Cáspita, el vídeo del enlace anterior no deja lugar a dudas. Transcribo textualmente. «en este blog [refiriéndose a alguno que desconozco] decía una persona: Franco estaría muy contento de ver su barco ya definitivamente fuera de las miles de posibles vejaciones que tenía».
Cierto, la entrevista es para fliparlo, parece que se ha tomado la consigna «muera la inteligencia» demasiado al pie de la letra.
El análisis de Ángela Molina, muy acertado.
Vaya por delante que no me parece una obra redonda, la obra de Sánchez Castillo; por qué? Por varias razones: la primera, el formato; darle una resignificación a partir del tamaño que presumiblemente tendrán los bloques compactados no me parece acertado, ya que el espectador no puede escapar a la dictadura de la referencia. Dos, la afirmación entre lo real y la construcción simbólica en Picasso, y la consiguiente deconstrucción de lo superestructural en mera forma estructural y organizada (pasar del icono de lo histórico a la forma pura de un cubo). Pero la idea, ocurrente de Sánchez Castillo parece haber irritado el esfínter de Ángela Molina, que más señalar los aciertos de la obra, se pedorrea deslegitimando el “juego” propuesto por el autor. Comparar a Chamberlain con Castillo es de suspenso de la ESO. El artista americano, al igual que Rauschenberg introduce la vida y el mundo que les rodea en el espacio simbólico del arte, y he ahí su discontinuidad interpretativa; pero no, la opción manierista de Sánchez Castillo. El trabajo de comprensiones que Cesar hacía a finales de los años 60 y principios de los 70 hubiera sido el referente más claro. Pero Angelita, niña… deberías saber que las obras de arte que se parecen como gotas de agua, no tienen por qué ser y saber de la misma manera. No hay que equivocar la velocidad con el tocino, aunque este tenga forma de guantera.
Entrevista [vídeo] con FSC sobre el Síndrome de Guernica [Azor]: http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/24/cultura/1327434645.html
Cáspita, el vídeo del enlace anterior no deja lugar a dudas. Transcribo textualmente. «en este blog [refiriéndose a alguno que desconozco] decía una persona: Franco estaría muy contento de ver su barco ya definitivamente fuera de las miles de posibles vejaciones que tenía».
Cierto, la entrevista es para fliparlo, parece que se ha tomado la consigna «muera la inteligencia» demasiado al pie de la letra.
El análisis de Ángela Molina, muy acertado.
No pesqueis en los pantanos.
http://www.youtube.com/watch?v=iCp1WwWEyqs
sÍ, LOS análisis de ángela molina suelen ser muy buenos, nada pantanosos. Vaya mierda de obra
Un post sin duda premonitorio:
El barco original usado en la serie Love Boat ( en tve, «Vacaciones en el mar») va a ser vendido como chatarra.
Toda una oportunidad, oiga.
http://genova.repubblica.it/cronaca/2012/03/06/news/love_boat_viale_del_tramonto_sar_demolito_il_mito_delle_crociere-31025933/
Vaya por delante que no me parece una obra redonda, la obra de Sánchez Castillo; por qué? Por varias razones: la primera, el formato; darle una resignificación a partir del tamaño que presumiblemente tendrán los bloques compactados no me parece acertado, ya que el espectador no puede escapar a la dictadura de la referencia. Dos, la afirmación entre lo real y la construcción simbólica en Picasso, y la consiguiente deconstrucción de lo superestructural en mera forma estructural y organizada (pasar del icono de lo histórico a la forma pura de un cubo). Pero la idea, ocurrente de Sánchez Castillo parece haber irritado el esfínter de Ángela Molina, que más señalar los aciertos de la obra, se pedorrea deslegitimando el “juego” propuesto por el autor. Comparar a Chamberlain con Castillo es de suspenso de la ESO. El artista americano, al igual que Rauschenberg introduce la vida y el mundo que les rodea en el espacio simbólico del arte, y he ahí su discontinuidad interpretativa; pero no, la opción manierista de Sánchez Castillo. El trabajo de comprensiones que Cesar hacía a finales de los años 60 y principios de los 70 hubiera sido el referente más claro. Pero Angelita, niña… deberías saber que las obras de arte que se parecen como gotas de agua, no tienen por qué ser y saber de la misma manera. No hay que equivocar la velocidad con el tocino, aunque este tenga forma de guantera.