Ejercicio de anulación, la obra de Edwin Sánchez, es un video que repite lo mismo una y otra vez: un hombre reducido a su mínima expresión, sin piernas ni brazos, se expone en la vía pública. El hombre no gesticula, es inexpresivo, pero su mutismo casi infantil se compensa con una mochila abierta que le cuelga al cuello y que confirma que este bulto de humanidad es un buzón de limosna: una parte más de esa franquicia de tres centavos –y menudeos millonarios– donde el negocio consiste en suscitar la compasión humana. Más en ESFERA PÚBLICA
Una mera mezcla entre aquellas otras «cajas cubre indigentes» de Santiago Sierra y la afición por enanos y amputados de los filmes de Jodorowski.
O sea, un coctail que, por sobreabundancia de referencias poco digeridas, no llega a molotov.
Busquemos nuevos cartuchos, o solo nos quedará pólvora mojada.