Ya nos hicimos eco en una entrada anterior titulada Manifiesto Plataforma ¡otra ¿BIACS? es posible, de la constitución de esta plataforma, cuyo principal objetivo es que la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla se comprometa con la realidad social y cultural de la ciudad para que no termine funcionando como una sofisticada atracción turística más de la ciudad andaluza. Aquí va el segundo comunicado, después de haberse hecho público el nombre del próximo curador de la Bienal: Okwui Enwezor…
Segundo comunicado de la plataforma Otra BIACS es posible:
VOLVERNOS TRANSPARENTES
Escrito 2
El nigeriano Okwui Enwezor será el próximo comisario de la Biacs. En la prensa sólo transciende que ha habido diferencias económicas antes de llegar a su nombramiento. Parece ser que los propiciadores del evento le han tomado gusto a lo opaco, nadie ha presentado cuentas de la 1¬™ edición. Se sabe que hubo déficit en la gestión de los gestores privados y que éste será asumido por las instituciones públicas. Vuelven a confundir la transparencia con la necesidad especuladora del hacerse invisible. Nuevamente, dinero oscurecido, 0 en transparencia. Las preguntas continúan ante la indefinición de la BIACS1 y de la BIACS2, que se van asemejando: ¿Es privada? ¿Es pública? ¿Cuánto dinero público? ¿Cuánto privado? ¿Cuál es el organismo que toma las decisiones y por quién está compuesto? ¿Cuáles son los beneficios fiscales de los patronos privados? Si aún no sabemos cosas elementales cómo vamos a saber los criterios que han llevado a la elección de Okwui Enwezor o cuál es el proyecto discursivo que acompaña su elección, como es común en los eventos sustentados en bases coherentes. Sólo sabemos del nuevo comisario que han estado discutiendo lo que va a cobrar, ni siquiera cuánto va ser la cantidad. Hasta en el mundo del fútbol la transparencia es mayor: se evalúan las necesidades del equipo, se ficha y se dice por cuanto, se exige el conocimiento del club, de su hinchada, de la liga en la que va a jugar… sin embargo y aunque parezca paradójico en el territorio de la cultura la transparencia es un bien escaso, deficitario. Se hace «en beneficio de la ciudad «y punto. Ni estudio de las carencias culturales de nuestra ciudad, ni criterios sobre los que descansa la bienal, y mucho menos cuál es el proyecto sobre el que se elige al nuevo comisario. Estamos acostumbrados a que las políticas culturales se desarrollen a base de impulsos de los gestores políticos, vaciadas de rigor, sujetas a los vaivenes de los nombramientos, incapaces de abrir espacios de interlocución social con los agentes que contra corriente accionan una cultura hecha desde su imbricación con la ciudad y autogestionada con mínimos presupuestos. Porque en nuestra ciudad, volvemos a repetirlo, la BIACS nace como un grano en un organismo enfermo, no es fruto de una acción cultural continuada de los poderes públicos sino que aparece como un parásito que viene a llevarse fondos y esfuerzos públicos que nunca han estado a disposición de la cultura. Se cuida al parásito y se olvida al enfermo.
Desde la plataforma ¡otra ¿BIACS? es posible! no entramos a valorar la figura de Okwui Enwezor, del que conocemos su trayectoria y al que valoramos, pero en nuestro Escrito Primero señalamos 5 puntos que se enmarcan en un criterio de racionalidad de la acción cultural y que hasta ahora, salvo una declaración del delegado de Cultura del Ayuntamiento valorándolos positivamente, no han encontrado interlocución. Estos puntos son:
1.Realizar y presentar públicamente una detallada Memoria de la BIACS1
2.Cuestionar el modelo bienal y en concreto la BIACS, abriendo nuevas propuestas que superen la reproducción de esquemas y estereotipos obsoletos.
3.Crear una estructura horizontal, participativa y democrática que defina los tiempos, modos, contenidos y ejecución presupuestaria del proyecto que tenemos entre manos.
4.No aceptar la deuda contraída por los gestores de la BIACS1, única forma de garantizar el inicio de un nuevo proceso libre de intereses y de cargas
5.No designar un comisario/a, ni una traza temporal o designio espacial, ni una trama económica hasta la configuración de la estructura horizontal que defina los objetivos generales del proyecto como un verdadero pivote para la revitalización de la vida cultural y artística de la ciudad, que justifique así el esfuerzo económico.
Nuestra invitación a introducir criterios racionales en las políticas culturales no ha sido escuchada, en el tiempo prudencial transcurrido desde la aparición de nuestro Escrito Primero, no se ha dado ningún paso a la presencia de los agentes culturales de la «ciudad» en la toma de decisiones, ningún acto de transparencia pública para con la «ciudad», ni planteamiento ni replanteamiento de intenciones alguno, más allá de un vago ánimo a la vida artística de la «ciudad». La ciudad sin sus ciudadanos. Las instituciones encargadas de gestionar lo público cierran sus oídos y se disponen a gastar dinero público en políticas culturales estandarizadas, ajenas a las realidades concretas; vuelan sobre los problemas y en su incapacidad para crear nuevos espacios y redes de gestión cultural se apuntan a las manidas formulas del «bienalismo», fracasadas en los sucesivos intentos realizados en el Estado español. El reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Sevilla de la realidad de las razones recogidas en nuestro Escrito Primero parece que pueda traducirse en un desvío de parte de su asignación a la BIACS, lo que puede crear una disfunción en las aspiraciones públicas que la propia BIACS expresa. Ante nuestro asombro y el de la ciudad, atenazados por su ignorancia y avezados de banalidad, los organizadores de la BIACS desprecian la realidad que, quieran o no, será su mayor dolor de cabeza.
¡otra ¿BIACS? es posible! se constituyó como un espacio de reflexión sobre políticas culturales. Creemos que esta ágora de reflexión y debate es del todo punto necesaria para nosotros mismos, pero sobre todo para la ciudad. Por ello debe quedar claro que cuando hablamos de estructura horizontal participativa y democrática sobre la cual debería replantearse el formato BIACS no estamos hablando de que la plataforma esté como tal en esa estructura, son los distintos agentes sociales y culturales los que deben estar en ella. Especialmente aquellos que careciendo de representación económica son olvidados en la gestión política. Nuestra plataforma es un espacio ajeno al «quitaté tu pa ponerme yo». Nuestra apuesta se basa en la reunión y el fortalecimiento de los agentes culturales ciudadanos para crear debates donde la palabra común estaba ausente o escondida. La cultura contemporánea para serlo debe tener en cuenta los nuevos marcos de acción que proponemos, nuestro desafío para ser oídos es hablar claro y alto. Entre otras cosas porque queremos escuchar.
Sevilla 30 de junio de 2005.
Atención a la noticia aparecida en ya.com, por lo visto el nuevo comisario era miembro de la Plataforma que se constituyó contra la 1º Bienal, tocate las narices!:
Sevilla. ‘Otra Biacs es posible’, sorprendida de que Okwui acepte ser comisario, espera que cambie las estructuras .
Pedro G. Romero confía en que el nigeriano ayude a que «el debate sea más interesante que con el estéril binomio Aizpuru-Harald Szeemann
Europa Press 14/06/2005 11:41
SEVILLA, 14 (EUROPA PRESS)
La plataforma ‘¡Otra ?Biacs? es posible!’, una grupo de reflexión sobre las políticas culturales de la ciudad y sobre el propio certamen artístico, mostró hoy su «sorpresa» tras conocer que el nigeriano Okwui Enwezor ha aceptado ocupar el cargo de comisario de la II Bienal Internacional de Arte Contemporáneo y manifestó que confía en que «cambie las estructuras» del evento cultural.
Pedro G. Romero, miembro y portavoz de esta agrupación, recordó que Enwezor «estuvo implicado en la primera plataforma contra la Biacs que constituimos» y participó en las acciones que organizamos «siendo uno de nuestros invitados a ser crítico con la muestra». Así, argumentó que su sorpresa se debe a que en la primera edición del evento, «estaba de acuerdo con cambiar el modelo».
En declaraciones a Europa Press, señaló que el crítico de arte nigeriano «es una persona cuyo trabajo siempre nos ha interesado, ya que parte de los modelos que usamos en contestación a la Biacs provienen del trabajo del propio Okwui».
No obstante, G. Romero dijo temer que Enwezor «tras dirigir la Documenta 11 hace tres años –muestra de arte mundial que se organiza cada cinco años en Kassel (Alemania)– se haya vuelto más distraído». Así, consideró que «es el mismo problema que tenía Harald Szeemann, que no era un mal comisario, sino que no se encontraba en su mejor momento, porque ya estaba jubilado».
En este sentido, el miembro de la plataforma indicó que «esperemos que le dedique tanto esfuerzos a la Bienal como a otros proyectos» y destacó que «su contribución más importante a Documenta, fue poner en crisis la propia idea del evento, a partir de una estructura de plataformas de discusión», por lo que sugirió que haga algo similar con la Biacs.
INCUMPLE EXIGENCIA
Pedro G. Romero afirmó que «con esta decisión de la Fundación se incumple una de nuestras exigencias: que no se tomara ninguna decisión hasta que se cambiara la estructura de la Bienal». «Ahora han nombrado a Okwui, que se supone que comparte esa exigencia de replantear las propias estructuras de organismos tan caducos como la Biacs», añadió.
En cualquier caso, «esperamos que con el nuevo comisario el debate sea más interesante que con el binomio Juana de Aizpuru-Harald Szeemann, que parecía absolutamente estéril», si bien, apuntó que «el problema no es de persona, sino de estructura». «El problema no es Okwui, sino Fernando Franco, entendido como la estructura actual del certamen» y el nuevo comisario «puede ayudar a cambiar esta situación», agregó.
«CUESTION DE CACH√â»
Por último, el portavoz de la Plataforma apuntó que «supongo que para acceder le habrán dado libertad suficiente como para cambiar las estructuras, pero nos sorprende que haya accedido, porque parece que toda la negociación ha sido una cuestión de caché, entonces eso es ya una mala señal».
El ‘curator’ y crítico de arte nigeriano Okwui Enwezor será el próximo comisario de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla, gracias al acuerdo económico al que ha llegado con él la Fundación Biacs, según publica hoy el Diario de Sevilla.
El pasado 31 de mayo se constituyó ‘¡Otra ?Biacs? es posible!’, que aprobó un documento en el que criticaba los puntos flacos de la pasada Biacs. En concreto, centró sus críticas en la división de los organizadores de la muestra, la opacidad en sus cuentas y las informaciones contradictorias y confusión sobre las fuentes y vías de financiación de la segunda.
Al margen de las políticas culturales de las administraciones públicas, represento a un equipo de trabajadores especializados en conservación y restauración de bienes culturales a los que se encargó desde una de estas administraciones que recuperasen el aspecto original del monumento titulado «Los Ángeles Trianeros», junto al puente conocido como «del Cachorro», en el barrio de Triana. Lamentablemente para nosotros acabamos la limpieza de numerosas expresiones artísticas espontaneas vulgarmente denominadas «graffitis» coincidiendo con la Biacs, pues aún no habíamos concluido toda la intervención que incluía algunas reintegraciones complicadas que llevaban su tiempo. Así que gracias a los simpatizantes de la Plataforma «¡Otra ¿BIACS? es posible!», que decidieron utilizar como espacio reivindicativo la superficie limpia que ofrecía este monumento urbano, hemos tenido que doblar nuestro esfuerzo para poder terminar nuestro trabajo tal y como queríamos. Añadamos que en ningún momento la administración contratante nos ha obligado a realizar la segunda limpieza pero la hemos realizado por aquello de «la verguenza torera». ¡Qué bonito el arte revolucionario!.