Nadie puede negar a estas alturas que vivimos en una deudocracia. Un régimen ilegítimo impuesto por la alianza de las grandes entidades financieras, la denominada troika (FMI, BCE y UE) y los gobiernos regionales cuya ineludible consecuencia es un régimen de mafias, un sistema fallido e intrínsecamente corrupto.
La actual situación, que ahoga todo principio democrático, no es más que la culminación de un nuevo giro histórico ya vivido en países como Ecuador, Argentina o Grecia. El sistema conlleva el enriquecimiento de las oligarquías a costa de una inmensa mayoría que sostenemos su coste económico y político y nos sumerge en una deuda impagable y odiosa.
En nuestro país, vivimos las consecuencias de nuestra historia reciente: el gran fracaso de una transición que perpetuó la dinámica corrupta de las grandes familias financieras y «empresaurias». El régimen bipartidista que sufrimos actualmente no es más que parte del sistema que favorece, precisamente, a estas grandes familias y no a la inmensa mayoría.
Hoy padecemos, más que nunca, sus consecuencias: un retroceso histórico en derechos laborales, igualdad, feminismo, antirracismo y antifascismo. Hay 6 millones de personas desempleadas y la mayor tasa de emigración en décadas; se fomenta la especulación con la vivienda, con la consecuencia del drama diario de los desahucios, y se horadan los servicios sociales y las pensiones. Siguiendo el dictado de intereses privados, se vende la sanidad pública a empresas mafiosas; la investigación, el desarrollo y la inversión quedan desamparadas; la educación pública es desmantelada a favor de la concertada, y la universidad pasa a ser un reducto inaccesible para la mayoría.
Para sostenerse, el régimen se vale de una represión policial creciente y la complicidad de los medios de comunicación de masas, mientras ataca a la independencia de la Justicia.
La solución nunca vendrá de arriba, de quienes forman parte de esta cleptocracia. Es nuestro turno. Echar a la mafia será un primer paso necesario en el camino hacia nuestra soberanía, hacia un cambio de sistema. Ha de abrirse un debate amplio para dar inicio a un proceso constituyente basado en una democracia real que nos permita decidir sobre nuestro futuro político, económico y social a través de herramientas verdaderamente eficaces, que nos conduzcan al autogobierno y que cuente con la participación de todas las personas y de cualquiera. Un nuevo sistema que construiremos juntas, en el que se respeten los derechos humanos y se cumplan los objetivos de justicia y economía social.
No nos quedaremos en la protesta. Es el momento de proponer desde abajo, de manera creativa, democrática y contundente. Porque ya no sirven ni el miedo ni el silencio. Por eso muchas personas trabajamos día a día desde la sociedad civil, en los miles de colectivos, asambleas y espacios ciudadanos que pueblan nuestras plazas y barrios. Pero también por eso seguimos saliendo a manifestarnos por el centro de la ciudad.
Quienes difundimos estas líneas invitamos a toda la población a concentrarse en la Puerta del Sol el sábado 5 de octubre a las 19.00h, y en otras ciudades donde también habrá convocatorias. Sin miedo, sabiendo que entre todas podemos construir un nuevo sistema para decir definitivamente «fuera mafia y hola democracia».
En Madrid, una de las columnas que saldrán de Sol finalizará en Plaza de España. Se anima a las mareas y colectivos a que consesúen sus propios recorridos si lo desean. Además,tomaremos la ciudad realizando acciones distribuidas en diferentes puntos de Madrid.Proponle a tu colectivo, asamblea o grupo de amigas ir a decirle a la mafia que se vaya, de la forma que quieras, en alguno de los puntos de este mapa (o donde queráis). Si tienes sugerencias para insertar como puntos de poder en el mapa escribe a informacion.acampadasol@gmail.com
https://maps.google.com/maps/ms?msid=203130932284871045533.0004e69a528a1ca582fb7&msa=0
http://madrid.tomalaplaza.net/2013/09/18/manifiesto-5oct-fuera-mafia-hola-democracia/