El Sábado 4 de Febrero a las 12 h, ABM Confecciones presentó LA ISLA, una intervención realizada por Fernando Baena y Rafael SMP usando como base parte del material visual recogido en Un Fichero Vallekano.
La muestra podrá visitarse los días 4, 5, 9,10, 11 y 12 de febrero, en horario de 17:30 a 20 h.
Los propios autores narran así su acercamiento al Fichero y las claves del proyecto que han realizado a partir del mismo:
LA ISLA
El sacerdote Martín Valmaseda había comenzado su labor pedagógica en Vallecas a principios de los años 70, cuando “hacer educación popular en las barriadas populares significaba reunirse a escondidas con la gente para reflexionar y debatir sobre la realidad y los proyectos de cambio”. Una muestra de su labor es el audiovisual Historia de la Isla, “una metáfora de las dinámicas de apropiación y exclusión del capitalismo” que tenía como fin la reflexión y el debate popular con una clara conciencia del potencial liberador de la fe cristiana. Siguiendo estos pasos, en 1985 se fundó el Equipo de Comunicación Educativa (ECOE) para “educar y concienciar en valores solidarios y democráticos, haciendo uso de las tecnologías audiovisuales”.
De acuerdo con la teología de la liberación y la pedagogía de Paulo Freire, para quien la palabra verdadera es un conjunto solidario de reflexión y acción, y decirla es un derecho fundamental y básico de todos los hombres que transforma la realidad, la cultura es interpretada como "cultivo" del mundo para construir una sociedad emancipada desde valores de solidaridad, igualdad y justicia social. Se propone, pues, una educación dialogal, no domesticadora, a través del “desarrollo de las capacidades expresivas y creativas de los sujetos, recuperando la palabra (y por extensión, la imagen) para encarnar la realidad y la experiencia de quien la pronuncia y/o elabora”.
Para el proyecto Un fichero Vallekano, ABM puso a disposición general un archivo proveniente del ECOE compuesto por miles de diapositivas, la mayoría realizadas en los 70 y 80, a partir de las cuales se construían narraciones enfocadas a concienciar y comprometer a los participantes en las actividades de la asociación.
Dentro del mueble donde se guardan, las diapositivas están distribuidas en veintisiete apartados temáticos que van desde actos religiosos y enseñanzas cristianas hasta las guerrillas latinonamericanas, desalojos y realojos en Vallecas, pintadas, manifestaciones, viajes, etnología, cosas… Un conjunto de imágenes muy anodino o, tal vez, muy revelador, porque este archivo es un resto de un proceso de lucha.
Examinadas las diapositivas, el vídeo que se realizó sobre la Historia de la Isla y la guía didáctica que ayudaba a los mediadores a preparar su proyección, hemos de admitir la carga ideológica y las buenas intenciones que las animaban. Desde este momento en el que la performatividad de la mentira obtiene como premio el refrendo de las mayorías, cuando lo decisivo se nos impone sin remedio, cuando el crowdfunding es la manera de colaboración más socorrida y un like en las redes sociales es suficiente para acallar la conciencia, nos conmueven la confianza de esta gente en el valor transformador de la palabra y de la imagen, su fe en la unidad de reflexión y acción, su solidaridad con los más desprotegidos y su empeño en las formas participativas y dialogantes. Pero también somos conscientes del maniqueísmo de los relatos, de la simplicidad de los razonamientos y de la finalidad proselitista que los permeaba. Hemos sentido la caducidad de las imágenes, no sólo de éstas en particular. También cómo las palabras, la pintura, la fotografía, el vídeo y las creaciones informáticas han ido perdiendo con el tiempo esa piel de credibilidad que en algún momento las envolvía y que servía para auto-convencerse y convencer al pueblo de la Verdad, o de alguna verdad que prometía emanciparlo. Aunque quizá sea una pérdida que tiene que ver más con la forma en que las miramos.
La Isla es un retrato del archivo realizado desde una posición distanciada. Su creación comprende cuatro elecciones principales: el azar, la pintura, el trabajo y el disfrute.
Hemos escogido al azar veintisiete diapositivas. Ante el uso dado a las imágenes para construir una narración, por mucho que esta pueda ser generadora de diálogo, hemos preferido tratarlas como “cosas”libera- das de toda intención. No queremos contar otra nueva historia ni entrar a debatir sobre la ideología de fondo. Más bien nos interesa hablar sobre la imagen en sí y el deterioro de su credibilidad, o acaso de nuestro descreimiento.
El uso de diaporamas supuso un avance en la metodología educativa. Hoy, los montajes audiovisuales pueden ser tan absolutamente espectaculares que aquellos ilusionados intentos quizá no interesen ya demasiado. Y como posiblemente los actuales montajes también se cubrirán de polvo, hemos elegido la pintura, tan demodé, como método para reproducir y presentar algunas imágenes del archivo. Un paso atrás o adelante, según se mire, en cuanto a que la imagen vuelve a tomar cuerpo ya despojada de toda verdad que no sea la materialidad de sus formas y colores. Nos hemos propuesto un trabajo desapasionado y mecánico. Finalmente, La Isla es un trabajo conceptual que no busca la bella factura. Las imágenes que, elegidas al azar, no podrían haber resultado ser más anodinas y poco inspiradoras, han sido trabajadas con muchísima atención y a destajo, a cuatro manos, por turnos y con un tiempo auto-limitado. No consideramos que estos cuadros tengan valor uno por uno. Nos interesa el hecho de su presentación conjunta.
A pesar y/o gracias a nuestra situación vital, nos hemos dado un tiempo exclusivo para la realización de este trabajo. Un tiempo de acción interior y de disfrute gratuito dedicado a una actividad bastante anacrónica, fuera de toda lógica de producción capitalista. Quizá sólo mediante una contramarcha alcancemos a percibir en las imágenes la cualidad de un tiempo emancipado al que se le ha sustraído toda productividad.
Fernando Baena y Rafael SMP.
ABM Confecciones es un espacio para el pensamiento, la acción y el debate ubicado en Puente de Vallekas (Madrid)
Calle Encarnación Gonzalez Nº8 Bajo
Ay si,cuanta razón teneis. Yo tambien quiero otro té, por favor, gracias.
Como mola,ahora el trabajo a destajo produce placer.
Muy de acuerdo,los artistas están para colorear y alegrar el pasado triste,feo y pobre.