La revista de psicoanálisis Letras Lacanianas dedica un número (editado en papel en abril de 2011) a sopesar la idea de salud mental entendida como dispositivo de sujeción.
lo que ha pasado a primer plano en nuestra época es la coordinación política y económica de la Salud Mental, relegando el debate clínico y epistémico sobre el síntoma. Esta nueva forma de la política basada en una transformación del discurso del amo, ahora evaluador, pretende imponer una concepción estandarizada y «científica» del malestar y la enfermedad, rechazando el debate sobre la causalidad psíquica y la función que cumple el síntoma para el sujeto. (del editorial)
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Allí donde la Salud Mental se pone al servicio del orden público, el psicoanálisis intenta habilitar un lugar para la «chifladura» de cada uno. Allí donde la Salud Mental intenta estandarizar el deseo para que el sujeto marche al paso de los ideales comunes, el psicoanálisis sostiene una reivindicación del derecho al «no como todo el mundo». Allí donde la Salud Mental lleva la huella de la caridad, el psicoanálisis, según la expresión de Lacan, «descarida» y alivia al sujeto de la voluntad del «Otro que quiere el bien». En efecto, más que dedicarse a hacerse cargo de la miseria del mundo, el psicoanalista tiene como tarea intentar encarnar la causa del deseo para el sujeto del inconsciente. (del texto de Gil Caroz)
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