Racismo Hipster.

Kai Davis y Safiya Washington nos cuentan cómo ven ellas el asunto.

«Con tus gafas de carey, tus jerseys con capucha, tus zapatos Oxford vintage de cuero, tu bolsa de tejido guatemalteco y esa funda de madera hecha a mano donde llevas el Iphone, dime… ¿Acaso no eres más que un ególatra, autocomplaciente y farisáico MOJÓN?

Estimados Putos Hipsters: Ya os vale.

Te veo todos los días en la misma esquina de la plaza, oliendo a meado seco, tirándote el rollo con los rastafaris fumetas y sus tambores, bailoteando sin ritmo, así, en plan todo integrado y tal.

Abrazando árboles y fumándotelos del tirón, con ese terrorífico peinado tuyo de trencitas casi-casi rasta.

Van de tirados y dicen «Que se joda el sistema» pero a la vez me han gentrificado a saco el barrio.

Y cuando les dices esto, te responden cosas como: «… pero si yo nunca me fijo en el color de la piel. Por dios, ni me había dado cuenta de que eres negra.»

Lo que en realidad queréis decir es: «Elijo negar tu identidad y herencia para poder sentirme más a gusto» «No me incomoda llamar negratas a mis amigos negros… porque YO tengo amigos negros, ¿sabes?»

Se les da bien absorber una cultura, revalorizarla, apropiarse de ella, como si hacerlo fuese un acto de amor y solidaridad cuando en realidad apenas la están convirtiendo en VÓMITO orgánico, alternativo e indie.

«Yo escucho Rap, me encantan los A Tribe Called Quest.»

Y aquí es cuando mis colegas y yo os miramos de medio lado.

¿Porqué piensas que eso que dices está bien?

No eres más cool por ser un 13% «nativo americano». No eres más cool por vivir en el barrio si todavía te agarras con fuerza al bolso cada vez que se cruza un hombre negro, o cuando tus privilegios son aún lo más relevante de tu persona.

Y machacar canciones africanas, o comprarte ropa india…¿ Es eso ser racista? 

Sí, lo es.

 

 

No pretendemos ofender llamándote racista. Ya sabemos que según tú, todos formamos parte de la raza humana… pero es que tienes cierta tendencia a tratar a los animales mejor que a los seres humanos.

A los Hipsters os gustan los gatos con nombres irónicos, como Ernest Hemingway o Zooey Deschanel. Solo espero que no les deis de comer pienso sin carne, sin gluten y sin toxinas, porque sabéis perfectamente que a vuestro gato no le gusta esa bazofia.

Sois tan insoportables como una nana de Odd Future.

No necesitamos oír vuestras opiniones sobre nuestras cosas.

«En honor a la verdad, como individuo blanco que soy…»

No no no… ¡ cierra la puta boca !

Continuamente nos comes la oreja con opiniones que nadie te pide, blogueando en Tumblr posts que reflejan tu perspectiva progresista.

Por no mencionar vuestra habilidad para reproduciros, reclutando nuevos seguidores en tiendas de libros usados, hojeando literatura anarquista y afirmando ser activistas…

¡ KONY 2012 !

Pasas de largo ante la pobreza en tu propia ciudad, de camino a ingresar un donativo para los niños africanos, porque lo que ese continente necesita es otro salvador blanco más, convencido de que toda África es un único país.

Prefiero masticar mi propia cara o tragarme un venado crudo antes que escuchar tu batallita de que no escuchas CD’s porque solo te pone el vinilo.

Estoy segura de que estos argumentos pasarán volando sobre tu peinado de 90 dólares, específicamente diseñado para hacerte parecer un pordiosero. 

Yo seguiré caminado por la calle y me encontraré a otro como tú.

Métele caña a tu cassette de dubstep. Dale un trago a tu botellín de agua con aroma a frambuesas.

Yo diré que eres un MOJÓN, tú dirás que yo soy una «racista a la inversa». 

Entonces llorarás lágrimas hipsters de dolor y te dejarás llevar hacia la próxima tendencia, para que cuando una urbanización en las afueras te reclame, puedas responder como corresponde, siempre y cuando así se reafirme tu individualidad, claro.

…Porque ser cool sin ser cool es casi tan cool como ser tú mismo.»