Tenemos derecho a mostrar nuestra antipatía y aversión hacia este tipo. Propongo formalmente desde aquí la convocatoria de un acto ANTI-FRAGA, donde se le haga el homenaje que se merece… por parte de la izquierda y del personal en general. Podrían participar sus propias victimas y familiares de asesinados y desaparecidos. Y de la música del acto, seguro que hay grupos que no dejarían pasar la ocasión de despedirlo de esta forma.
No está todo perdido. Acordaros de Julio Robles! http://www.libertaddigital.com/sociedad/antitaurinos-profanan-la-tumba-del-torero-julio-robles-1276337941/
Bueno, quizás Somos La Ostia y La Polla Records si tuvieron huevos, que son canciones de hace casi 30 años.
Ahora de lo que se trata es que entre tanto baboseo necrológico reluzca un poco la verdad, no vaya a ser que se nos olvide que esta es una democracia construida por fascistas
eso es cierto, esta democrazia es una mierda tan grande como todos los extremismos. y lo penoso es ver cómo todos alaban a este hijo de la gran puta que todo lo hizo por españa
, este es un blog que sigo desde hace tiempo y me gustan los temas que trata y la forma d llevarlos pero hoy os habeis pasado.Un poco de respeto a los muertos, jamás sepuede celebrar el fallecimientode nadie.
Y lo digo con pleno convencimiento y además siendo de los que lo hacen AL REVES
la ley de memoria histérica debía estar ahora en todo su esplendor. lo peor es ir de demócrata, como si eso añadiera algo decente o católico. Y lo flagrante es que se pretenda que aquí alguien apoya a este ejemplar. estamos en lamisma línea pegamín
y muere un político (bueno o malo) y los radicales, los extremistas y los fanáticos se corren. ese es vuestro orgasmo. pero nada cambia; todo sigue igual, a las puertas de la máxima desesperanza. el paro aumenta, el dinero brilla por su ausencia y, el ocio se difumina. bienvenidos al sinsentido de muchas pasiones estúpidas.
te vas por las ramas… ya sabrás que el extremismo es una actitud totalitaria, justamente como al que criticas,
ah y mi padre también es fanático, pero de la botella «los asiduos al bar»
«Yo tengo más respeto para un hombre que me permite conocer cual es su posición, incluso si está equivocado. Que el otro que viene como un ángel pero que resulta ser un demonio». Malcolm X
Esta bien pensado esto del respeto incondicional a los muertos que impone «nuestra» moral.
Gracias a esa simple jugada, los cabrones evitan de que se digan las cosas claras hasta cuando son fiambres.
Estaría bien conseguir que cuatro marines pichacortas mearan sobre la tumba de Fraga… si viene Obama de visita oficial se lo pedimos.
Susej, yo no es por nada, pero… te das cuenta que el cadáver Iribarne, en vida, te habría calificado de invertido?
Ay, jesús, que cosas…
Susej, pásate por aquí http://bit.ly/zfN2KT
y dime luego si te no te dan ganas de pasarte el respeto por los cojones. El que quiera corrección política que vea «la sexta», aquí preferimos recordar los hechos.
no voy a ser yo quien defienda al fascista hp de Fraga, pero creo k las cosas se hacen cuando uno esta vivo, me refiero a actos ANTI y gilipolleces de esas que planteaba Santi. ( que creo k en el fondo ensalzan mas al personaje)
por mi parte no pienso perder ni un minuto mas de mi vida en recordar a esta basura de hombre ya sea para bien o para mal.
Pego aquí también un cometario que he colgado en el artículo original de J.L.Marzo que Pablo enlaza:
«Sin dejar de lado su papel en el régimen de Paquita la culona o su condición de Padre de la Patria en nuestra ejemplar transición, no podemos olvidar el legado de Fraga en su etapa final como presidente autonómico-zombie, que supone hoy una losa enorme sobre la cabeza de los gallegos.
Me refiero, destacándola sobre tantas otras aberraciones, a la “Cidade da Cultura”, el megalómano complejo arquitectónico construido en Santiago de Compostela por voluntad expresa de don Manuel, que el actual gobierno de Feijoo intenta tímidamente ir dotando de contenidos, contando con la colaboración y complacencia de agentes culturales y artistas que, desde el cinismo o la inconsciencia, brindan con su presencia y complicidad un cierto grado de legitimación a esa infraestructura excesiva, destructora del tejido socioeconómico de todo un territorio y mayoritariamente rechazada por la ciudadanía.»
DAVID FERNÀNDEZ | 16/01/2012
Semanario La Directa
Aquí el original en catalán http://www.setmanaridirecta.info/noticia/noticia-fraga
Muere en la cama, impunemente, Manuel Fraga, icono del franquismo y
responsable de los asesinatos de Gasteiz
1963. Se hace un silencio y se escucha un grito. Alguien alza la voz: «Fascista!». Según la crónica de la época de Luis Ramírez en ‘España hoy’: «Fraga se abrió la chaqueta, sacó pecho y contestó: ¡A mucha honra, gracias!». El dramaturgo José Bergamín no lo desdice: «En mi vida he visto mucha gente con fama de fascista o que quería profesar el fascismo, pero sólo he conocido dos de verdad: uno fue José Calvo Sotelo, la otra es Manuel Fraga».
En Europa lo ven prácticamente igual: «Escuche con atención, amigo: usted es buena persona, tanto que raya en la ingenuidad. Monsieur Fraga es un fascista, nació fascista y morirá fascista. Y no obtendrá nada de los gaullistas. Le dice alguien que ha estado luchando contra el fascismo toda su vida». Son palabras de Jean de Lipkowski, responsable de Asuntos exteriores de la UDR francesa. Palabras citadas por Jorge Vestrynge en el libro «Memorias de un maldito» (1999).
De idéntico parecer era la familia de Luis Cernuda, el poeta que inmortalizó los versos «recuérdalo tú y recuérdalo a los otros». Cuando en plena dictadura le pidieron al ministro franquista permiso para que el poeta pudiera asistir al entierro de su madre desde el exilio mexicano, Manuel Fraga Iribarne les espetó: «¡Que se quede donde está! ¡Ya tenemos bastantes maricones en España!». Poco antes, a las mujeres de los mineros en lucha de la cuenca del Nalón de Asturias en 1962, las tildó de “piojosas”. Habían sido rapadas en el cuartel de la Guardia Civil, humilladas y paseadas por las calles de Langreo y reiteradamente golpeadas.
De Palomares a Ruano
En 1966, el ministro estrella de Franco (1962-1969) remojó sus genitales nucleares en Palomares, después de que un B-52 norteamericano perdiera cinco bombas de hidrógeno sobre la localidad almeriense. En bañador, ‘inasequible al desaliento’, anunció a diestro y siniestro que no había pasado nada. Pero Palomares resulto ser, después, el accidente nuclear más grave sucedido nunca en el Estado español: el 29% de la población fué contaminada por plutonio.
Cómo contaminada de mentiras, fue, en 1969, la muerte en comisaría del joven estudiando Enrique Ruano, que inspiró la canción “Que volen aquesta gent” de Maria del Mar Bonet. Fraga ató en corto la campaña de prensa impulsada por ABC -a través del periodista-policía Alfredo Semprún- para presentarlo como un ‘suicidio. El ministro llamó personalmente el padre del estudiante muerto, lo amenazó y le dijo que abandonara toda protesta: le recordó que tenía otra hija de la que preocuparse. Ya se sabe que la diferencia entre mafia y fascismo es, precisamente, que no hay diferencias. Aquel mismo año, Fraga fue el encargado de dirigir la campaña del régimen «25 años de paz» y seis años después, el 24 de enero de 1969, se encargó de anunciar el estado de excepción que llenó las prisiones de luchadores obreros.
De Granados y Delgado a Puig Antich, currículum de muerte
Fraga también está, según todas las investigaciones, detrás la decisión de ejecutar a los anarquistas Francisco Granados y Joaquin Delgado, asesinados por el garrote vil trás un juicio de pantomima en 1963. Un crimen que Fraga justificó por radio y televisión. Con palabras quizás no tan exactas como las que tuvo que escuchar un reportero de Reuters el 20 de mayo de 1974 en Londres. El periodista requería a Fraga, nombrado embajador en el Reino Unido el 1973, con qué legitimidad se constituiría el nuevo gobierno. Siempre torrencial, fuera de sí gritó: “¡Con la legitimidad de las metralletas!”. Antes, en febrero de 1974, Fraga ya había recibido al director de una revista: “Usted no ha venido a verme; ha venido a interceder por Puig Antich”. Obviamente Fraga no movió un dedo. El 1975 tampoco le tembló la mano ni la voz cuando un grupo de la oposición le pidió a la embajada londinense que intercediera por los que serían los últimos fusilados del franquismo, militantes de ETA y del FRAP. El diálogo habla por si solo:
– Usted, como catedrático, estará en contra de la pena de muerte?
– A cierta gente, yo no la fusilaba. Se la tendría que colgar por los cojones –respondió Fraga.
Máximo responsable de la matanza de Gasteiz
El 3 de marzo de 1976, ya nombrado ministro de gobernación al ejecutivo protofranquista de Arias Navarro, comanda personalmente la represión al movimiento obrero autónomo de Gasteiz, que provocó la muerte de cinco trabajadores en el ataque policial a la iglesia de Zaramaga, mientras se celebraba una asamblea abierta. Fraga, el ministro más activo de Franco, fue quién ordenó abrir fuego real, quién va a popularizar entonces aquello de “la calle es mía” y quien manipuló chapuceramente el relato de los hechos. Fraga teorizó que «la responsabilidad íntegra era de los que continúan sacando gente a la calle», pero la visita propagandística al hospital para ver a los heridos no va salirle bien. «Qué vienes, a rematarlos?» preguntó el hijo de un herido. Otro familiar le cerró la puerta. «Fascista», le llamaron, «hijo de puta».
Gritos que todavía resonaban en 2006, con motivo del 30 aniversario de los asesinatos impunes de Gasteiz. Entonces Lluís Llach -que compuso ‘Campanades a mort’ en tributo- declaró: “todos sabemos que aquello fue un acto de terrorismo de estado, ejecutado por responsables ministeriales todavía vivos, todos lo sabemos perfectamente; (…) para nosotros nunca habrá transición hasta que se pida perdón a las víctimas de Gasteiz; los perseguirá nuestra memoria por siempre jamás”.
Ni antes ni después ni durante Fraga retrocede. Sólo tres días después de la matanza, en rueda de prensa, Fraga levanta el brazo y escupe. «El que no haya aprendido la lección de Vitoria, él verá lo que hace (…) el que quiera plantear la lucha, la tendrà. Con todas sus consecuencias. ¡Dejémonos de pamplinas!» brama. Y se deja de pamplinas sólo dos meses después: el 9 de mayo en Navarra. Reincidiendo en la violencia estatal, llegan los muertos de Montejurra, el intento del estado franquista –con Fraga urdiendo la trama ultraderechista en conexión con los servicios secretos- para trabajar la cultura del terror y desactivar los anhelos del cambio político y social que se incubaban en el carlismo autogestionario. De aquella época es otra cita bíblica de Fraga Iribarne: «el mejor terrorista, el terrorista muerto». En 1983 Fraga ficha a Rodolfo Eduardo Almirón, ultra de la siniestra Triple A argentina, como jefe de seguridad de Alianza Popular. Nada extraño: en 1964 Fraga se dirigía por carta a Otto Skorzeny, miembro de las Wafen-SS residente en Pollença (Mallorca) y directamente vinculado en la red Odessa de fuga de antiguos dirigentes nazis.
De Pinochet a Guatemala pasando por Banzer
Franquista resistente, fundador de AP y el PP y a la vez ‘padre de la constitución’, el tiempo mediocre de la farsa de la transición y el camuflaje de la reconversión no van arreglar nada. Franquista de pura cepa, en 1986 propone una ‘marcha sobre Gasteiz’, al estilo mussoliniano de la marcha sobre Roma, para forzar un golpe de estado. En 1999 dice a los militares guatemaltecos responsables de 34 años de genocidio: “Teniente Fraga a las órdenes de todos ustedes. En España desde 1936 hasta la muerte del Generalísimo transcurrió una transición social muy importante: la larga paz”. En el 2000 visita al exdictador boliviano Hugo Banzer y a la salida declara: “Me honra mantener una vieja amistad con el General, por quien tengo admiración”. Tres días más tarde defendía a Pinochet públicamente.
Siempre opuesto abiertamente al esclarecimiento del caso GAL, el 2002, en un documental sobre la guerra sucia en el País Vasco, calificó como “movimiento de autodefensa” el terrorismo de estado con conexión ultraderechista (Batallón Vasco Español, ANE, ATE) de la transición política española y añadió, enigmáticamente, que «volvería a producirse en los próximos tiempos”. Cuatro años después, en una entrevista a ‘El Pais’ el 30 de abril de 2006 afirma no arrepentirse para nada del fusilamiento de Julian Grimau. Fraga fue el encargado de anunciar la ejecución, firmó personalmente la condena –Franco lo requirió a todos los ministros- y tildó al dirigente comunista del PCE cómo “ese caballerete”. De nuestra cultura y nuestro país ya había dicho, el 1968, «Cataluña … la ocupamos en 1939 y estamos dispuestos a ocuparla tantas veces como sea necesario».
La Galicia caciquil
No cabe todo el olvido condensado en una pieza. Impulsor de la Galicia más caciquil y regionalista, designador de Aznar como sucesor y adulador de los golpistas del 23F («personas llenas de buena voluntad»), constructor de un sistema férreo de censura desde la Xunta de Galicia, urdidor de la corrupción en el voto de los inmigrantes gallegos dispersados por el mundo, minimizador del holocausto nazi, feroz con el feminismo, comprador de doctorados honoris causa a universidades de países pobres, numerosas biografías -alguna inmediatamente retirada por las falsedades que incorporaba- han intentado maquillar su pasado y presente, incluso el desastre del Prestige que va arruinar la costa da morte gallega. Autopresentandose como el tercer gran prohombre del conservadurismo español eterno: Cánovas, Jovellanos y él. La historia concreta y despeja la crónica de un personaje que fué el último gobernador fascista de Europa. Así lo califica el periodista gallego Gustavo Luca de Tena, autor del lúcido ‘Retrato de un fascista’, publicado el 2002 por Kalegorria.
Argentina investiga hoy
Tiempo a contratiempo, este mismo enero, la justicia argentina a través de la magistrada María Servini reactiva las investigaciones sobre los crímenes del franquismo. Solicitaba al ejecutivo español los nombres de los ministros y jefes de las fuerzas represivas entre 1936 y 1977. El Estado no ha respondido todavía, pero apelando a los principios de justicia universal la Comisión de Recuperación da Memoria Histórica da Coruña entregó por voluntad propia los datos referidos a Manuel Fraga. En la documentación facilitada, sintetizan que «Manuel Fraga tendría que formar parte de la causa que la jueza Merini tiene abierta en Argentina para investigar los crímenes del franquismo, puesto que desde el Consejo de Ministros fue partícipe y cómplice de toda la política represiva: fusilamientos, encarcelamientos, campos de concentración, despidos, exilio, Tribunal de Orden Público, graves violaciones de los derechos humanos, expedientes a periodistas, cierre de medios y asesinato de trabajadores «.
Todo está escrito en las paredes e inscrito en los dolores acumulados. Cruel rigor de impunidad, cuando se hurga, la memoria siempre quema. Quizás hoy, por eso, resuenan tanto, como nunca antes, los versos que Mario Benedetti dedicó a Ronald Reagan cuando murió. Y que concurren hoy, puntualmente a la cita de la justicia, no a la memoria de Fraga Iribarne, sino a la memoria de todas sus víctimas. Negadas. Silenciadas. Olvidadas. Tres veces asesinadas ya: por órdenes de Fraga, por la transición de la amnesia y por el olvido de la presunta democracia. En el año 2000 el Estado que reconocía a Fraga como senador negó que los asesinatos de Gasteiz fueran víctimas del terrorismo. De Estado.
‘Recuérdalo tú y recuérdalo a los otros’ escribía Cernuda. Un país con memoria, incluso un país normal, no recordaría hoy con loas, cantarelles y elogios el nombre siniestro del verdugo, que es a la vez presidente honorífico del PP, padre constitucional e incontinente defensor de la ‘legitimidad de las metralletas’ que ganó la transición. ‘Fraga, pasión por la libertad’ ha dicho Mariano Rajoy: qué asco!. Un país con una mínima memoria vindicaria otros nombres. Tantos. Para empezar, los de los cinco obreros asesinados impunemente a Gasteiz, para empezar: Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo y Bienvenido Pereda. Memoria alternativa contra el fraude de la historia oficial, todos ellos han vuelto hoy para quedarse.
Para recordarnos, desde la dignidad de los vencidos, que mientras Fraga muere en la cama, ellos viven, maldicen y perviven todavía. Hoy, más que nunca. Y ahora mismo; contra el horror del olvido, la desvergüenza de la hipocresía y la crueldad de la impunidad. Con Walter Benjamin gritando contra el viento: «mientras ellos sigan ganando, ni los muertos se salvarán». Y con los versos de Brossa -Final!- del 20N de 1975 resonando por todas partes: «Tenías que haber tenido otro fin/ te merecías, hipócrita, un muro a / otro vallado. Tu dictadura, / tu puta vida de asesino, / qué incendio de sangre! Podrido verdugo…»
Tenemos derecho a mostrar nuestra antipatía y aversión hacia este tipo. Propongo formalmente desde aquí la convocatoria de un acto ANTI-FRAGA, donde se le haga el homenaje que se merece… por parte de la izquierda y del personal en general. Podrían participar sus propias victimas y familiares de asesinados y desaparecidos. Y de la música del acto, seguro que hay grupos que no dejarían pasar la ocasión de despedirlo de esta forma.
No está todo perdido. Acordaros de Julio Robles!
http://www.libertaddigital.com/sociedad/antitaurinos-profanan-la-tumba-del-torero-julio-robles-1276337941/
Otro torturador que muere plácidamente, con la máscara mortuoria de demócrata sobre su jeta decrépita.
Otro torturador que muere plácidamente, con la máscara mortuoria de demócrata sobre su jeta decrépita.
Estaría bien hacer una recopilación de las barbaridades que hizo. Ejecuciones, lo de Grimau, lo de Ruano… y tantas otras.
http://www.publico.es/espana/417127/las-frases-mas-polemicas-de-fraga
http://www.publico.es/especiales/memoriapublica/417087/la-mejor-parte-del-pais-fue-la-que-se-alzo-el-18-de-julio
http://escroto.tumblr.com/post/15920961462
maricoooooooooooooonesss. no tuvístéis huevos en vida para decir todo esto.
Bueno, quizás Somos La Ostia y La Polla Records si tuvieron huevos, que son canciones de hace casi 30 años.
Ahora de lo que se trata es que entre tanto baboseo necrológico reluzca un poco la verdad, no vaya a ser que se nos olvide que esta es una democracia construida por fascistas
eso es cierto, esta democrazia es una mierda tan grande como todos los extremismos. y lo penoso es ver cómo todos alaban a este hijo de la gran puta que todo lo hizo por españa
http://pegamin2000.blogspot.com/?zx=618d4bc8098e4c1b
desconexión informativa al filo de la actualidad
http://pegamin2000.blogspot.com/2012/01/desconexion-informativa-al-filo-de-la.html
, este es un blog que sigo desde hace tiempo y me gustan los temas que trata y la forma d llevarlos pero hoy os habeis pasado.Un poco de respeto a los muertos, jamás sepuede celebrar el fallecimientode nadie.
Y lo digo con pleno convencimiento y además siendo de los que lo hacen AL REVES
Desprecio absoluto a todos los defensores de dicho sujeto
Qué dice Aznar de todo esto? Y Botella?
la ley de memoria histérica debía estar ahora en todo su esplendor. lo peor es ir de demócrata, como si eso añadiera algo decente o católico. Y lo flagrante es que se pretenda que aquí alguien apoya a este ejemplar. estamos en lamisma línea pegamín
Santi Ochoa, estoy seguro que muchos gallegos visitarán su tumba habitualmente.
http://www.lavozdegalicia.es/lemos/2011/09/27/0003_201109M27C6991.htm
También fue muy visitada su casa en el pueblo
http://hemeroteca.abcdesevilla.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/sevilla/abc.sevilla/1988/05/28/007.html
y muere un político (bueno o malo) y los radicales, los extremistas y los fanáticos se corren. ese es vuestro orgasmo. pero nada cambia; todo sigue igual, a las puertas de la máxima desesperanza. el paro aumenta, el dinero brilla por su ausencia y, el ocio se difumina. bienvenidos al sinsentido de muchas pasiones estúpidas.
para SUJEJ
Fanático viene del griego fanum = templo, y significa “los asiduos al templo” o sea que el fanático lo será tu padre.
te vas por las ramas… ya sabrás que el extremismo es una actitud totalitaria, justamente como al que criticas,
ah y mi padre también es fanático, pero de la botella «los asiduos al bar»
Quien no es extremista necesita asistencia psiquiatrica. Malcom X
«Yo tengo más respeto para un hombre que me permite conocer cual es su posición, incluso si está equivocado. Que el otro que viene como un ángel pero que resulta ser un demonio». Malcolm X
Esta bien pensado esto del respeto incondicional a los muertos que impone «nuestra» moral.
Gracias a esa simple jugada, los cabrones evitan de que se digan las cosas claras hasta cuando son fiambres.
Estaría bien conseguir que cuatro marines pichacortas mearan sobre la tumba de Fraga… si viene Obama de visita oficial se lo pedimos.
Susej, yo no es por nada, pero… te das cuenta que el cadáver Iribarne, en vida, te habría calificado de invertido?
Ay, jesús, que cosas…
Susej, pásate por aquí
http://bit.ly/zfN2KT
y dime luego si te no te dan ganas de pasarte el respeto por los cojones. El que quiera corrección política que vea «la sexta», aquí preferimos recordar los hechos.
¿estáis bien de la cabeza?
FRAGA: f. Terreno escarpado, lleno de maleza
LOOOOL
http://1.bp.blogspot.com/-QsJgP4–6xU/TxV7u6XHiBI/AAAAAAAAKlg/ahl3PgwRk7w/s1600/fraga_palomares__478x270.jpg
no voy a ser yo quien defienda al fascista hp de Fraga, pero creo k las cosas se hacen cuando uno esta vivo, me refiero a actos ANTI y gilipolleces de esas que planteaba Santi. ( que creo k en el fondo ensalzan mas al personaje)
por mi parte no pienso perder ni un minuto mas de mi vida en recordar a esta basura de hombre ya sea para bien o para mal.
Para susej
La manifestación ANTI-papa de este verano en Madrí, ¿también ensalzaban en el fondo al personaje?
Santi no jodas, son situaciones totalmente diferentes.
jajajaja
muere fragata y estos tan panchos
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/01/18/actualidad/1326882809_392385.html
muere fraga y estos tan panchos
Manuel Fraga y el arte: su legado
http://soymenos.wordpress.com/2012/01/16/manuel-fraga-y-el-arte-su-legado/
siempre que se habla de la transición española a mi me viene a la mente esta canción de frank zappa
http://www.youtube.com/watch?v=A67Bow78dDs&feature=share
Pego aquí también un cometario que he colgado en el artículo original de J.L.Marzo que Pablo enlaza:
«Sin dejar de lado su papel en el régimen de Paquita la culona o su condición de Padre de la Patria en nuestra ejemplar transición, no podemos olvidar el legado de Fraga en su etapa final como presidente autonómico-zombie, que supone hoy una losa enorme sobre la cabeza de los gallegos.
Me refiero, destacándola sobre tantas otras aberraciones, a la “Cidade da Cultura”, el megalómano complejo arquitectónico construido en Santiago de Compostela por voluntad expresa de don Manuel, que el actual gobierno de Feijoo intenta tímidamente ir dotando de contenidos, contando con la colaboración y complacencia de agentes culturales y artistas que, desde el cinismo o la inconsciencia, brindan con su presencia y complicidad un cierto grado de legitimación a esa infraestructura excesiva, destructora del tejido socioeconómico de todo un territorio y mayoritariamente rechazada por la ciudadanía.»
El papá de Soraya me enganchó al jaco.
En las mov. del 15M ya se le deseaba la muerte a Fraga, como se ve en esta camiseta en Cibeles, que destila odio y venganza a partes iguales.
http://www.flickr.com/photos/fotosdecamisetas/6204584520/
http://www.publico.es/espana/419627/iu-rechaza-en-solitario-que-fraga-tenga-una-calle-en-madrid
DAVID FERNÀNDEZ | 16/01/2012
Semanario La Directa
Aquí el original en catalán http://www.setmanaridirecta.info/noticia/noticia-fraga
Muere en la cama, impunemente, Manuel Fraga, icono del franquismo y
responsable de los asesinatos de Gasteiz
1963. Se hace un silencio y se escucha un grito. Alguien alza la voz: «Fascista!». Según la crónica de la época de Luis Ramírez en ‘España hoy’: «Fraga se abrió la chaqueta, sacó pecho y contestó: ¡A mucha honra, gracias!». El dramaturgo José Bergamín no lo desdice: «En mi vida he visto mucha gente con fama de fascista o que quería profesar el fascismo, pero sólo he conocido dos de verdad: uno fue José Calvo Sotelo, la otra es Manuel Fraga».
En Europa lo ven prácticamente igual: «Escuche con atención, amigo: usted es buena persona, tanto que raya en la ingenuidad. Monsieur Fraga es un fascista, nació fascista y morirá fascista. Y no obtendrá nada de los gaullistas. Le dice alguien que ha estado luchando contra el fascismo toda su vida». Son palabras de Jean de Lipkowski, responsable de Asuntos exteriores de la UDR francesa. Palabras citadas por Jorge Vestrynge en el libro «Memorias de un maldito» (1999).
De idéntico parecer era la familia de Luis Cernuda, el poeta que inmortalizó los versos «recuérdalo tú y recuérdalo a los otros». Cuando en plena dictadura le pidieron al ministro franquista permiso para que el poeta pudiera asistir al entierro de su madre desde el exilio mexicano, Manuel Fraga Iribarne les espetó: «¡Que se quede donde está! ¡Ya tenemos bastantes maricones en España!». Poco antes, a las mujeres de los mineros en lucha de la cuenca del Nalón de Asturias en 1962, las tildó de “piojosas”. Habían sido rapadas en el cuartel de la Guardia Civil, humilladas y paseadas por las calles de Langreo y reiteradamente golpeadas.
De Palomares a Ruano
En 1966, el ministro estrella de Franco (1962-1969) remojó sus genitales nucleares en Palomares, después de que un B-52 norteamericano perdiera cinco bombas de hidrógeno sobre la localidad almeriense. En bañador, ‘inasequible al desaliento’, anunció a diestro y siniestro que no había pasado nada. Pero Palomares resulto ser, después, el accidente nuclear más grave sucedido nunca en el Estado español: el 29% de la población fué contaminada por plutonio.
Cómo contaminada de mentiras, fue, en 1969, la muerte en comisaría del joven estudiando Enrique Ruano, que inspiró la canción “Que volen aquesta gent” de Maria del Mar Bonet. Fraga ató en corto la campaña de prensa impulsada por ABC -a través del periodista-policía Alfredo Semprún- para presentarlo como un ‘suicidio. El ministro llamó personalmente el padre del estudiante muerto, lo amenazó y le dijo que abandonara toda protesta: le recordó que tenía otra hija de la que preocuparse. Ya se sabe que la diferencia entre mafia y fascismo es, precisamente, que no hay diferencias. Aquel mismo año, Fraga fue el encargado de dirigir la campaña del régimen «25 años de paz» y seis años después, el 24 de enero de 1969, se encargó de anunciar el estado de excepción que llenó las prisiones de luchadores obreros.
De Granados y Delgado a Puig Antich, currículum de muerte
Fraga también está, según todas las investigaciones, detrás la decisión de ejecutar a los anarquistas Francisco Granados y Joaquin Delgado, asesinados por el garrote vil trás un juicio de pantomima en 1963. Un crimen que Fraga justificó por radio y televisión. Con palabras quizás no tan exactas como las que tuvo que escuchar un reportero de Reuters el 20 de mayo de 1974 en Londres. El periodista requería a Fraga, nombrado embajador en el Reino Unido el 1973, con qué legitimidad se constituiría el nuevo gobierno. Siempre torrencial, fuera de sí gritó: “¡Con la legitimidad de las metralletas!”. Antes, en febrero de 1974, Fraga ya había recibido al director de una revista: “Usted no ha venido a verme; ha venido a interceder por Puig Antich”. Obviamente Fraga no movió un dedo. El 1975 tampoco le tembló la mano ni la voz cuando un grupo de la oposición le pidió a la embajada londinense que intercediera por los que serían los últimos fusilados del franquismo, militantes de ETA y del FRAP. El diálogo habla por si solo:
– Usted, como catedrático, estará en contra de la pena de muerte?
– A cierta gente, yo no la fusilaba. Se la tendría que colgar por los cojones –respondió Fraga.
Máximo responsable de la matanza de Gasteiz
El 3 de marzo de 1976, ya nombrado ministro de gobernación al ejecutivo protofranquista de Arias Navarro, comanda personalmente la represión al movimiento obrero autónomo de Gasteiz, que provocó la muerte de cinco trabajadores en el ataque policial a la iglesia de Zaramaga, mientras se celebraba una asamblea abierta. Fraga, el ministro más activo de Franco, fue quién ordenó abrir fuego real, quién va a popularizar entonces aquello de “la calle es mía” y quien manipuló chapuceramente el relato de los hechos. Fraga teorizó que «la responsabilidad íntegra era de los que continúan sacando gente a la calle», pero la visita propagandística al hospital para ver a los heridos no va salirle bien. «Qué vienes, a rematarlos?» preguntó el hijo de un herido. Otro familiar le cerró la puerta. «Fascista», le llamaron, «hijo de puta».
Gritos que todavía resonaban en 2006, con motivo del 30 aniversario de los asesinatos impunes de Gasteiz. Entonces Lluís Llach -que compuso ‘Campanades a mort’ en tributo- declaró: “todos sabemos que aquello fue un acto de terrorismo de estado, ejecutado por responsables ministeriales todavía vivos, todos lo sabemos perfectamente; (…) para nosotros nunca habrá transición hasta que se pida perdón a las víctimas de Gasteiz; los perseguirá nuestra memoria por siempre jamás”.
Ni antes ni después ni durante Fraga retrocede. Sólo tres días después de la matanza, en rueda de prensa, Fraga levanta el brazo y escupe. «El que no haya aprendido la lección de Vitoria, él verá lo que hace (…) el que quiera plantear la lucha, la tendrà. Con todas sus consecuencias. ¡Dejémonos de pamplinas!» brama. Y se deja de pamplinas sólo dos meses después: el 9 de mayo en Navarra. Reincidiendo en la violencia estatal, llegan los muertos de Montejurra, el intento del estado franquista –con Fraga urdiendo la trama ultraderechista en conexión con los servicios secretos- para trabajar la cultura del terror y desactivar los anhelos del cambio político y social que se incubaban en el carlismo autogestionario. De aquella época es otra cita bíblica de Fraga Iribarne: «el mejor terrorista, el terrorista muerto». En 1983 Fraga ficha a Rodolfo Eduardo Almirón, ultra de la siniestra Triple A argentina, como jefe de seguridad de Alianza Popular. Nada extraño: en 1964 Fraga se dirigía por carta a Otto Skorzeny, miembro de las Wafen-SS residente en Pollença (Mallorca) y directamente vinculado en la red Odessa de fuga de antiguos dirigentes nazis.
De Pinochet a Guatemala pasando por Banzer
Franquista resistente, fundador de AP y el PP y a la vez ‘padre de la constitución’, el tiempo mediocre de la farsa de la transición y el camuflaje de la reconversión no van arreglar nada. Franquista de pura cepa, en 1986 propone una ‘marcha sobre Gasteiz’, al estilo mussoliniano de la marcha sobre Roma, para forzar un golpe de estado. En 1999 dice a los militares guatemaltecos responsables de 34 años de genocidio: “Teniente Fraga a las órdenes de todos ustedes. En España desde 1936 hasta la muerte del Generalísimo transcurrió una transición social muy importante: la larga paz”. En el 2000 visita al exdictador boliviano Hugo Banzer y a la salida declara: “Me honra mantener una vieja amistad con el General, por quien tengo admiración”. Tres días más tarde defendía a Pinochet públicamente.
Siempre opuesto abiertamente al esclarecimiento del caso GAL, el 2002, en un documental sobre la guerra sucia en el País Vasco, calificó como “movimiento de autodefensa” el terrorismo de estado con conexión ultraderechista (Batallón Vasco Español, ANE, ATE) de la transición política española y añadió, enigmáticamente, que «volvería a producirse en los próximos tiempos”. Cuatro años después, en una entrevista a ‘El Pais’ el 30 de abril de 2006 afirma no arrepentirse para nada del fusilamiento de Julian Grimau. Fraga fue el encargado de anunciar la ejecución, firmó personalmente la condena –Franco lo requirió a todos los ministros- y tildó al dirigente comunista del PCE cómo “ese caballerete”. De nuestra cultura y nuestro país ya había dicho, el 1968, «Cataluña … la ocupamos en 1939 y estamos dispuestos a ocuparla tantas veces como sea necesario».
La Galicia caciquil
No cabe todo el olvido condensado en una pieza. Impulsor de la Galicia más caciquil y regionalista, designador de Aznar como sucesor y adulador de los golpistas del 23F («personas llenas de buena voluntad»), constructor de un sistema férreo de censura desde la Xunta de Galicia, urdidor de la corrupción en el voto de los inmigrantes gallegos dispersados por el mundo, minimizador del holocausto nazi, feroz con el feminismo, comprador de doctorados honoris causa a universidades de países pobres, numerosas biografías -alguna inmediatamente retirada por las falsedades que incorporaba- han intentado maquillar su pasado y presente, incluso el desastre del Prestige que va arruinar la costa da morte gallega. Autopresentandose como el tercer gran prohombre del conservadurismo español eterno: Cánovas, Jovellanos y él. La historia concreta y despeja la crónica de un personaje que fué el último gobernador fascista de Europa. Así lo califica el periodista gallego Gustavo Luca de Tena, autor del lúcido ‘Retrato de un fascista’, publicado el 2002 por Kalegorria.
Argentina investiga hoy
Tiempo a contratiempo, este mismo enero, la justicia argentina a través de la magistrada María Servini reactiva las investigaciones sobre los crímenes del franquismo. Solicitaba al ejecutivo español los nombres de los ministros y jefes de las fuerzas represivas entre 1936 y 1977. El Estado no ha respondido todavía, pero apelando a los principios de justicia universal la Comisión de Recuperación da Memoria Histórica da Coruña entregó por voluntad propia los datos referidos a Manuel Fraga. En la documentación facilitada, sintetizan que «Manuel Fraga tendría que formar parte de la causa que la jueza Merini tiene abierta en Argentina para investigar los crímenes del franquismo, puesto que desde el Consejo de Ministros fue partícipe y cómplice de toda la política represiva: fusilamientos, encarcelamientos, campos de concentración, despidos, exilio, Tribunal de Orden Público, graves violaciones de los derechos humanos, expedientes a periodistas, cierre de medios y asesinato de trabajadores «.
Todo está escrito en las paredes e inscrito en los dolores acumulados. Cruel rigor de impunidad, cuando se hurga, la memoria siempre quema. Quizás hoy, por eso, resuenan tanto, como nunca antes, los versos que Mario Benedetti dedicó a Ronald Reagan cuando murió. Y que concurren hoy, puntualmente a la cita de la justicia, no a la memoria de Fraga Iribarne, sino a la memoria de todas sus víctimas. Negadas. Silenciadas. Olvidadas. Tres veces asesinadas ya: por órdenes de Fraga, por la transición de la amnesia y por el olvido de la presunta democracia. En el año 2000 el Estado que reconocía a Fraga como senador negó que los asesinatos de Gasteiz fueran víctimas del terrorismo. De Estado.
‘Recuérdalo tú y recuérdalo a los otros’ escribía Cernuda. Un país con memoria, incluso un país normal, no recordaría hoy con loas, cantarelles y elogios el nombre siniestro del verdugo, que es a la vez presidente honorífico del PP, padre constitucional e incontinente defensor de la ‘legitimidad de las metralletas’ que ganó la transición. ‘Fraga, pasión por la libertad’ ha dicho Mariano Rajoy: qué asco!. Un país con una mínima memoria vindicaria otros nombres. Tantos. Para empezar, los de los cinco obreros asesinados impunemente a Gasteiz, para empezar: Pedro María Martínez Ocio, Francisco Aznar Clemente, Romualdo Barroso Chaparro, José Castillo y Bienvenido Pereda. Memoria alternativa contra el fraude de la historia oficial, todos ellos han vuelto hoy para quedarse.
Para recordarnos, desde la dignidad de los vencidos, que mientras Fraga muere en la cama, ellos viven, maldicen y perviven todavía. Hoy, más que nunca. Y ahora mismo; contra el horror del olvido, la desvergüenza de la hipocresía y la crueldad de la impunidad. Con Walter Benjamin gritando contra el viento: «mientras ellos sigan ganando, ni los muertos se salvarán». Y con los versos de Brossa -Final!- del 20N de 1975 resonando por todas partes: «Tenías que haber tenido otro fin/ te merecías, hipócrita, un muro a / otro vallado. Tu dictadura, / tu puta vida de asesino, / qué incendio de sangre! Podrido verdugo…»