Heroin Stamp es un proyecto del Social Art Collective centrado en la imagen de marca de la heroína en Nueva York.
En el comercio de drogas de la ciudad como en muchos otros negocios, el marketing y la imagen son claves. Los camellos distribuyen la heroína en papelinas (de un papel translucido muy resistente) que habitualmente están estampadas con sellos de colores de atractivos diseños.
Las papelinas han sido recogidas de las calles de NY en el transcurso de los últimos 5 años y el Social Art Collective ha llegado a tener un archivo de 1.800 distintas. El origen del proyecto se dió cuando Pedro Mateu-Gelabert, un sociologo que estudia la relación entre el VIH y el abuso de drogas, se encontró algunas de estas papelinas en un edificio vacío de Bushwick en Brooklyn. Cuando Pedro vió los sellos en las papelinas entendió que ese era el marketing de la heroína, que hasta algo tan demonizado y prohibido como la heroína tiene su propia imagen de marca.
Estas papelinas nos hablan de la complejidad del llamado «problema de las drogas», de la dinámica del mercado ilegal y su distribución, también de las historias individuales de sus consumidores.
En estos sellos la imagen es matizada por las palabras que la acompañan, y las referencias a la vida cotidiana son habituales: los video juegos (Game Over), los medios de comunicación (LIFE), los ídolos de la música (Notorious). Al yuxtaponer lo culturalmente familiar con el tabú social estas imágenes hacen que nos preguntemos por las políticas sociales y como se estigmatiza la adicción y la enfermedad. Cada uno de estos sellos tiene múltiples connotaciones. Los diseños tienden a glorificar el colocón (Monster Power), a señalar los riesgos mortíferos de la adicción (Last Shot) o bien recurren a referencias célebres de la cultura pop (Obama).
No es difícil tampoco cuestionarnos ante este branding de la heroina la eficacia de la prohibición y la hipocresía alrededor de un mercado ilegal que alimenta la corrupción política y policial, asi como la violencia asociada al tráfico.
En esta papelina la palabra Shooters aparece como una advertencia del camello a las bandas rivales:
Y es que al fin y al cabo una de las reglas básicas de la publicidad es explotar la pulsión de muerte de todo consumidor. Eros y Tanatos, ya saben… Last Shot, Game Over, No Exit, No Pain
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La exposición de Heroin Stamp Project en Whitebox