Buen trabajo, perros

Según parece, el perro es un animal cuya existencia está vinculada al hombre desde sus inicios. Algunos lobos prosperaron medrando alrededor de los asentamientos humanos con más éxito que en el bosque. A partir de ahí se produjeron numerosas especializaciones simbióticas entre hombre y perro para distintas tareas como la caza, el pastoreo o la defensa.
Algunos de estos trabajos requieren la represión brutal del instinto, como es el caso del perro de caza, que debe cobrar la pieza sin comérsela. Esta conducta es posible gracias a una simple cuestión de selección natural: sólo vive el perro que es capaz de reprimirse.
Una de las especializaciones más interesantes ha sido la de perro de compañía, cuya principal habilidad es la producción de formas de expresión emotivas. Perros especializados en inspirar ternura. Han sido tan eficaces en su trabajo que un amplio sector de la población está más sensibilizado frente a las tragedias caninas que a las humanas.
En la acción de Antonio de la Rosa Triple X algunos perros, condenados a muerte municipal, fueron paseados por negros, personas en situación precaria. En la acción se ofreccía en adopción al perro, que salvaba así su vida (ninguno fue adoptado) y la atención de los asistentes se centró en ellos haciendo pasar desapercibida una tragedia de mastodónticas dimensiones:

Este post, salvando lo empalagoso del título y el comentario inicial, que da un poco de grimilla, es una magnífica recopilación de fotografías de indigentes con perro. En él, una vez más, se cae en la tentación de desviar la atención de la tragedia humana al acentuar los valores emocionales del perro.
Buen trabajo, perros.