El siguiente texto es una denuncia por iniciativa de trabajadores en la exposición de arte contemporáneo Documenta 14. Fue publicado hace unos días en la página web www.attack.org.gr con la nota-petición de los trabajadores de difundirlo lo más posible.
La exposición Documenta, celebrada cada cinco años desde 1955 en Kassel, Alemania, es un hito en la historia del arte contemporáneo. Este año, Adam Szymczyk, director artístico de la exposición, ha tomado la decisión de trasladar la exposición por tres meses de Kassel a Atenas, así que la exposición aprenda algo de la situación económica y social en Grecia. Según parece, no le hizo falta mucho tiempo para aprender, así como para imitar al máximo a los peores de los patrones locales.
Documenta sostiene que su decisión de trasladarse a Atenas tiene que ver, entre otros motivos, con el hecho de que está interesada en aprender de la situación en nuestro país y de los resultados de las políticas neoliberales impuestas a Grecia por Europa. En este contexto, anda diciendo que reconoce que los trabajadores griegos viven en condiciones de indigencia, y que se solidariza con el pueblo griego. ¿Pero es esto cierto?
La exposición abrió sus puertas al público el 8 de abril de 2017, y ya muchos medios de desinformación y artistas están diciendo que es el evento artístico más importante en Europa y están hablando del significado de lo que está pasando en Atenas.
Somos un grupo de personas que trabajamos en Documenta desde hace unos días como vigilantes, o sea vigilando el espacio de la exposición y atendiendo al público, informando a la gente de las obras y los eventos celebrados en Documenta. Por desgracia, nuestra experiencia como trabajadoras y trabajadores comenzó con algunos hechos que creemos que es necesario hacer públicos.
Primero, cuando nos entrevistaron para contratarnos nos dijeron que íbamos a cobrar 9 (nueve) euros brutos por hora. Sin embargo, dos semanas después, cuando nos contrataron, nos dijeron que íbamos a firmar un contrato en el cual nuestro salario llegaría a los 5,62 euros brutos. La excusa de este cambio fue que el resto del dinero lo cobraríamos como un bonus. Cuando dicen bonus, desde luego, quieren decir que íbamos a cobrar lo que tenemos derecho a cobrar como trabajadoras y trabajadores, o sea las pagas extraordinarias de Pascua y Navidad, así como la paga por vacaciones al terminar el contrato. Tras presiones ejercidas por una parte de los trabajadores que se negaron a firmar algo que nunca habían acordado, en un encuentro entre la Dirección de Documenta y la agencia (empresa) mediadora Man Power, a través de la cual Documenta ha contratado a los trabajadores, se dijo que los 9 euros serían el coste total de la empresa por trabajador (lo que le costaría a la empresa cada trabajador) y no su salario. No sabemos si ellos al escuchar “9 euros brutos por hora” entienden otra cosa, nosotros, sin embargo, negociamos teniendo como referencia nuestro salario por hora. Por supuesto, cuando se les preguntó, dieron la misma respuesta: “Fue un malentendido”…
Segundo, nuestros contratos no fueron firmados directamente (entre Documenta y los trabajadores), ¡sino que fueron firmados en el último momento, sin nuestro consentimiento y sin avisarnos, entre Documenta y el contratista-mediador Man Power! Con lo cual la Dirección de Documenta sostiene que no tiene ninguna responsabilidad, dado que como patrón aparece la empresa-contratista. Nuestros salarios se redujeron obviamente para cubrir la comisión de esta empresa. Por supuesto, es fácil buscar en Internet información sobre Man Power y las denuncias hechas en el pasado contra esta empresa. Es una de las empresas de su género que han lucrado en plena crisis. El objetivo de dichas empresas es buscar y conseguir los más baratos de los trabajadores. En este caso la empresa ha conseguido reducir el coste de cada trabajador a la mitad.
Tercero, el contrato que fuimos llamados a firmar es para menos días y horas de trabajo que los estipulados (acordados). Cuando preguntamos por qué pasaba esto, la empresa Man Power, la cual se ha encargado de los contratos, contestó lo siguiente: “A corto plazo puede ser que Documenta no os necesite tantos días, por eso con este contrato queda cubierta”. O sea, que nosotros tendremos que comprometernos y rechazar otras posibles ofertas de trabajo para los meses de la duración de la exposición, pero Documenta, dependiendo de las ganas que tenga, puede reducir nuestras horas de trabajo e incluso echarnos a la calle en cualquier momento sin indemnizarnos.
Como trabajadoras y trabajadores en Documenta nos estamos dando cuenta de que una de las lecciones que aprendió Documenta de Grecia es que la crisis y la pobreza han generado las condiciones adecuadas para explotar aún más a los trabajadores y para “flexibilizar” aún más su trabajo. Y por supuesto, en teoría son buenas la sensibilización y la comprensión que muestra la Dirección de Documenta hacia la situación que están viviendo los griegos en este momento, pero en la práctica, business is business. Y los negocios de Documenta, cuyo presupuesto llega a los 70 millones de euros, son muy lucrativos.
Afortunadamente, la respuesta de la mayoría de los trabajadores a la Dirección de la mega-exposición, fue clara: Nos negamos a firmar el contrato hasta que no se nos aclaren por escrito nuestras condiciones laborales precisas.
Denunciamos, pues, la manera de la que Documenta se aprovecha del desempleo en Grecia para reducir el salario de los trabajadores y aumentar sus ganancias, así como las ganancias de la empresa-contratista que se ha encargado de llevar a cabo el tema de los contratos de trabajo. Ya hemos recibido las respuestas de la Dirección de Documenta. Ahora debemos tomar decisiones sobre el cómo vamos a seguir de aquí en adelante.
Qué aprenda, pues, Documenta algo más de Atenas: Que la lucha colectiva de los trabajadores es más fuerte que cualquier mega-institución. Porque ellos tienen más necesidad de nosotros que nosotros de ellos.
Iniciativa de trabajadores en Documenta 14