Jamie Reid – Fuck the Pistols
Punk y arte de vanguardia. La carnavalización estética como acto de subversión. (2)
por Juan Carlos Fernández Serrato
Su figura, su mito, es el bufón que vive instalado permanentemente en el espacio carnavalizado. Y así se comportan sus modelos, los «músicos» que han conseguido cierta notoriedad y no abandonan la máscara del histrión en ningún momento. Por eso, un concierto punk, como la celebración de un carnaval, no admite separación entre el escenario y la platea, no hay una autoridad de la «estrella pop» que respetar. Los halagos al músico, se cambian por insultos; el tópico rito de encender el mechero como muestra de admiración por el mensaje que trasmite el artista, se torna en la catarsis de la lucha campal, en la que músicos y público se arrojan objetos, esputos e imprecaciones. Todos están «enmascarados» de punks y al héroe se le alaba y degrada al mismo tiempo; es más, el personaje punk es la propia negación del héroe (No More Heroes, The Stranglers, 1978; Nobody’s Heroes, Stiff Little Fingers, 1980; That’s Life, Sham 69, 1978; Do it Dog Style, Slaughter and The Dogs, 1978, I Wanna Be Me, Sex Pistols, 1976), su «sosias paródico», para decirlo en palabras de Bajtín.
El artículo completo en: Nuestro Funeral
La primera parte aqui
Visto que del punk lo único que has hecho es leer lo que han escrito los demás, quizás debido a tu miedo a preguntar o tu incapacidad para investigar, te recomiendo:
«Que pagui Pujol», de jordi D, ediciones de La ciutat invisible.
«Tropikales y radicales», Jtxo Estebaranz, Likiniano elkartea
«Penny Rimbaud & CRASS tienen una bomba» de ediciones La Felguera
Y a ver si te enteras de que era el DIY!!!
Pero sobre todo acude a tu biblioteca no vayas a tener que mezclarte con la xusma que vivió el movimiento.
http://www.blip.tv/file/5107756
¿Y tú k miras gilipollas?