Bajo el subtítulo de «Integración y resistencia en la era global» se abrió al público la Décima Bienal de La Habana el pasado 27 de Marzo. Contando con la participación de unos 150 artistas y con multitud de eventos colaterales, paralelos, off y off-off.
Con un fuerte apoyo de instituciones españolas (Generalitat de Valencia, Seacex y Aecid) esta bienal celebraba su 25 aniversario, incluyendo también un evento teórico en el que entre otros participaron Francisco Jarauta, Jose Luís Brea, Nicholas Bourriaud o Guillaume Désanges.
En el catálogo de la Bienal, su director, Rubén del Valle, escribía una introducción en la que podíamos leer: «…la Bienal rinde homenaje a su progenitora natural, la Revolución Cubana, que arriba a sus primeros cincuenta años de vida, y a Fidel Castro gestor de este y otros proyectos estratégicos en la cultura cubana. En un momento de incertidumbres en los paradigmas históricos del llamado socialismo real, Cuba debate cómo continuar desarrollando su proyecto emancipador en condiciones totalmente adversas, fiel a sus principios fundacionales de justica social, solidaridad, libertad, y donde el papel y el valor de la cultura han adquirido dimensiones insospechadas».
Desde ese presupuesto parecía que la lectura de la bienal iba a estar clara, y se tendría que evaluar su funcionamiento en relación a las tensiones, que planteaban ya en su subtítulo, entre «resistencia» e «integración» en la era global. Donde están unos y donde otros, cuales las posturas resistentes y cuales la integradas. De momento el cartel que te recibia a la entrada de las sedes principales de la bienal (Morro y Cabaña) estaba dedicado a los aliados.
Como nos indicaba este mensaje de Chavez, la continudad del proyecto emancipador del que hablaba el director de la Bienal parece de momento asegurada.
Visitando el nucleo central de la Bienal en el Morro, se hicieron patentes otras cuestiones, como la dificultad de cuestionar eficazmente la «integración» por una práctica artística que se define como crítica cuando está bajo un determinado manto institucional…
Y paradójicamente unas obras que expuestas en un contexto integrado podían tener una cierta potencia al presentarse en el lugar de la resistencia aparecían como la más literal propaganda laudatoria. Si bien los artistas se posicionarion de distintas formas, desde la asunción del homenaje sin complejos a aquellos que más o menos se resistían a ser integrados.
Sin duda fueron Punkasila los que más claramente se sentían «integrantes de la resistencia», con su entusiasta homenaje al cincuentenario de la Revolución Cubana. Punkasila, es una banda de punk indonesia cuyo manager a lo Malcom Mclaren no es otro que Danius Kesminas, creador de The Histrionics.
Los Punkasila dieron un concierto en el foso del Morro, y su cantante Hahan compartió escenario y fotos con el ministro de cultura cubano Abel Prieto.
También los machetes de Carolina Caycedo se mostraban como un claro homenaje a los revolucionarios. Bajo el titulo » En caso de emergencia» se presentaban machetes en cuyo mango se leia un país y en su hoja los nombres de los distintos grupos revolucionarios que en esa nación habían luchado.
El idilio entre el arte contemporáneo y la Revolución fue constatado por el órgano oficial del Comité Central de Partido Comunista de Cuba, el periódico Gramma del sábado 28 de marzo, donde la imagen de la instalación de Nuevos Ricos consistente en decenas de discos piratas que podian ser retirados y copiados por los asistentes a la bienal, acompañaba la noticia de la inauguración del evento.
Y si Gramma hablaba de la gran fiesta de la creación visual: «caracterizada por el compromiso con los valores humanista», no era algo gratuito sino que era reafirmando por decenas de poéticas presentes en la muestra que se alimentan del mismo imaginario revolucionario, emancipador y anticapitalista:
El argentino Martíndi Girolamo, con «Pathological beauty», al hablarnos de la anorexía critica los excesos de la sociedad de consumo.
La boliviana Claudia Joskowicz filmando en video una reconstrucción de la exhibición del cadaver del Che.
Walterio Iraeta (El Salvador) fotografiando la globalización económica
…Javier Aubreu, de Uruguay, profetizando la próxima expansión de la comida basura hacia nuevos territorios económicos
Continuará….