivindicación nada desdeñable que recoge un clamor más o menos insistente de cierta sección del votante disconforme con los partidos politicos tradicionales y el bipartidismo rampante que padecemos, que seria aquella de registrar el voto en blanco y contabilizarlo en escaños vacíos, como una fuerza política más.
La candidata felatriz ha declarado: «Abogaré por la inclusión en la legislación electoral, a todos los niveles, de la posibilidad de expresar un voto de protesta, un NO, a la manera del voto en blanco». Y también: «Los electores que voten NO también podrán decir si su voto está dirigido contra algún partido en particular que los haya defraudado, de manera que la formación sepa cuántas personas no están de acuerdo con su política».
por supuesto que no lo va a cumplir… la campaña de las felaciones también es una protesta contra las acostumbradas promesas imposibles de los demás candidatos. la idea es algo así como «puestos a prometer absurdos para llamar la atención, por qué no uno que la llame realmente y ridiculice las demás?».
me parece una campaña muy bien hecha (no olvidar que la candidata de la foto es, además de atractiva, experta en marketing).
un saludo.
de puta madre…
si me toca entre los veinte primeros
tiene mi voto
después ya me abstengo…
joder que lindo sería
que todos los demás siguieran su ejemplo…
saluditos
Bueno, para ser una experta en marketing, digamos que no ha sido excesivamente sutil
40.000 felaciones son 500 días a 80 sesiones de sexo oral diarias.
el uso de preservativo (que debe comprar el votante), un límite de 5 minutos y libertad para que la candidata lleve la iniciativa, de modo que no le pidan una «introducción más profunda» que la que ella quiera hacer.
suponiendo 9 minutos entre «toma y toma», son 12 h. netas de trabajo durante casi 2 años.