El abogado Javier de la Cueva ha descubierto cómo le pirateaban información de su página web y, en lugar de denunciar, ha cambiado la redacción de la noticia que estaba siendo enlazada de forma abusiva. El resultado es realmente genial: el propio portal pirata anunciando a bombo y platillo su propia estafa. Aquí hay una captura de pantalla del hecho y aquí la noticia en su portal original. Me parto.
Lo interesante de este caso, en mi opinión, es que se ha conseguido un tipo de regulación proactiva, en lugar de reactiva. En otras palabras, la sorprendente capacidad de autoorganzación de las redes sociales en internet (hablo ahora de autorregulación de la propiedad intelectual) propicia que el delito sea inviable porque se vuelve contra ti de forma inmediata, sin necesidad de un aparato legilslativo, de control a posteriori y, finalmente, de castigo.
Por otra parte la reflexión que impulsa es también sobre el valor de la información en en contexto del procomún. La Web De Javier de la Cueva es la primera fuente mientras que portalabogados, aún conteniendo la misma información, la ofrece de segunda mano. Hay una diferencia en el valor de las dos fuentes, cuya consecuencia es clara: a Derecho Internet (La web de Javier, la primera fuente) no le importa, incluso le viene bien, que su información sea reutilizada por otras fuentes.