Glamour y sensibilidad social en la cúpula socialista

Ministras de Zapatero posan para Vogue con trajes de 5.000 euros y piden igualdad de sexo
Tres maquilladores, cinco estilistas y un fotógrafo es lo que necesitó la revista versión España para septiembre, que lleva como artículo destacado la «sesión de pasarela» en el Palacio de La Moncloa… el nuevo talante de la «izquierda» .


Tres maquilladores, cinco estilistas y un fotógrafo para ocho ministras. Eso es lo que necesitó la revista Vogue España para su número de septiembre, que lleva como artículo destacado la «sesión de pasarela» que han hecho las ocho ministras del Gobierno Zapatero a la puerta del Palacio de La Moncloa.
Entre pieles y trajes de 5.000 euros, las ministras posan para una de las revistas más lujosas y exclusivas del mundo, aprovechando la ocasión para pedir la «igualdad de sexos». La sesión de fotos, que tuvo lugar el viernes 9 de julio, entre el final de un Consejo de Ministros y las cinco de la tarde, dio para mucho.
La sesión de fotos, que tuvo lugar el viernes 9 de julio, entre el final de un Consejo de Ministros y las cinco de la tarde, dio para mucho. «Hablaban de sus experiencias en el Gobierno, porque acababan de llegar a sus ministerios», cuenta Jesús Angulo, subdirector de la revista. Durante las fotos, para las bromas. «¡Qué duro es ser modelo!», bromeaba Calvo.
«¡Sí, pero cobran más que nosotras!», contestaba Salgado. Y para terminar, una constatación. «Fernández de la Vega es la que más personalidad tiene. Todas la tratan como la autoridad del grupo. Es un poco la líder y nos iba marcando los ritmos», explica Angulo.
La más fotogénica, dicen, es Elena Salgado. La tímida, Elena Espinosa, y la más bromista, Carmen Calvo. En general, todas demostraron «gran complicidad», cuenta Angulo, mientras eran fotografiadas en grupo e individualmente con modelos de Roberto Verino, Alberto Domínguez, Miguel Palacio, Loewe, Ángel Schlesser, Jorge Vázquez o Roberto Torreta. Lo más difícil del reportaje, «coordinar las agendas de las ministras». Fue todo un «reto» acometido por, entre otros, el fotógrafo Alberto Heras, encargado de mostrar «un Gobierno moderno, contemporáneo, el primero con igual número de mujeres y hombres».
Las ocho ministras del Gobierno de Zapatero denuncian la falta de igualdad real entre hombres y mujeres y defienden el gabinete paritario como un paso más para lograrla en una entrevista colectiva. María Teresa Fernández de la Vega aboga claramente por la mezcla de sexos. «No me gustaría un Gobierno únicamente masculino o sólo formado por mujeres. Me quedo con el actual, reflejo de nuestra sociedad», apunta en la entrevista.
Ante la pregunta directa de por qué las mujeres se ponen menos medallas, la vicepresidenta, vestida completamente de blanco, responde contundente: «tenemos menos desarrollado el sentido de la vanidad». Durante la hora y media de maquillaje y estilismo previa a la sesión fotográfica, Fernández de la Vega hizo gala de su sentido del humor comentando: «Esto es peor que una comparecencia de Zaplana».
Las fotografías publicadas revelan que el presidente del Gobierno estuvo presente en la sesión, conversando con la directora y el subdirector de la revista. «Seguro que nos critican», decía la ministra de Cultura, de la que emanó también alguna queja con humor por la sesión de maquillaje. «Qué duro es ser modelo», comentó. «Pero cobran más», le respondió entre risas la titular de Sanidad.
Por su parte la responsable de Vivienda, María Antonia Trujillo, denunció abiertamente que el trabajo de las mujeres «no se juzga con severidad sino con falta de perspectiva. Son, en su mayoría, juicios de valor peyorativos y frívolos, pero ingenuos porque no alcanzan a entender a las mujeres en política».
Contundente se muestra también la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, al asegurar que a las mujeres «nos dan mucho menos margen para el error y se valoran menos los aciertos». Para ella, dice, el Ministerio es «más difícil» que ser madre.
En la misma línea se pronuncia Carmen Calvo, responsable de Cultura: «En política una mujer es un blanco más fácil que un hombre». Frente a estas denuncias, la titular de Educación, María Jesús Sansegundo, se declara optimista respecto al futuro de la igualdad entre sexos: «Veo motivos para la esperanza, este país está cambiando de mentalidad».
Hablando sobre moda, Cristina Narbona, ministra de Medio Ambiente, se declara sin dudarlo partidaria de una moda «poco llamativa y práctica, lo más ¬ícasual¬í posible», con la premisa de que el poder sólo hace sexy a quien ya lo es. Haciendo gala de su cartera, la de Sanidad, Elena Salgado aprovecha para lanzar una advertencia contra las dietas perjudiciales. «Nuestras jóvenes reciben con frecuencia mensajes que resultan confusos desde una sociedad que da demasiada importancia a un equivocado culto al cuerpo y a unos estereotipos que están fuera de la realidad».
A todo el colectivo susceptible de dejarse llevar por ese mensaje Salgado le recuerda que la felicidad «no está en unas medidas corporales, sino en la armonía con uno mismo». Elena Espinosa, responsable de Agricultura, reconoce que ser ministra es la culminación de la vocación política, y también que alguna vez ha robado manzanas.

5 responses to “Glamour y sensibilidad social en la cúpula socialista

  1. Esto me recuerda una entrevista a Fermín Muguruza que leí hace ya mucho tiempo. En un momento dado justifica las «pintas» de los dirigentes de HB (demasiado aburguesadas para la izquierda abertzale) afirmando que para ejercer el poder, o al menos para ser su interlocutor, la apariencia tenía que estar lo suficientemente «cuidada»,dando la impresión de que son también «poder» o que pueden ejercerlo en un momento dado.

  2. Pretender desacreditar a una ministra por posar para Vogue o vestir un conjunto de firma me parece casi tanto, y perdón por el extremismo del ejemplo, como pretender que una mujer pueda provocar una agresión sexual por llevar minifalda o que no se ajuste al perfil de maltratada por vestir a la última.
    He leído el reportaje (que no editorial de moda) y observado las fotografías hasta el último detalle. Por eso me pregunto dónde están las supuestas poses de alta costura, la frivolidad, la ostentación del lujo o la ruptura de la imagen de austeridad. La exclusiva de Vogue figura en el apartado habitual de la revista de reportajes serios con el enfoque de ¬´hacer un retrato histórico de las mujeres que acaban de llegar al Gobierno de España (…) para conseguir una imagen que dará la vuelta al mundo, el primer Gobierno de la Comunidad Europea paritario¬ª según la directora, Yolanda Sacristán.
    Para llevarlo a cabo, se desplazó hasta la Moncloa un equipo de más de una docena de personas, encabezado por la directora y por el subdirector de la revista, Javier Fernández de Angulo, que es quien firma el artículo, y que incluía también, eso es cierto, fotógrafos, maquilladores, peluqueros, estilistas y un camión lleno de ropa.
    Las ministras socialistas fueron vestidas finalmente con modelos de pret-√¢-porter, sobrios, urbanos, en blanco y negro, sencillos, elegantes, yo diría incluso que muy ministeriales. Los estilistas eligieron diseñadores españoles -Adolfo Domínguez, Miguel Palacio, Roberto Torretta, Roberto Verino y Antonio Pernas- con alguna concesión a Armani y Valentino.
    La vicepresidenta y las siete ministras no actúan como top models en ningún momento, se limitan a posar para la cámara como lo harían para cualquier otra entrevista. El contenido (¿nadie ha hablado del contenido?) es una serie de pequeñas entrevistas con cada una de las políticas, empezando por la jefa, la valenciana María Teresa Fernández de la Vega, quien por cierto se queja de la dureza de la sesión fotográfica con la frase siguiente: ¬´Esto es peor que una comparecencia con Zaplana¬ª.
    ¿Y de qué se les pregunta y de qué hablan las ministras? De trapitos, de manicura, de hombres, pensarán ustedes. Pues nada de eso. Hablan de forma ligera y somera, sí, pero lo hacen de política, de la sociedad, de sus objetivos, de los problemas principales de sus carteras y de sus carreras y vidas personales, así como del papel de las mujeres.
    Visten moda española y la promocionan y van discretísimas, sin apenas joyas. Pero han despertado un huracán de críticas. Aquí, en Valencia, la consellera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, se ha sumado a ellas. ¿La misma Alicia de Miguel que fue portada de la revista del Diario de Valencia?
    Entiendo que a las feministas no les agraden muchos aspectos del mundo de la moda y me parece lógica la artillería política, pero no que algunos hagan que parezca que las ministras hayan sido portada de Interviú, ni que -torticería mayúscula- otros reclamen un reportaje similar con los ministros. Pero, ojo, confío en que el debate se quede en la frivolidad (la misma que se condena) porque el trasfondo conduce a cuestiones más preocupantes. Porque, vamos a ver, ¿pretenden decirme que los sombreros de Candela Cort o Philip Tracy derriten el pensamiento, socialista en este caso? ¿O que a partir de determinados centímetros de tacón una mujer pierde su capacidad de mando y organización? ¿Es su inteligencia directamente proporcional a la longitud de su falda?. Peligroso, muy peligroso.

  3. Cuatro meses de Gobierno de Zapatero que podrían titularse como otros tantos de patinazos. Declaraciones y desmentidos, en muchos ministerios, muy en contra con lo que proclamaba en su programa el entonces líder de la oposición y hoy flamante presidente.
    Han cometido errores de principiantes, de nuevos ricos de la política, de recién llegados que no tienen en cuenta que todos sus actos son mirados, por fortuna, por mil cámaras. Parece mentira que muchos de ellos/ellas, tengan ya espolones en una larga carrera política. Tonterías como la autocondecoración de Bono definen peligrosamente una manera de actuar, como precipitada o como irresponsable.
    Las fotos de las ministras posando, en la Moncloa, cual pijas-modelos, para una revista de modas, es, por de pronto, de una ridiculez que tumba un elefante. No se pone en duda su capacidad de trabajo, pero sí las ganas de figurar de alguna de ellas o de todas. Hace cuatro días aparecía una encuesta que ponía de manifiesto que la mayor parte de ellas eran desconocidas para el resto de los españoles. No sé qué asesor de imagen puede haberles aconsejado que el camino directo a los electores es a través de una revista de las llamadas de lujo. Han pegado un patinazo de tres pares de narices. Con una sesión de posado y modelitos han enviado a hacer puñetas la paridad de Zapatero. ¿Qué hubiera pasado si Alonso, Moratinos, Bono y Caldera hubieran posado imitando a George Clooney? ¿Y si los modelos se apellidasen Rajoy, Arenas o Piqué?
    El PSOE en las elecciones de marzo recogió mucho voto flotante. No creo que el camino elegido por el sector femenino del Gobierno sea el mejor para mantenerlo.

  4. Se puede escoger cualquiera de las dos pildoras, la del pais de las piruletas, y la del mundo real; pero al final, en ambos mundos, en verano no hay noticias, y con algo hay que hacerse escuchar, no sea que nos olviden.
    La situación no tiene la menor importancia, quizás alguna nota antiestética, pero ya nadie cree que ese partido represente *la izquierda*. Lo mejor es escoger la pildora fácil y vivir en un mundo en que lo importante es el talante, el trabajar por la no discriminacion de lo que resulte rentable según coyuntura y olvidarnos de que mientras haya alguien que pueda usar un traje que cueste la una buena parte de lo que necesitamos para vivir un año (o muchos según dónde) seguirá existiendo la más antigua y profunda de las discriminaciones entre las personas, que no conoce razas, ni sexos, ni creencias.

  5. Yo creo que algunas modelos son muy wapas pero otras son ororosas y las anoresicas peor aun en una rebista bi a una que era to flaca y se parecia a Golum del señor de los Anillos era super fea. Creo que Dulce Maria y Anahi deberian ser modelos de todas las rebistas de todo el mundo por lo menos yo opino eso son flacas y super,super,super wapas. Mi comentario es ese que por lo menos no esten anoresicas que lo estaran pasando muy mal las pobrecillas de no comer nada yo estoy flaca pero no exsajerada mente como algunas modelos que no comen y las gordas tambien tienen derecho a desfilar en pasarelas que algunas gordas son muy wapas yo tengo una amiga gorda que se llama Almudena Trollano Dominguez y es super wapa.Por eso pienso que las gordas lo estaran pasando mal por ser gordas pero las anoresicas lo estaran pasando mal por no comer.Escrito por Julia Carrion Gimenez. IBI – ALICANTE – .

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