El 8 de marzo la policía rusa detuvo a Nadezhda Tolokónnikova y María Aléjina, dos de las cinco componentes del grupo Pussy Riot. El motivo ha sido la profanación de la Catedral de Cristo Salvador de Moscú, dónde tras subirse al altar cantaron » Virgen María, echa a Putin». De este modo querían denunciar el apoyo de los líderes de la Iglesia ortodoxa a Putin.
Ahora las dos activistas de Pussy Riot se enfrentan a una pena de 7 años de cárcel. Para denunciar su situación han iniciado una huelga de hambre.
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