Las plantillas que nos envías son chulísimas. Recibí la publicación que habéis confeccionado en tipógrafos sobre el tema. Es una pasada y yo también tenía ganas de sacar una nota sobre la realizaciÔøΩn de plantillas.
Observo un curioso fenómeno:
Por un lado el trabajo con plantillas condiciona muchísimo el lenguaje gráfico. Los acabados, perfiles y contrastes remiten con claridad y rapidez a la técnica con la que se hacen. El spray, el trozo de cartón que deja pasar algunas gotas estarcidas fuera de los límites que le corrresponden, la tipografía stencil…
Por otro lado la técnica ha sido enormemente exitosa en el campo de la reivindicación social por la rapidez de aplicación (que permite la huida), la velocidad de lectura (gracias a la síntesis gráfica a la que obliga la técnica y que permite competir en un espacio saturado de mensajes visuales), el bajo coste y la adaptabilidad a todo tipo de superficies sin preparación previa.
De modo que, en este marco tenemos a los diferentes autores adaptando todo tipo de motivos y reproduciéndolos con mejor o peor fortuna por territorios diversos.
En mi opinión se invierte un fenómeno al que nos hemos acostumbrado: la asimilación y reutilización de símbolos producidos en el ámbito de la cultura alternativa, reivindicativa o antagonista. Ahora nos encontramos ante el fenómeno contrario: la utilización de una técnica claramente relacionada con la reivindicación social para convertir cualquier cuestión en icono social, mensaje antagonista o protesta instantánea.
Burroughs o Bowie, Bukowsky o Iggy Pop, da igual, cualquier cosa puede pasar por el tamiz de lo político y transgresor si está impreso con un spray y una plantilla.
Y mi conclusión no es descalificadora. Más bien quiero llamar la atención sobre el panorama que surge de la contaminación recíproca entre dos mundos, que no son más que dos extremos de una misma cosa. Un escenario autogenerativo (en virtud de la recursividad entre estos dos extremos) que incluye la contradicción y la paradoja en los argumentos, las intenciones y, en definitiva, las miradas como las de estos artistas que tratan de reivindicar lo ya asimilado, exaltar lo ya cotidiano y discriminar lo ya indiscriminado. En este escenario ya no se puede clasifcar con las categorías tradicionales de lo político o lo poético porque, como se hace aquí evidente, una cosa contiene a la otra.
Mirad que interesante artículo sobre unos pioneros del «stencil» político en Madrid; el grupo Preiswert:
Preiswert Arbeitskollegen
Sociedad del Trabajo No Alienado
Artículo de Pepi Osborne Camarasa aparecido en el # 5 de la revista Página Abierta 1995.
Si vives en Madrid y pasas de vez en cuando por el centro, las tienes que haber visto, pequeñas, seriales, enigmáticas, discretas, anónimas; todo lo contrario, en definitiva, de una pintada, firma de Narciso grafitista o inflamada reivindicación laboral. Estilísticamente aparecen esgrafiadas con plantilla, rehuyendo así el trazo, el rastro, la firma aurática de quien las plasmó. Cuando presentan alguna figura, ésta suele ser mínima o estilizada, la cuerda de presos de CORCUERDA, la explosión de estrellas comunitarias de EUROPE√âOS, el bombo del propio logo de la Lotería Nacional en 6 DE JUNIO SORTEO EXTRAORDINARIO o la porrita de RACI√ìN DE ESTADO. Pero no es frecuente que la «artisticidad» de la plantilla trascienda el texto y el texto mismo suele presentar una sobriedad característica: tipografía «stencil» clásica, la que asociamos a las advertencias («frágil», «inflamable»…) de los embalajes, o en la historia artística, a los primeros collages cubistas y dadá. La mención de dadá resulta oportuna en relación con el elemento humorístico, o, más a menudo, la ironía corrosiva que casi siempre implica el texto: EL SILENCIO DE AMEDO ESTÁ SOBREVALORADO, culta alusión a la obra de Beyus sobre el silencio de Duchamp, o la maquiavélica asociación entre Solchaga e Ynestrillas en SOLCHAGA YNOCENTE, PLAN ROLDÁN DE PENDIONES, HACIENDA SOMOS TONTOS, o, más recientemente, AMOR PLATÁNICO.
Quiero insistir en el aspecto «discreto», estéticamente neutro, de las pintadas PREISWERT porque es parte esencial de un proyecto artístico de llamativa coherencia. En verano de 1993 (# 46) de la revista El Europeo publicó como editorial una «Virgen de Sarajevo» confeccionada por Preiswert a partir de una foto aparecida en El País y la siguiente nota informativa sobre el grupo:
«Preiswert Arbeitskollegen (Sociedad de Trabajo no Alienado). Movimiento de masas nacido en Madrid en 1990 con el propósito de recuperar el control de los canales de comunicación que constituyen el verdadero ecosistema contemporáneo. Tal es el objetivo que Preiswert se ha propuesto para el año 2000. Precisamente porque el horizonte es la recuperación de TODO el sistema comunicativo, lo que se propugna desde Preiswert son fórmulas mínimas, fáciles, baratas, de intervención que posibiliten el contagio a toda la sociedad de una actividad de reapropiación de los canales y de los lenguajes. la imagen fotocopiada, el texto aplantillado, la sutil – menos medios, mayores resultados – distorsión de la valla publicitaria, la recalificación, en fin, de cualquier canal de comunicación, género artístico u objeto de uso o de consumo, son así, hoy por hoy el ámbito de la actividad Preiswert. »
Para quien conozca el trabajo «no alienado» de Preiswert, la pretensión delirante de recuperar «TODO el sistema comunicativo en diez años constituye una manera típicamente humorística (como es humorístico hablar de «movimiento de masas» para referirse a la anonimia de los miembros del grupo y a su énfasis en lo colectivo) de plantear a un mismo tiempo la naturaleza utópica de cualquier proyecto artístico hoy en día y el hecho indudable de que bastaría con que los ciudadanos se decidieran a «recuperar» los canales y los lenguajes para que el mundo cambiase de la noche a la mañana. Es con la idea de «contagio», por lo tanto, con lo que hay que relacionar la austeridad de medios y de estilo que caracteriza a las intervenciones Preiswert, la idea de ejemplificar con qué poco se pueden reocupar los espacios que le han sido usurpados a la comunidad por unos medios de comunicación que ya no hay por qué considerar sino totalitarios y, por ende, enemigos. Y no será Preiswert mismo, como grupo, quien en el futuro utópico al que se refiere su propuesta llevará a cabo la recuperación de todos los canales y lenguajes, sino los grupos e individuos proliferantes, «contagiados», como se contagia la risa, por un tipo de actividad que está al alcance de cualquiera.
He empezado refiriéndome a las pintadas Preiswert porque ésta ha resultado la menos efímera de las actividades del grupo. Pero el «trabajo no alienado» de los arbeitkollegen ha adoptado muy diversas formas y maneras en su vocación de reocupación de los espacios y los canales. La valla publicitaria por ejemplo, ha sido desde un primer momento un espacio favorito de la actividad Preiswert. Estéticamente, intervenir sobre un anuncio, manipularlo, supone trabajar en la tradición de las dos revoluciones más decisivas en la historia artística del siglo: la del «collage» y la del «ready-made». Nada hay más «ready-made» en las sociedades industrializadas contemporáneas que la imagen publicitaria, en la que se funden la circulación del dinero y la de los demás lenguajes. Intervenir sobre esta circulación, redistribuir los significados, supone crear cortocircuitos que visibilizan la naturaleza semántica del dinero y la economía del lenguaje. pero además la utilización de vallas publicitarias como espacio de intervención tiene sobre otras intervenciones la ventaja de que el propio espacio de la valla vale dinero/tiempo, es objeto de venta y alquiler, y actuar sobre él supone, por lo tanto, transgredir las propias reglas autoritarias del juego, las que privatizan el espacio público, el foro ling√ºístico que es la calle o el andén de metro en el que la valla aparece. No sólo se altera aquí la intención del anunciante, sino que se opera sobre la semiosis misma de la propiedad ling√ºística, protagonizando simbólicamente un acto de devolución de ese espacio público a la sociedad, su legítimo propietario.
En sus cinco años de existencia, Preiswert ha reocupado vallas publicitarias en numerosas ocasiones y con grados diferentes de brillantez en los resultados. Tal vez la más ambiciosa y conseguida de estas reocupaciones haya sido la efectuada el 27 de octubre de 1991 sobre una valla luminosa situada en el cruce de las calles Ríos Rosas y Alonso Cano de Madrid. La valla anunciaba ron Bacardi y en ella aparecía el bronceado joven portador de frutas y botellas sobre un fondo de palmeras y mar caribeño color turquesa. La manipulación consistió en la sustitución del texto del anuncio por la frase «Et in Bacardia yu-yu», en la que se efectuaba un juego conceptual que implicaba referencias tanto al ensayo más conocido del iconólogo Panovsky sobre un cuadro de Poussin como a las pseudolenguas africanas empleadas en los doblajes de las películas de Tarzán. Todo ello para desarticular la fantasía arcádico-caribeña en gesto colonialista y la promesa del ron en resaca. En otras ocasiones se han manipulado vallas de El Corte Inglés, del Barclays Bank, de cigarrillos Silk Cut, de whisky JB y de otras marcas y productos comerciales.
La manipulación de vallas y la poética del «ready-made» que Preiswert aplica a su trabajo en éste y en otros terrenos sugiere una línea de pensamiento característica de toda la actividad del grupo y que consiste en la aplicación al terreno comunicativo de conceptos ecológicos como puedan ser los de la responsabilidad y el reciclaje. En un contexto inflacionario de mensajes que constantemente proliferan saturando los canales, tiene bien poco sentido contribuir a la superproducción de nuevos mensajes. La preferencia en las intervenciones Preiswert es, siempre que sea posible, por la reutilización de mensajes anteriores. Esto es aplicable a todos los ámbitos de la actuación del grupo, que contempla colmar su aspiración estética el día en el que con la conversión en una coma de un punto del mensaje anterior consiga un máximo de redistribución semántica al cambiarle el signo a un signo. No se trata en el trabajo estético de grandes inversiones de medios, sino al contrario, de mínimas intervenciones que obtengan un rendimiento máximo. En esto Preiswert adopta un pragmatismo de raíz netamente capitalista.
La cuestión a la que el proyecto Preiswert se enfrenta de manera más directa es la de la irrelevancia del arte en la vida de las sociedades industrializadas contemporáneas, donde museos y galerías admiten los mensajes, imágenes y objetos más perturbadores a condición de que queden reducidos al ámbito artístico, lo que convierte al arte en una especie de vacuna contra cualquier fantasía de transformación. En esta situación, Preiswert, con su borrado de las fronteras entre el espacio artístico y la calle, con su nivelación del medio artístico y todos los demás medios y canales, hace por devolver el arte a la vida de la sociedad: no es a los artistas profesionales a quienes corresponde hacer el arte de nuestro tiempo, sino a los ciudadanos; no será en las iglesias donde sucedan los eventos artísticos significativos, sino en los ámbitos públicos en general, de cuyo conjunto los espacios artísticos no constituyen sino una pequeña porción un tanto enrarecida.
En relación con este borrado de la línea divisoria entre los espacios artísticos y el exterior, resulta especialmente interesante el acto de inauguración de la Galería Nómada Preiswert el 18 de diciembre de 1991 en el andén de la estación de Atocha del Metro de Madrid. En aquella ocasión Preiswert ponía a la venta aquellas vallas cuya torpeza retórica hacía transparente su naturaleza agresiva, violación por parte de una instancia privada de un ámbito público. El acto de selección y acordonado pro parte de Preiswert de dos vallas de sidra-champán El Gaitero y la «venta» de éstas (por el procedimiento de yuxtaponerle el punto rojo – «vendido» – utilizado en las exposiciones comerciales de galerías de arte) a sendos mecenas de las artes no fue interrumpido por autoridad alguna. Tras dos horas de amistosa charla y de consumo de vinos y canapés por parte de los asistentes al acto, las vallas fueron vendidas a los compradores por un precio equivalente al de los mencionados vinos y canapés. Se lanzaba así un nuevo concepto de mecenazgo en el que los mecenas no se veían obligados a llenar su casa de objetos artísticos, a menudo pesados, voluminosos y dados a atraer el polvo y la suciedad; bastaba con ser fotografiado en el momento de comprar la pieza para pasar a la Historia como mecenas de las artes. Y la consigna: «¡Adquiera prestigio!».
La inauguración de la galería Nómada Preiswert constituye un tipo de intervención sobre el espacio público al que los arbeitskollegen son especialmente aficionados. Por supuesto, constituye un tipo de actividad completamente efímero, del que solamente queda el recuerdo en la memoria de los asistentes. En una línea parecida, y en el contexto de un festival de performances organizado por la Galería El Ojo Atómico en otoño de 1993, Preiswert invitó al grupo Tendero Luminoso, una especie de brazo armado de las PYMEs, a realizar el proyecto «Llegó la hora del saqueo». El proyecto se llevó a cabo el 17 de octubre y comenzó en los andenes del metro Sol, donde se procedió a la intervención de una valla publicitaria de El Corte Inglés. Tras su intervención, la valla invitaba a los clientes del gran almacén a llevarse todo lo que pudiera llevarse puesto. Se distribuyeron dípticos publicitarios igualmente intervenidos y miembros de Preiswert y de Tendero Luminoso, así como el público en general, se encaminaron a El Corte Inglés de la calle Preciados, donde empezaron a aprovisionarse de cuanto pudieron mientras el grupo de seguridad del almacén era distraído – inmovilizado, de hecho – por la presencia de una cámara de vídeo que graba la intervención. El proyecto fue un éxito completo.
Sin embargo, y aunque Preiswert ha demostrado repetidamente su talento para este tipo de intervención, implica una complejidad organizativa que la hace excepcional. Mucho más frecuente es que el grupo trabaje en medios más humildes, como la camiseta, a la que Preiswert vuelve todas las primaveras, serigrafiándolas a mano y distribuyendo varios cientos todos los veranos, o la pegatina. Una pegatina especialmente interesante es la que Preiswert imprimió y distribuyó durante la Guerra del Golfo, al aparecer en los periódicos que los aviones estadounidenses que bombardeaban Bagdad despegaban de la base aérea de Morón. La pegatina tenía la forma y el tamaño exactos de la moneda de cien pesetas y en ella aparecían los colores de la bandera nacionaly la inscripción «ESTADO UNIDENSE». Preiswert puso en circulación, pegadas en monedas, 50.000 de estas pegatinas en Madrid, Málaga y Sevilla. Ello supuso una operación de ocupación simbólica del vehículo pro antonomasia de la circulación en las sociedades postindustriales, el dinero.
No resulta fácil resumir en un espacio tan breve la actividad de Preiswert desde su aparición. Su tendencia a utilizar canales y vehículos mínimos y efímeros hace difícil historiar su trabajo no alienado, pero constituye a su vez su fuerte, favoreciendo el «contagio», y haciendo visible la facilidad con la que cualquier ciudadano puede en cualquier momento, con el medio que tenga más a mano, incorporarse sin más a este movimiento de masas.
 
 
 
…soy malo para comentar con algo de rigor estas cosas,así q os paso un link interesante para esta ocasión.
Shepard Fairey estudiante de diseño es el autor de la «campaña» Obey The Giant.. (obedece al gigante) como proyecto final a sus estudios de diseño gráfico. Enfocado como un experimento de fenomenología.. por medio de las plantillas, pegatinas o carteles..asi pretende en este caso el artista llamar la atención del espectador ante un elemento ajeno a su entrono y cuasando desconcierto y extrañeza…mas o menos explicadonlo de forma rápida y simple.. 🙂
Usa como logo la cara de Andre Andr√® Roussimoff «El Gigante», luchador de wrestling que sufría gigantismo.. y q si alguno vio la Princesa Prometida..le sonara su cara. un abrazo y disculpar las faltas de ortografía y la mala redacción. 🙂
The Obey campaign can be explained as an experiment in Phenomenology.
The first aim of Phenomenology is to reawaken a sense of wonder about one’s environment.
The Obey campaign attempts to stimulate curiosity and bring people to question
both the campaign and their relationship with their surroundings.
Because people are not used to seeing advertisements or propaganda for which the motive is not obvious,
frequent and novel encounters with Obey propaganda provoke thought and possible frustration,
nevertheless revitalizing the viewer’s perception and attention to detail.
The medium is the message http://www.obeygiant.com/articles.html
soy artista plastica , (pintura) , pero desde hace un tiempo me dedico al terrorismo urbano en mi ciudad , lo mio es con un tinte politico, directamente , de vez en cuando , acoto un chiste en alguna plantilla, pero ultimamente es con lo que siento placer en lo de arte se refiere.
Las plantillas que nos envías son chulísimas. Recibí la publicación que habéis confeccionado en tipógrafos sobre el tema. Es una pasada y yo también tenía ganas de sacar una nota sobre la realizaciÔøΩn de plantillas.
Observo un curioso fenómeno:
Por un lado el trabajo con plantillas condiciona muchísimo el lenguaje gráfico. Los acabados, perfiles y contrastes remiten con claridad y rapidez a la técnica con la que se hacen. El spray, el trozo de cartón que deja pasar algunas gotas estarcidas fuera de los límites que le corrresponden, la tipografía stencil…
Por otro lado la técnica ha sido enormemente exitosa en el campo de la reivindicación social por la rapidez de aplicación (que permite la huida), la velocidad de lectura (gracias a la síntesis gráfica a la que obliga la técnica y que permite competir en un espacio saturado de mensajes visuales), el bajo coste y la adaptabilidad a todo tipo de superficies sin preparación previa.
De modo que, en este marco tenemos a los diferentes autores adaptando todo tipo de motivos y reproduciéndolos con mejor o peor fortuna por territorios diversos.
En mi opinión se invierte un fenómeno al que nos hemos acostumbrado: la asimilación y reutilización de símbolos producidos en el ámbito de la cultura alternativa, reivindicativa o antagonista. Ahora nos encontramos ante el fenómeno contrario: la utilización de una técnica claramente relacionada con la reivindicación social para convertir cualquier cuestión en icono social, mensaje antagonista o protesta instantánea.
Burroughs o Bowie, Bukowsky o Iggy Pop, da igual, cualquier cosa puede pasar por el tamiz de lo político y transgresor si está impreso con un spray y una plantilla.
Y mi conclusión no es descalificadora. Más bien quiero llamar la atención sobre el panorama que surge de la contaminación recíproca entre dos mundos, que no son más que dos extremos de una misma cosa. Un escenario autogenerativo (en virtud de la recursividad entre estos dos extremos) que incluye la contradicción y la paradoja en los argumentos, las intenciones y, en definitiva, las miradas como las de estos artistas que tratan de reivindicar lo ya asimilado, exaltar lo ya cotidiano y discriminar lo ya indiscriminado. En este escenario ya no se puede clasifcar con las categorías tradicionales de lo político o lo poético porque, como se hace aquí evidente, una cosa contiene a la otra.
Mirad que interesante artículo sobre unos pioneros del «stencil» político en Madrid; el grupo Preiswert:
Preiswert Arbeitskollegen
Sociedad del Trabajo No Alienado
Artículo de Pepi Osborne Camarasa aparecido en el # 5 de la revista Página Abierta 1995.
Si vives en Madrid y pasas de vez en cuando por el centro, las tienes que haber visto, pequeñas, seriales, enigmáticas, discretas, anónimas; todo lo contrario, en definitiva, de una pintada, firma de Narciso grafitista o inflamada reivindicación laboral. Estilísticamente aparecen esgrafiadas con plantilla, rehuyendo así el trazo, el rastro, la firma aurática de quien las plasmó. Cuando presentan alguna figura, ésta suele ser mínima o estilizada, la cuerda de presos de CORCUERDA, la explosión de estrellas comunitarias de EUROPE√âOS, el bombo del propio logo de la Lotería Nacional en 6 DE JUNIO SORTEO EXTRAORDINARIO o la porrita de RACI√ìN DE ESTADO. Pero no es frecuente que la «artisticidad» de la plantilla trascienda el texto y el texto mismo suele presentar una sobriedad característica: tipografía «stencil» clásica, la que asociamos a las advertencias («frágil», «inflamable»…) de los embalajes, o en la historia artística, a los primeros collages cubistas y dadá. La mención de dadá resulta oportuna en relación con el elemento humorístico, o, más a menudo, la ironía corrosiva que casi siempre implica el texto: EL SILENCIO DE AMEDO ESTÁ SOBREVALORADO, culta alusión a la obra de Beyus sobre el silencio de Duchamp, o la maquiavélica asociación entre Solchaga e Ynestrillas en SOLCHAGA YNOCENTE, PLAN ROLDÁN DE PENDIONES, HACIENDA SOMOS TONTOS, o, más recientemente, AMOR PLATÁNICO.
Quiero insistir en el aspecto «discreto», estéticamente neutro, de las pintadas PREISWERT porque es parte esencial de un proyecto artístico de llamativa coherencia. En verano de 1993 (# 46) de la revista El Europeo publicó como editorial una «Virgen de Sarajevo» confeccionada por Preiswert a partir de una foto aparecida en El País y la siguiente nota informativa sobre el grupo:
«Preiswert Arbeitskollegen (Sociedad de Trabajo no Alienado). Movimiento de masas nacido en Madrid en 1990 con el propósito de recuperar el control de los canales de comunicación que constituyen el verdadero ecosistema contemporáneo. Tal es el objetivo que Preiswert se ha propuesto para el año 2000. Precisamente porque el horizonte es la recuperación de TODO el sistema comunicativo, lo que se propugna desde Preiswert son fórmulas mínimas, fáciles, baratas, de intervención que posibiliten el contagio a toda la sociedad de una actividad de reapropiación de los canales y de los lenguajes. la imagen fotocopiada, el texto aplantillado, la sutil – menos medios, mayores resultados – distorsión de la valla publicitaria, la recalificación, en fin, de cualquier canal de comunicación, género artístico u objeto de uso o de consumo, son así, hoy por hoy el ámbito de la actividad Preiswert. »
Para quien conozca el trabajo «no alienado» de Preiswert, la pretensión delirante de recuperar «TODO el sistema comunicativo en diez años constituye una manera típicamente humorística (como es humorístico hablar de «movimiento de masas» para referirse a la anonimia de los miembros del grupo y a su énfasis en lo colectivo) de plantear a un mismo tiempo la naturaleza utópica de cualquier proyecto artístico hoy en día y el hecho indudable de que bastaría con que los ciudadanos se decidieran a «recuperar» los canales y los lenguajes para que el mundo cambiase de la noche a la mañana. Es con la idea de «contagio», por lo tanto, con lo que hay que relacionar la austeridad de medios y de estilo que caracteriza a las intervenciones Preiswert, la idea de ejemplificar con qué poco se pueden reocupar los espacios que le han sido usurpados a la comunidad por unos medios de comunicación que ya no hay por qué considerar sino totalitarios y, por ende, enemigos. Y no será Preiswert mismo, como grupo, quien en el futuro utópico al que se refiere su propuesta llevará a cabo la recuperación de todos los canales y lenguajes, sino los grupos e individuos proliferantes, «contagiados», como se contagia la risa, por un tipo de actividad que está al alcance de cualquiera.
He empezado refiriéndome a las pintadas Preiswert porque ésta ha resultado la menos efímera de las actividades del grupo. Pero el «trabajo no alienado» de los arbeitkollegen ha adoptado muy diversas formas y maneras en su vocación de reocupación de los espacios y los canales. La valla publicitaria por ejemplo, ha sido desde un primer momento un espacio favorito de la actividad Preiswert. Estéticamente, intervenir sobre un anuncio, manipularlo, supone trabajar en la tradición de las dos revoluciones más decisivas en la historia artística del siglo: la del «collage» y la del «ready-made». Nada hay más «ready-made» en las sociedades industrializadas contemporáneas que la imagen publicitaria, en la que se funden la circulación del dinero y la de los demás lenguajes. Intervenir sobre esta circulación, redistribuir los significados, supone crear cortocircuitos que visibilizan la naturaleza semántica del dinero y la economía del lenguaje. pero además la utilización de vallas publicitarias como espacio de intervención tiene sobre otras intervenciones la ventaja de que el propio espacio de la valla vale dinero/tiempo, es objeto de venta y alquiler, y actuar sobre él supone, por lo tanto, transgredir las propias reglas autoritarias del juego, las que privatizan el espacio público, el foro ling√ºístico que es la calle o el andén de metro en el que la valla aparece. No sólo se altera aquí la intención del anunciante, sino que se opera sobre la semiosis misma de la propiedad ling√ºística, protagonizando simbólicamente un acto de devolución de ese espacio público a la sociedad, su legítimo propietario.
En sus cinco años de existencia, Preiswert ha reocupado vallas publicitarias en numerosas ocasiones y con grados diferentes de brillantez en los resultados. Tal vez la más ambiciosa y conseguida de estas reocupaciones haya sido la efectuada el 27 de octubre de 1991 sobre una valla luminosa situada en el cruce de las calles Ríos Rosas y Alonso Cano de Madrid. La valla anunciaba ron Bacardi y en ella aparecía el bronceado joven portador de frutas y botellas sobre un fondo de palmeras y mar caribeño color turquesa. La manipulación consistió en la sustitución del texto del anuncio por la frase «Et in Bacardia yu-yu», en la que se efectuaba un juego conceptual que implicaba referencias tanto al ensayo más conocido del iconólogo Panovsky sobre un cuadro de Poussin como a las pseudolenguas africanas empleadas en los doblajes de las películas de Tarzán. Todo ello para desarticular la fantasía arcádico-caribeña en gesto colonialista y la promesa del ron en resaca. En otras ocasiones se han manipulado vallas de El Corte Inglés, del Barclays Bank, de cigarrillos Silk Cut, de whisky JB y de otras marcas y productos comerciales.
La manipulación de vallas y la poética del «ready-made» que Preiswert aplica a su trabajo en éste y en otros terrenos sugiere una línea de pensamiento característica de toda la actividad del grupo y que consiste en la aplicación al terreno comunicativo de conceptos ecológicos como puedan ser los de la responsabilidad y el reciclaje. En un contexto inflacionario de mensajes que constantemente proliferan saturando los canales, tiene bien poco sentido contribuir a la superproducción de nuevos mensajes. La preferencia en las intervenciones Preiswert es, siempre que sea posible, por la reutilización de mensajes anteriores. Esto es aplicable a todos los ámbitos de la actuación del grupo, que contempla colmar su aspiración estética el día en el que con la conversión en una coma de un punto del mensaje anterior consiga un máximo de redistribución semántica al cambiarle el signo a un signo. No se trata en el trabajo estético de grandes inversiones de medios, sino al contrario, de mínimas intervenciones que obtengan un rendimiento máximo. En esto Preiswert adopta un pragmatismo de raíz netamente capitalista.
La cuestión a la que el proyecto Preiswert se enfrenta de manera más directa es la de la irrelevancia del arte en la vida de las sociedades industrializadas contemporáneas, donde museos y galerías admiten los mensajes, imágenes y objetos más perturbadores a condición de que queden reducidos al ámbito artístico, lo que convierte al arte en una especie de vacuna contra cualquier fantasía de transformación. En esta situación, Preiswert, con su borrado de las fronteras entre el espacio artístico y la calle, con su nivelación del medio artístico y todos los demás medios y canales, hace por devolver el arte a la vida de la sociedad: no es a los artistas profesionales a quienes corresponde hacer el arte de nuestro tiempo, sino a los ciudadanos; no será en las iglesias donde sucedan los eventos artísticos significativos, sino en los ámbitos públicos en general, de cuyo conjunto los espacios artísticos no constituyen sino una pequeña porción un tanto enrarecida.
En relación con este borrado de la línea divisoria entre los espacios artísticos y el exterior, resulta especialmente interesante el acto de inauguración de la Galería Nómada Preiswert el 18 de diciembre de 1991 en el andén de la estación de Atocha del Metro de Madrid. En aquella ocasión Preiswert ponía a la venta aquellas vallas cuya torpeza retórica hacía transparente su naturaleza agresiva, violación por parte de una instancia privada de un ámbito público. El acto de selección y acordonado pro parte de Preiswert de dos vallas de sidra-champán El Gaitero y la «venta» de éstas (por el procedimiento de yuxtaponerle el punto rojo – «vendido» – utilizado en las exposiciones comerciales de galerías de arte) a sendos mecenas de las artes no fue interrumpido por autoridad alguna. Tras dos horas de amistosa charla y de consumo de vinos y canapés por parte de los asistentes al acto, las vallas fueron vendidas a los compradores por un precio equivalente al de los mencionados vinos y canapés. Se lanzaba así un nuevo concepto de mecenazgo en el que los mecenas no se veían obligados a llenar su casa de objetos artísticos, a menudo pesados, voluminosos y dados a atraer el polvo y la suciedad; bastaba con ser fotografiado en el momento de comprar la pieza para pasar a la Historia como mecenas de las artes. Y la consigna: «¡Adquiera prestigio!».
La inauguración de la galería Nómada Preiswert constituye un tipo de intervención sobre el espacio público al que los arbeitskollegen son especialmente aficionados. Por supuesto, constituye un tipo de actividad completamente efímero, del que solamente queda el recuerdo en la memoria de los asistentes. En una línea parecida, y en el contexto de un festival de performances organizado por la Galería El Ojo Atómico en otoño de 1993, Preiswert invitó al grupo Tendero Luminoso, una especie de brazo armado de las PYMEs, a realizar el proyecto «Llegó la hora del saqueo». El proyecto se llevó a cabo el 17 de octubre y comenzó en los andenes del metro Sol, donde se procedió a la intervención de una valla publicitaria de El Corte Inglés. Tras su intervención, la valla invitaba a los clientes del gran almacén a llevarse todo lo que pudiera llevarse puesto. Se distribuyeron dípticos publicitarios igualmente intervenidos y miembros de Preiswert y de Tendero Luminoso, así como el público en general, se encaminaron a El Corte Inglés de la calle Preciados, donde empezaron a aprovisionarse de cuanto pudieron mientras el grupo de seguridad del almacén era distraído – inmovilizado, de hecho – por la presencia de una cámara de vídeo que graba la intervención. El proyecto fue un éxito completo.
Sin embargo, y aunque Preiswert ha demostrado repetidamente su talento para este tipo de intervención, implica una complejidad organizativa que la hace excepcional. Mucho más frecuente es que el grupo trabaje en medios más humildes, como la camiseta, a la que Preiswert vuelve todas las primaveras, serigrafiándolas a mano y distribuyendo varios cientos todos los veranos, o la pegatina. Una pegatina especialmente interesante es la que Preiswert imprimió y distribuyó durante la Guerra del Golfo, al aparecer en los periódicos que los aviones estadounidenses que bombardeaban Bagdad despegaban de la base aérea de Morón. La pegatina tenía la forma y el tamaño exactos de la moneda de cien pesetas y en ella aparecían los colores de la bandera nacionaly la inscripción «ESTADO UNIDENSE». Preiswert puso en circulación, pegadas en monedas, 50.000 de estas pegatinas en Madrid, Málaga y Sevilla. Ello supuso una operación de ocupación simbólica del vehículo pro antonomasia de la circulación en las sociedades postindustriales, el dinero.
No resulta fácil resumir en un espacio tan breve la actividad de Preiswert desde su aparición. Su tendencia a utilizar canales y vehículos mínimos y efímeros hace difícil historiar su trabajo no alienado, pero constituye a su vez su fuerte, favoreciendo el «contagio», y haciendo visible la facilidad con la que cualquier ciudadano puede en cualquier momento, con el medio que tenga más a mano, incorporarse sin más a este movimiento de masas.
 
 
 
…soy malo para comentar con algo de rigor estas cosas,así q os paso un link interesante para esta ocasión.
Shepard Fairey estudiante de diseño es el autor de la «campaña» Obey The Giant.. (obedece al gigante) como proyecto final a sus estudios de diseño gráfico. Enfocado como un experimento de fenomenología.. por medio de las plantillas, pegatinas o carteles..asi pretende en este caso el artista llamar la atención del espectador ante un elemento ajeno a su entrono y cuasando desconcierto y extrañeza…mas o menos explicadonlo de forma rápida y simple.. 🙂
Usa como logo la cara de Andre Andr√® Roussimoff «El Gigante», luchador de wrestling que sufría gigantismo.. y q si alguno vio la Princesa Prometida..le sonara su cara. un abrazo y disculpar las faltas de ortografía y la mala redacción. 🙂
The Obey campaign can be explained as an experiment in Phenomenology.
The first aim of Phenomenology is to reawaken a sense of wonder about one’s environment.
The Obey campaign attempts to stimulate curiosity and bring people to question
both the campaign and their relationship with their surroundings.
Because people are not used to seeing advertisements or propaganda for which the motive is not obvious,
frequent and novel encounters with Obey propaganda provoke thought and possible frustration,
nevertheless revitalizing the viewer’s perception and attention to detail.
The medium is the message
http://www.obeygiant.com/articles.html
soy artista plastica , (pintura) , pero desde hace un tiempo me dedico al terrorismo urbano en mi ciudad , lo mio es con un tinte politico, directamente , de vez en cuando , acoto un chiste en alguna plantilla, pero ultimamente es con lo que siento placer en lo de arte se refiere.
Esto podría ser la capilla sixtina del plantillismo. Estos chavales se lo tomaban en serio:
http://terribleburgues.blogspot.com/2010/01/la-nueva-action-painting.html