23F-Qui Prodest?

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Noam Chomsky decia que no debemos creernos lo que nos dicen sobre quienes son los vencedores y los vencidos en una guerra y que para clarificar esa cuestión lo que realmente deberíamos de preguntar es quién, después de la guerra, podía celebrarlo y quién lamentarlo. Por ejemplo, con respecto a la 2ª Guerra Mundial, todos aquellos criminales de guerra emigrados a Sudamerica o incorporados a las élites ciéntificas y militares de los EEUU, asi como los grandes industriales nazis que apoyaron a Hitler bien podían celebrar el final de la guerra, mientras que todos los luchadores de la resistencia antifascista que despues del conflicto fueron aplastados en todo el mundo, desde Grecia a Corea del Sur, tanto en Italia como en Francia, serían los verdaderos perdedores de la Segunda Guerra Mundial.
Bien podríamos aplicar este experimento mental a aquella intentona golpista que un dia como hoy en 1981 tuvo lugar en España. ¿Quién salió vencedor del 23 F?


En el fondo esto no es otra cosa que aplicar la maxima latina del Qui prodest? (¿A quién beneficia?). Claramente el mayor beneficiado del 23 F y quién más podría celebrar su resultado fue el rey Juan Carlos I, designado como heredero político por Franco, parecía tener una legitimidad algo débil para ejercer de Jefe del Estado en la naciente democracia. Sin embargo su rechazo televisado del 23 F, que neutralizó y desactivó el golpe, sirvió para consolidarlo como garante del sistema democrático .
Muchas también han sido las eculubraciones en torno a la participación del Rey en el propio 23-F, orquestado por Alfonso Armada un hombre de su total confianza. El Rey habría alentado el golpe para en el último momento retirarse y sin el menor reparo traicionar a sus cómplices y poder presentarse como el salvador de la patria. El coronel Martínez Inglés ha defendido en diferentes tribunas la tesis de que el golpe lo dirigió el Rey. Lo cierto es que no hay ningún documento que pruebe fehacientemente este hecho, por esto mismo las recientes revelaciones en torno al 23 F publicadas por Der Spiegel tienen una gran importancia: en unos documentos desclasificados del embajador alemán se afirma que en un encuentro con el Rey, el mismo año del golpe, este mostró gran simpatía por los golpistas, llegando a declarar que estos solo querian devolver el orden, la disciplina, la seguridad y la calma que el país demandaba
Quizás el 23 F sea un ejemplo más de la adaptabilidad de los Borbones para superar las dificultades y mantenerse en el trono, como nos recuerda Fernando de Andrade en este artículo:

Los incombustibles Borbones

Por Fernando de Andrade
Cuatro veces los hemos echado (en 1807, 1808, 1868 y 1931), y otras tantas han vuelto. Siempre saben agarrarse al trono, no importan los escándalos que hayan motivado su expulsión. Suelen regresar de la mano de regímenes absolutistas, que los restablecen velis nolis; el último y más claro ejemplo es el actual rey por la gracia de Franco. ¿Está España condenada a borbonitis incurable?
El monarca sobrepasa a todos sus predecesores en frescura. Me decía hace años un veterano periodista, a propósito del 23-F: «Meridianamente clara está la participación real en el complot; Juan Carlos se retiró de él abandonando sin el menor remordimiento a sus cómplices, pero, ¿qué va a hacer la prensa en un país cuya historia está tan repleta de golpismo militar? No juguemos con las cosas de comer, finjamos que el rey está vestido y encima alabémosle por haber «salvado España. Ufff…»
Muchos de los problemas que ocasionan (y nos ocasionan) los Borbones derivan de la bragueta, pero también de la codicia. Ciñéndonos a la primera, no hace falta que recordemos las hazañas eróticas de Fernando VII (el de los atributos descomunales), de su hija Isabel II (la de los innumerables amantes), de su nieto (ilegítimo) Alfonso XII (cuyas amantes eran expulsadas de España manu militari), del bisnieto Alfonso XIII (que a todos los prostíbulos acudía provisto de sus sábanas negras)… El tátara-tataranieto Juan Carlos ha seguido fielmente la tradición familiar, engendrando hijos ilegítimos a diestro y siniestro, en Mallorca, en Cataluña y en donde hubiera una hembra dispuesta a rendirse a sus (por lo visto) fortísimos encantos… en el fondo, al país le hacen gracia esas aventurillas. Algunas, como Bárbara Rey (qué adecuado el nombre, ¿eh?) han sabido sacar suculentos provechos de su affaire «vendiendo» al propio rey fotos y películas comprometedoras muy expresivas.
Hay que decir que la pobre Sofía ha aguantado sin pestañear. Se habló de su especial amistad con su profesor de gimnasia, pero parece un simple infundio, y también (esto tiene mayores visos) de que en una ocasión, en un acceso de ira ante la poca discreción de su marido, cogió a los niños y se largó con ellos a Londres; el rey habría tenido que enviar un delegado a recomponer la situación. Siempre discreta, para no perturbar al pueblo con esas pequeñeces, pero esto no quiere decir que no tenga sus responsabilidades en el declive de la monarquía: con sus mimos ha acabado convirtiendo el príncipe Felipe, ya de sí muy cortito de mollera, en un niño malcriado, colérico y amorfo, desprovisto de toda iniciativa y convencido de que su gran aportación a la grandeza de la patria consiste en mantener hieráticamente el saludo militar y como mucho leer con voz desprovista de cualquier matiz o emoción los discursos que otros le preparan.
En efecto, ¿qué vamos a decir de la conducta del estólido príncipe? Se divirtió todo lo que pudo en su juventud, dejando preñada a su novia Isabel Sartorius. Cuando la madre de la chica telefoneó a la reina para decirle: «Tenemos un problema», ésta contestó: «No, tenéis un problema». Eso sí, buscaron un marido de conveniencia para Isabel, para que su niña Mencía no naciera sin padre putativo. Todos recordamos la imagen de la pobre chica saliendo sola de la clínica con su hijita en brazos… poco después, divorcio y sanseacabó, las formas guardadas. La familia real, siempre tan recta y digna, tras esta comedia ha procurado bajo mano buscar un acomodo profesional y económico para Isabel. Mas, ¿qué sucederá cuando Mencía sea mayor de edad? Igual le da por reclamar el trono… a fin de cuentas, en la legislación actual, los hijos ilegítimos tienen los mismos derechos que los legítimos, y hacerse una prueba de ADN es muy fácil…
Pero dejemos a Isabel, y, para no hacernos pesados, comentemos una sola más de las novias del principito: Eva Sannum, tan criticada por estar sus padres divorciados y por haber anunciado ropa interior. Hay que ver… poco sospechaban lo que vendría después. El caso fue que, por imperativo paterno, el noviazgo se deshizo sólo porque la chica había asistido a una boda con un vestido «poco conveniente»… hay que ver qué formales son nuestros reyes, cuando Juanca no vacila en dejarse tirar vestido a la piscina por sus amiguetes para celebrar sus victorias en la vela, que tanto recuerdan las pescas atuneras del Caudillo.
Llegó al fin la definitiva, Letizia (así se autodenominaba Leticia, suponemos que habrá cambiado su nombre en el Registro Civil). Por cierto, intente Ud. cambiar el suyo y ya verá, a menos que concurran graves razones… suponemos que el capricho de la chica es una de ellas.
Su historia ha sido estudiada y bien estudiada. ¿Los padres de Eva eran divorciados? No quieres caldo, tres tazas; ella misma era divorciada del escritor Alonso Guerrero. Se habla de innúmeras aventuras previas suyas. Ciertas o no, ahí está la foto (o pintura) que le tomó el cubano Waldo Saavedra en su larga estancia en México (fue portada del disco de Maná Sueños Líquidos). Si era o no su amante, si lo fueron Carlos Francino, David Tejera y otros más, es opinable. A fin de cuentas, todos los príncipes y reyes borbónicos lo han vivido. Pero no cabe duda de su mando sobre el príncipe, ya manifestado en el día en que fue presentada a la prensa («¡Déjame hablar a mí!»). Después tuvo ocasión de demostrar su inexperiencia paseándose en una recepción oficial mexicana mientras sonaba el himno del país… pero todo esto no es grave. Sí lo fue cuando en el atentado terrorista del 11-M que costó a España doscientos muertos, le faltó tiempo tras los actos oficiales para marchar al Caribe a participar en un crucero con gente guapa de allí.
Peor había sido todavía la actitud del dominadito príncipe para conseguir casarse con ella. Sin duda despechado por el episodio de la Sannum, con Leticia decidió pegar un puñetazo sobre la mesa, no acudiendo al desfile del Ejército, a lo que estaba patriótica y protocolariamente obligado. Pero los papás de Felipe, tan exigentes con Eva, tragaron bilis esta vez ante la amenaza de abdicar del chico, como un Eduardo VIII cualquiera. La reina, sembradora de vientos, recogió tempestades, y poniendo al mal tiempo buena cara, se obstinó en mostrar con su futura nuera una complicidad tan excesiva como innecesaria. Así, pues, boda y sanseacabó.
Las otras dos hijas de los reyes… ¡ay!, parece que el ejemplo paterno les tira. La mayor, Elena, se pirraba por los buenos mozos, a poder ser caballistas (claro está que también gustó de ellos), y hubo que hacer todo tipo de trapicheos para hallar un candidato, que hizo a la chica tan poca gracia como a Isabel II le hiciera en su día su invertido cónyuge, Francisco de Asís («Paquita»). Hay que añadir su demasiado impulsivo carácter y, sobre todo, su dudosa salud mental, puesta de manifiesto en innumerables incidentes y, sobre todo, en la mismísima redacción de la Constitución española, en la que se dio preferencia para el trono a los varones en previsión de la eventualidad de que ella pudiera ser un día reina de España (el tema trae cola últimamente).
Había que encontrar un personaje dócil. Tras numerosas gestiones, se consiguió traer al poco agraciado Jaime de Marichalar de París, donde se dedicaba a trabajos equivalentes a telefonista o sacafotocopias para su empresa, pero al menos procedía de una familia de alcurnia, venida a menos pero apta para alternar con la realeza. Se le dio un título y una sinecura (los dignos reyes no paraban de moverse), pero el chaval se aficionó demasiado a la droga, y un achuchón lo dejó para el arrastre. Menos mal que una herencia imprevista le libró de la familia real, se divorció y adiós muy buenas. Con todo, dicen las malas lenguas que no dejó de sacar tajada de su separación… y parecía tonto el chico.
Todo esto es llamativo, pero, repetimos, la corte española se ha distinguido siempre por su amor a la opereta. Reyes y reinas divorciados, adulterios, meteduras de pata, alcaldadas, abundan tanto en nuestra historia que forzosamente deben ser considerados como gajes del oficio monárquico. Pero el caso de Cristina y su maridito es especial.
Entró en acción esta segunda hija de los reyes, la que parecía más discreta. Al menos procuraba mantenerse en segundo plano, viviendo en Barcelona en una sinecura proporcionada por La Caixa (alguien me aseguró que para ello hubo que despedir previamente a la chica que ocupaba el cargo, pero no me consta). En todo caso, más disimulado, también ella tenía el latiguillo borbónico de la incontinencia.
En el club de balonmano de la ciudad condal jugaba un buen chico, aunque no precisamente un Einstein: Iñaki Urdangarín, quien vivía con su novia (de iniciales C. C., de Puigcerdà) desde hacía años. Los dos proyectaban casarse y para ello montaban una peluquería (pagada al parecer por la familia de la chica), para que Iñaki, un tanto cabeza loca y cargado de deudas, sentara cabeza de una vez. Pero se cruzó en su camino Cristina, quien fue rápidamente presa de furor uterino. No dejó de hacerse la encontradiza (en el Puerto Olímpico muchos la recuerdan con unas copas de más y persiguiéndole descaradamente). Iñaki no vaciló ante el acoso y tomó el dulce. En poco tiempo rompió con C. C., y la familia real, ésa tan digna, pagó sus deudas para hacer posible el enlace (anécdota: rechazaron escandalizados la proposición de alguien que quería diseñarle un escudo donde figuraba una pelota). Al chico le nombraron duque, le adjudicaron (como antes con Marichalar) algunos sillones en consejos de administración…
Aquí diríamos «colorín colorado». Pero resulta que no. Los pobres jóvenes (sin darse cuenta, faltaría más) se metieron en negocios poco claros, de los que resultaban transferencias a sus cuentas corrientes de algunos millones de euros. Los desfalcos fueron rápidamente conocidos, y la familia real trató de ocultarlos, aunque, como siempre, guardando en lo posible las formas. De momento los consortes abandonaron su cómoda casa de Barcelona, pagada con el dinero que es de suponer, y se trasladaron a Washington, más lejos de Madrid que la ciudad condal, esperando que la tormenta amainara. Pero, ¿quién lucha hoy contra Internet? Cuando el rey fue operado en Barcelona, Urdangarín realizó un viaje relámpago desde Washington para visitar a su suegro, pero éste, aunque le recibió, no quiso fotografiarse con él.
El escándalo ha crecido, y hoy es ya un tsunami que amenaza con engullir la misma institución monárquica. Los reyes tratan de soltar lastre apartando a Urdangarín de los actos de la familia real, olvidando que su esposa figura en las mismas sociedades que él. ¡Siempre el decoro real! Urdangarín (mejor dicho su abogado) dice que está «profundamente dolido y ofendido» mientras capea el temporal. Cristina permanece muda. Los príncipes jamás se exhiben juntos en público en Washington, y los ambientes realistas (especialmente en los programas basura de TV) han iniciado una furibunda campaña resumida en «Pobre chico, no sabía lo que hacía, pero es bueno en el fondo, y desde luego su esposa nada tiene que ver».
¿Qué resultará de todo esto? Pues nada. El pueblo español soportó en su día los escándalos de Isabel II, la inconsciencia de Alfonso XII, la estúpida arrogancia de Alfonso XIII y la superficialidad (usamos el adjetivo más suave posible) de Juan Carlos I. Un significativo apunte: Diego Torres, el socio de Urdangarín, ha sido imputado, el exbalonmanista no. Pasará el tiempo, el tema se irá olvidando y cuando llegue el juicio (si llega) estará disuelto como un azucarillo (recuérdense los trajes de Camps, los donativos de Pepiño, etc.). A lo sumo el matrimonio se separará «cumpliendo cada uno con su deber», y al final va a resultar que ambos son unos patriotas. Como mucho Urdangarín será apartado (aunque sin devolver el dinero), y Cristina se hará la mártir. «Pobrecilla (dirán las revistas del corazón), ha tenido que separarse dolorosamente de su marido, tan mal aconsejado». Y aquí paz y después gloria.
¿Alguien cree que tras todo esto la República está más cerca? No mientras siga reinando el pasotismo entre el pueblo. Muchos tienen interés en la pervivencia de Franco.

15 responses to “23F-Qui Prodest?

  1. Se olvida usted que criminales de guerra, cientificos alemanes y nazis también fueron apadrinados e incorporados por la URSS: la gran ganadora de la IIGM, fdespues d ehaber sido complice del nazismo en la agresión inicial contra naciones soberanas, en los tiempos del pacto de no agresión, apoyado por todos los ultras comunistas de Europa. Vease el caso de Polonia coimo nacion martirizada al alimón por los nazis y los comunistas. La URSS construyó un imperio colonial de ocupación en media Europa.A sus zipayos «antifascistas» no es salio bien la jugada de la conquista violenta del poder en Italia o Grecia.

  2. ¿Corea del Sur? ¿A qué se debe esa mención aCorea del Sur y los militantes «antifascistas»? (o sea, fascitas rojos)EN Corea del Sur la única derrota que hubo fue la de la agresión imperialista de los comunistas para colonizar e imponer a su población el actual sistema del que disfrutan los norcoreanos. La ONU misma apoyó la intervención de EEUU para defender el país de la agresión imperialista totalitaria, y se pactó un empate. Debe ser usted el tipico artistillo pequeñoburgués con pose de neostalinista, para fabricar branding comercial.

  3. Hola
    Simplemente transcribo las palabras de Chomsky:
    «A good way of finding out who won a war, who lost a war, and what the war was about, is to ask who’s cheering and who’s depressed after it’s over – this can give you interesting answers. So, for example, if you ask that question about the Second World War, you find out that the winners were the Nazis, the German industrialists who had supported Hitler, the Italian Fascists and the war criminals that were sent off to South America – they were all cheering at the end of the war. The losers of the war were the anti-fascist resistance, who were crushed all over the world. Either they were massacred like in Greece or South Korea, or just crushed like in Italy and France. That’s the winners and losers. That tells you partly what the war was about. Now let’s take the Cold War: Who’s cheering and who’s depressed? Let’s take the East first. The people who are cheering are the former Communist Party bureaucracy who are now the capitalist entrepreneurs, rich beyond their wildest dreams, linked to Western capital, as in the traditional Third World model, and the new Mafia. They won the Cold War. The people of East Europe obviously lost the Cold War; they did succeed in overthrowing Soviet tyranny, which is a gain, but beyond that they’ve lost – they’re in miserable shape and declining further. If you move to the West, who won and who lost? Well, the investors in General Motors certainly won. They now have this new Third World open again to exploitation – and they can use it against their own working classes. On the other hand, the workers in GM certainly didn’t win, they lost. They lost the Cold War, because now there’s another way to exploit them and oppress them and they’re suffering from it.»

  4. GOBIERNO DEL 23F
    Para no derivar en geo política internacional y atenerse al tema del 23-F aquí va la lista de gobierno que le mostró Armada a Tejero en el Congreso y que se plantó porqué decía que no se había montado todo esto para tener al final un gobierno con ministros comunistas y a Felipe de vicepresidente.
    Militares
    Presidente: general Alfonso Armada
    Interior: general Manuel Saavedra Palmeiro
    Autonomías y Regiones: general José Antonio Sáenz de Santamaría
    Capital
    Vicepresidente As. Económicos: J. M. López de Letona (Banca)
    Comercio: Carlos Ferrer Salat (presidente de la CEOE)
    Asuntos Exteriores: José María de Areilza (Coalición Democrática
    Cultura: Antonio Garrigues Walker (empresario)
    Información: Luis María Anson (presidente de la agencia Efe)
    UCD – AP
    Defensa: Manuel Fraga Iribarne
    Hacienda: Pío Cabanillas
    Obras Públicas: José Luis Álvarez
    Industria: Agustín Rodríguez Sahagún
    Educación y Ciencia: Miguel Herrero de Miñón
    PSOE
    Vicepresidente As. Políticos: Felipe González
    Justicia: Gregorio Peces-Barba
    Sanidad: Enrique Múgica Herzog
    Transportes y Comunicaciones: Javier Solana
    PCE
    Economía: Ramón Tamames
    Trabajo: Jordi Solé Tura

  5. Economía y Trabajo para el PCE, en el gobierno de Armada, LOL. Habrían tenido más poder que el que jamás le han dado las urnas, los zipayos españoles del PCUS. Deben sentir pena por esa ocasión perdida.

  6. …el fachorro este de los anónimos anda un poco bajo de forma, fijaos que ya ha colgado tres comentarios mareando la perdiz para no hablar de su bobo borbón y todavía no ha sacado el tema de Carrillo y Paracuellos… ¿Estará perdiendo facultades?
    Lo dicho, que para adelantarle faena, pues ya lo saco yo, ea.

  7. O eres comunista palmero de dictadores , o eres facha y monárquico juancarlista: grandes razonamientos de los excelsos politólogos de contraindicaciones.net. LOL
    Carrillo no solo le lamió el ojete a Juancar (para conseguir que el PCE ganara votos, no se olvide: la mayoría de españoles NO era republicano en 1977 y el PCE aspiraba a la hegemonía electoral, no a explotar un nicho marginal de mercado): le lamió el ojete a genocidas de trabajadores como Ceaucescu y Kim Il Sum.

  8. Impagable el decálogo del joven socialista» según el panfleto de las JSU, «Renovación», en 1934, bajo la dirección de Santiago Carrillo el genocida de civiles desarmados: pura concepción fascista violenta, totalitaria y militarista de la política: Se la pondrá dura a la niñatada artistilla pequeñoburguesa de clase media urbana, sin ningún vínculo con las masas proletarias, que adopta la pose revolucionaria porque está de moda ahora en su mercado.
    http://2.bp.blogspot.com/_c0-lpDNxHoQ/S42EPbjRxDI/AAAAAAAABYU/lq2xIPX2e2k/s1600/Renovaci%C3%B3n%2B1934%2BB.JPG

  9. 1. Los jóvenes socialistas deben acostumbrarse a las movilizaciones rápidas, formando militarmente de tres en fondo.
    2. Cada nueve (tres filas de tres) formarán la década, añadiéndole un jefe, que marchará al lado izquierdo.
    3. Hay que saludar con el brazo en alto -vertical- y el puño cerrado, que es un signo de hombría y virilidad. (Cáspita, homofobia.)
    4. Es necesario manifestarse en todas partes, aprovechando todos los momentos, no despreciando ninguna ocasión. Manifestarse militarmente para que todas nuestras actuaciones lleven por delante una atmósfera de miedo o de respeto.
    5. Cada joven socialista, en el momento de la acción, debe considerarse el ombligo del mundo y obrar como si de él y solamente él depende la victoria.
    6. Solamente debe ayudar a su compañero cuando éste ya no se baste a ayudarse por sí solo.
    7. Ha de acostumbrarse a pensar que en los momentos revolucionarios la democracia interna en la organización en un estorbo. El jefe superior debe ser ciegamente obedecido, como asimismo el jefe de cada grupo. (Esto parece una fórmula fascista.)
    8. La única idea que hoy debe tener grabada el joven socialista en su cerebro en que el socialismo sólo puede imponerse por la violencia, y que aquel compañero que propugne lo contrario, que tenga todavía sueños democráticos, sea alto, sea bajo, no pasa de ser un traidor, consciente o inconscientemente.
    9. Cada día, un esfuerzo nuevo, en la creencia de que al día siguiente puede sonar la hora de la revolución.
    10. Y sobre todo esto: armarse. Como sea, donde sea y «por los procedimientos que sean». Armarse. Consigna: Ármate tú, al concluir arma si puedes al vecino, mientras haces todo lo posible por desarmar a un enemigo.

  10. Estoy dudando sobre la conveniencia de disponer la rebanada de carrillo de buey entre dos pedazos de pan y no al revés. De esta forma crearía un plato como no se ha visto nunca en la mesa de mi señor Ludovico. En verdad, se podría disponer toda suerte de cosas entre los panes: ubres, testículos, hígados, orejas, rabos, y otras por el estilo. Y al no poder ver los comensales el contenido, éste resultará una verdadera sorpresa cuando lo ataquen con sus cuchillos. ¿Cómo podría llamar a tal plato? Pan con sorpresa

  11. Esto va para el comentarista anonimo 2
    Eh tu tio listo, estudia bien la guerra de Corea que todo lo que dices son estupideces. La resolucion de la ONU se paso aprovechando que la URSS no ejercio su derecho a veto pues no reconocía que la representacion en la ONU de China fuera la del Koumintang y en vez de la de China Continental. Los capitalistas coreanos estaban cerecados en Busan, y de no ser por la intervencion que facilito la ONU habrian tenido que salir por patas. Por ultimo, la peninsula de Corea fue ocupada por los japoneses desde 1910 hasta el final de la guerra mundial, hay tienes a la resistencia antifascista, so burro.

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