Es difícil encontrar un aseo público en cualquier ciudad del mundo que no esté cubierto de graffitis, sticks y demás «expresiones espontáneas» del underground. En Berlín quizá es más difícil aún dada la inclinación de esta capital europea a la cultura alternativa.
Aunque lo que sin duda extraña más es el toparse con un graffiti que prohibe hacer garffitis. Es el caso de esta pintada que nos encontramos en el servicio del café del Museo Ramones, que no sólo invita a los clientes a dejar limpio sus «toileten» sino que además incita a que coloques tus «tags» en una gran cadena de cafeterías, símbolo inequívoco de la globalización, como es Starbucks. Quedan abiertas las interpretaciones…