¿Qué nos está pasando?

Teniendo en cuenta el sesgo, a veces un poco puritano, que ha adquirido el movimiento popular de las últimas semanas, conviene recordar las propuestas que realizara el iniciador del periodismo gonzo, Hunter S. Thompson, cuando se presentó a las elecciones para sheriff del condado de Pitkin, cuya ciudad principal es Aspen, en 1970. Resulta curioso que se definiera a sí mismo como «un moralista que posa como inmoral», en contraste con Nixon al que calificaba como «un inmoral disfrazado de moralista.» Su Freak Power ticket se basaba en un conjunto de reformas sencillas, que finalmente no pudo llevar a cabo ya que perdió por un estrecho margen de 31 votos.

Entre sus propuestas se hallaban:
1. La legalización de las drogas de uso recreativo, permitir su comercio sólo a precio de coste [o más bien: «Será la filosofía general de la oficina del Sheriff que ninguna droga que valga la pena tomar deba ser vendida por dinero»] y dar escarmiento a los camellos [«Mi primer acto como sheriff será instalar en el prado del tribunal un potro a fin de castigar a los traficantes deshonestos de forma pública apropiada»]
2. Liberar el espacio público para el disfrute de los habitantes y enfrentándose, así, a los especuladores locales y foráneos [«Levantar todas las calles de la ciudad con martillos neumáticos y sembrarlas todas a la vez» y «Cambiar el nombre de Aspen Ciudad Gorda –Fat City-. Eso evitaría que los codiciosos, violadores de tierras y otros chacales humanos capitalicen con el nombre Aspen. Estos cerdos deberían ser jodidos, destruidos y echados de la tierra.»]
Han pasado ya 41 años desde que Hunter S. Thompson se presentara a las elecciones y bien podemos preguntarnos: ¿Qué nos está pasando?
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