El artista guatemalteco Jorge de León instaló durante 24 horas una guillotina frente al Palacio Nacional de Cultura. De León comenta al respecto, “creo que estamos viviendo una situación oportuna como para que la gente que ejerce el poder escuche y se dé cuenta que el pueblo de Guatemala está hablando y que de verdad haya candidatos valiosos y dignos y no las piltrafas que tenemos ahora.”
El artista busca a través de la historia recordar el origen de la república, una analogía con la revolución francesa. “Se me hace muy atinado el momento actual con el tema de las votaciones, la monarquía de aquel entonces no quiso escuchar a la gente y al final de cuentas todos terminaron decapitados.”
A pesar del origen de la guillotina, el artista comenta que en realidad no busca provocar la muerte de nadie ni tampoco se trata de una invitación a la violencia, “no me interesa violentar la paz sino más bien me gustan las marchas de los últimos meses. Creo que hemos ejercido mucha presión hacia la gente en el poder, la cual no debemos dejar de mantener.
Prácticamente tuve que ir a votar ayer obligado porque no tenía opciones, no hay opciones electorales. No quiero un payaso como presidente y aclaro que no tengo nada contra los payasos porque además no quiero denigrar esa profesión comparándolos con políticos.”
De León refiere que la acción estaba siendo planeada desde un mes atrás. Tiempo durante el que esperó el momento indicado para instalar la guillotina frente al Palacio Nacional de la Cultura. La instalación permanecerá durante todo el día, por la noche será desarmada para posteriormente hacer futuras instalaciones en otras locaciones de la ciudad.
Esteticamente potente, pero cuando el artista habla la caga, esa esperanza en «candidatos dignos» es un oximorón que rebaja bastante la contundencia del objeto. Contra la democracia, siempre.