Mañana, día 22, dentro de la exposición «El cuerpo. conceptos y representaciones» en la sala de la Comunidad de Madrid en c/ Alcalá 31, se presentará «Security On Site», un proyecto de El Perro.
«Security On Site» es un prototipo de módulo de seguridad para ser instalado en la vía pública, diseñado para la protección personal proporcionando refugio al transeúnte en situaciones de amenaza o peligro.
Security On Site. Seguridad creativa
Manuel Delgado en su ensayo «El animal público» hablaba de la necesidad de controlar desde el poder al ciudadano, ya que «nadie sabe lo que puede un cuerpo». Al mismo tiempo constataba que la progresión de la vigilancia revelaba su propia incapacidad de establecer un control eficaz y fiable de cualquier individuo, ya que éste, en el espacio público, es pura potencia.
Los últimos acontecimientos en los que nos hemos visto envueltos, se han traducido en un considerable aumento en la demanda de personal de seguridad privada por parte de centros comerciales y de ocio, centros de transporte y de comunicaciones, grandes multinacionales, hoteles y, en general, por parte de grandes espacios públicos. Un aumento cifrado por APROSER -asociación que reúne a las principales empresas del sector- en un 15% y frente al que las compañías de seguridad apenas tienen capacidad de respuesta. Los acontecimientos no han hecho sino agravar la situación de escasez de personal que está sufriendo el sector de la seguridad y de la vigilancia privada en nuestro país.
Una falta de recursos humanos estimada entre 15.000 y 17.000 puestos de trabajo de vigilancia, lo que, en muchos casos, impide hacer frente a la demanda de servicios y obliga a recurrir a las horas extras, con el consiguiente encarecimiento de precios. La rigidez del sistema de selección del Ministerio del Interior es uno de los principales motivos que explican esta circunstancia. En primer lugar, la Ley de Seguridad Privada sólo permite trabajar en este sector a los ciudadanos que tienen nacionalidad española o de la UE, con lo que la inmigración como fuente de mano de obra queda expresamente descartada.
Otro de los motivos también señalado por el sector como principal responsable de la escasa atracción de profesionales se refiere a los tiempos y plazos que transcurren desde la selección de un candidato hasta su habilitación profesional. Jesús Posadas, consejero delegado de Securitas, afirma que el intervalo desde que se selecciona a un candidato hasta que éste puede comenzar a desempeñar su trabajo es de aproximadamente 19 semanas y media.
¬´La consecución de la Tarjeta de Identificación Profesional que habilita para ejercer las funciones que la Ley de Seguridad Privada contempla, es un proceso que puede llevar de tres a cinco meses. Es un trámite demasiado lento, costoso y complicado¬ª, explica Javier Mirallas, presidente de la empresa CESS, que también señala el escaso reconocimiento social de la figura del vigilante como otro de los motivos a tener en cuenta para explicar las dificultades a la hora de atraer nuevos profesionales al sector.
Las nuevas amenazas a la seguridad global no ha variado ni los perfiles ni los procesos de selección que hasta ahora venían realizado estas empresas. ¬´Nuestros técnicos en planificación trabajan más analizando vulnerabilidades en determinados clientes, pero no hay un cambio sustancial en este sentido¬ª, explica Javier Mirallas.
No obstante, Javier Rodríguez Baquero, director de Eulen, considera que el sector¬´tiene que adaptarse a las nuevas necesidades que la sociedad nos vaya requiriendo, por lo que es muy importante la especialización, así como la inversión en I+D+I para actualizar procedimientos, técnicas, etc… a las nuevas condiciones del entorno¬ª.
Compaginar la vigilancia estática con sistemas que introduzcan las últimas aplicaciones tecnológicas es, en opinión de Alfonso Tomás, presidente de Aproser, el principal reto del sector. ¬´De momento, trataremos de que el nuevo Gobierno entienda la situación de estas empresas y flexibilice la entrada de nuevos profesionales -afirma-. De cualquier manera, esperamos que este notable aumento en la demanda de nuestros servicios se estabilice a corto plazo¬ª.
En este contexto de expansión del sector se presenta Security On Site, un proyecto dedicado a la solución creativa de los problemas que afectan a las empresas de seguridad.
Me pregunto cuál será la razón para no permitir trabajar a los inmigrantes en seguridad. ¿Son mas debiluchos? ¿Menos atentos? ¿No será sólo reflejo un complejo de superiorioridad nacional?
Es decir, el temor al final será: ¿Voy a dar yo a un inmigrante el poder para que me controle a mí, que soy español-ario de pura cepa?
Es hora que los sindicatos planteen lo que verdaderamente está destinado a ser el Vigilante de Seguridad y a orientar su futuro. Pero no es sólo tarea de los sindicatos, sino también de la patronal. Una patronal que se ha empecinado en rebajar tanto de categoría como de salarios los servicios lo que se ha convertido en un error de terribles consecuencias.
Efectivamente, la creación del auxiliar de servicios creados por las mismas empresas de seguridad, se han vuelto hoy en día en su contra. Esto ocurre por una patronal falta de expectativas de futuro que sólo busca el rendimiento y beneficio a corto plazo.
Lo que para ellos parecía una forma de abaratar costes se ha convertido en una lacra, ya que han proliferado multitud de pequeñas empresas piratas con las que no pueden competir y constamente les están quitando mercado ofreciendo unos servicios pésimos pero muy baratos. De nada sirve ahora explicarles a los clientes las excelencias del vigilante de seguridad cuando un auxiliar de servicios además de vigilar «tira la basura y corta el césped» mismas palabras de Luis Posadas, Presidente de Aproser.
Sin embargo, la estrategia de la patronal no ha variado, su poltítica es la de seguir abaratando costes. Para ello se ha montado una estrategia bien sencilla pero a la vez efectiva hasta cierto punto. Firma de un nuevo convenio colectivo en niveles bajos, cosa que no les ha sido difícil conseguir ya que manipulan a los sindicatos, y después de su firma la petición al Ministerio del Interior de la supresión de muchos requisitos legales para la entrada de inmigrantes en el sector, con la excusa de que los sindicatos han firmado un convenio con el que los trabajadores se conforman y sin embargo quedan de 15.000 a 20.000 puestos por cubrir.
El defecto de este plan de la patronal es que el Ministerio del Interior sabe perfectamente las licencias que concede, y sabe por ende que son más de 100.000 las licencias concedidas para ejercer la profesión y que de esas sólo 74.000 vigilantes permanecen en activo, cosa que sólo es explicable debido a las malas condiciones laborales del sector. Aunque las excusas de la patronal que ha dirigido al Ministerio son otras:
1º La rigidez de las normas
2º Trabas administrativas
3º Proceso de formación duro
4º Muchas horas, turnos, festivos, rotaciones etc.
Sabiendo perfectamente tanto sindicatos como ministerio que las causas reales son la falta de incentivos en la profesión. La patronal sigue esperando la respuesta del ministerio del interior, pero no sabe que el ministerio no cederá la seguridad del estado a extranjeros, por el riesgo que esto supone de introducir en la seguridad del estado a las mafias y al terrorismo, sólo por la apetencias económicas de los señores de Aproser.
¿Cómo entonces ganar la batalla? En la batalla no tiene por qué haber un perdedor ni un ganador. En el ramo de la seguridad privada tanto sindicatos como patronal deben ir unidos por unos mismos intereses y por lo que se perfila como Futuro de la Seguridad Privada.
Y su futuro no es otro que la creación de lo que denominamos Policía Privada. Un cuerpo más efectivo para la prevención de los pequeños delitos, auxiliar de la Policía Pública.
Para ello la Policía Privada formada por los actuales Vigilantes de Seguridad, debe de tener tanto un mismo uniforme que la distinga como ser considerada como Agentes de la Autoridad.
Esto sin duda, constituye una inversión a largo plazo, pero una inversión por la que tanto trabajadores como empresas saldrán enormemente beneficiadas, pudiendo las empresas obtener más ingresos por la profiliferación y demanda de este servicio más efectivo si cabe, incluso por Ayuntamientos y Estado como por particulares, y a la vez el trabajador estar mejor considerado y con oportunidades de promoción y expectativas de futuro. No olvidemos que la futura Policía Privada llegará a corto plazo de su creación a patrullar las calles de las ciudades debido a su efectividad y abaratamientos de costes. Cosa que que los actuales Vigilantes de Seguridad no pueden realizar a pleno rendimiento debido a su «falta de autoridad», ya que se les niega la «presunción de veracidad», al no ser considerados por la ley como Agentes de la Autoridad.
No nos engañemos, el camino fácil que es el de abaratar costes supone pan para hoy y hambre para mañana tanto para empresas como trabajadores. El plan bueno, que es el de elevar la categoría del vigilante supone una inversión, no un gasto, y una apuesta de futuro no muy lejano y esperanzador, ya que la seguridad privada a impuesto su efectivada ante los pequeños delitos sobre la seguridad pública, inefectiva a estos efectos.
Para dirigir este camino que es inexorable, hace falta la unión de todas las partes para una mejor adaptación a lo que supone el nuevo reto que se plantea. Es hora de hablar, es hora que empresarios y trabajadores dejen de luchar y se pongan mano a la obra por un proyecto en común que beneficiará a todas las partes, incluyendo a la sociedad a la que sirven, haciéndola más segura y habitable. Pedro Rosillo
Mucha Policía, Poca Diversión!!!, un error un error!!!
yo desempeño funciones de auxiliar de servicios y ni vigilo ni tiro la basura, estoy en un servicio de parking de un aeropuerto, fija y respetada, el problema es que ahora entra a la contrata eulen intentando quitarnos todos los derechos de subrogacion alegando que nuestro convenio no sirve pq ellos tienen uno de aux.de servicios estatal y no se refleja la subrogacion. cosa que pienso denunciar claro,pq esto es un derecho, no una opcion,q te parece? guay, no? resulta q segun eulen yo soy una puta mierda y no tengo ninguna clase de derechos como trabajadora,en fin, espero ganar en caso de tener q denunciar, pq hasta aqui podiamos llegar no te parece? q dios o lo q sea nos ayude si permitimos q las empresas nos quiten los derechos, q sera lo siguiente? decirnos q el estatuto de los trabajadores no sirve? la constitucion? ¡¡¡ESTO APESTA!!!
Este comentario es mas que nada por el largo párrafo que desarrolló El Sr. Pedro Rosillo, mas allá de que si encuentro razón en que seria buena hora para que tanto trabajadores como empresas y sindicatos traten de unirse y dignificar a la gente que trabajamos en el sector de la Seguridad Privada, me gustaría comentarle a este caballero que su apreciación sobre el porque de que el Ministerio del Interior no accede a que los extranjeros se desempeñen en esta profesión cuando dice: «pero no sabe que el ministerio no cederá la seguridad del estado a extranjeros, por el riesgo que esto supone de introducir en la seguridad del estado a las mafias y al terrorismo, sólo por la apetencias económicas de los señores de Aproser.», hay medios para saber si un extranjero es o no apto, si tiene o no antecedentes policiales o penales, que los extranjeros como así también los Nacionales españoles se ven envueltos en tramas de delincuencia, mafias y demás, que el ser extranjero extracomunitario no significa obligatoriamente que sean también delincuentes, mafiosos, o una lacra de la sociedad a la que no se les pueda confiar un trabajo en una fuerza de seguridad y mas cuando si pueden ingresar al ejercito poner el pecho por España, pero no son aptos para trabajar cuidando que un «Español» o un inmigrante comunitario o quizás extracomunitario no se salte una canceladora en una estación de metro, o cuide un parking de coches, etc. Creo que siendo un Argentino con una conducta intachable en mi pais, otra igual en este país, al cual estoy agradecido por darme muchas oportunidades, y teniendo en cuenta que mis bisabuelos paternos ambos nacidos en Córdoba y de los bisabuelos maternos uno de Málaga y otro Italiano, pero por una cuestión burocrática ya no tengo derecho a ser Comunitario y a criterio de este Sr. tampoco a ser visto como una persona de bien, que se busca el pan honradamente como cualquier otro español.
Gracias a Dios no todos Los Españoles piensan y ven a la inmigración como este «Caballero».