Antoni Tapies, Pintura románica con barretina, 1971.
«El proceso de museización del arte contemporáneo en Cataluña impulsado por los actuales gobernantes y sus apoyos «civiles» va en contra de uno de los pilares de la producción artística de las últimas décadas: cuestionar el contexto social, institucional y económico en que se produce el arte, aún siendo conscientes de que en esta reflexión se producen no pocas paradojas e hipocresías.
No puede haber una estrategia más abrumadoramente censora que reducir todo el cuerpo de la política artística al espacio museístico, donde se autoriza la marca
artística a costa de degradar su fuerza social.
(…) De aquí a unos años quizá solo encontremos el substrato que durante las últimas décadas ha sostenido a la narrativa del funcionamiento socioeconómico del arte y de las grandes capitales del sistema artístico en Dubai, Shanghai o Miami.
¿Es necesario competir, entonces?
Y la pobre alternativa que nuestras administraciones parecen querer dejarnos para revitalizar el sentido de su función simbólica, la de un arte como repliegue para la reconstrucción de un imaginario local o social, ¿es realmente la única?
Pero lo cierto es que vivimos tiempos de una convulsión intensa en el espacio social de la cultura, y que en las aguas turbulentas hay que estar al acecho y sumar colectivamente análisis críticos que nos den herramientas, tanto para construir nuestras alternativas como para responder con rapidez a las poderosas dinámicas reaccionarias que tenemos delante. »
Fragmento del ensayo «La era de la degradación del arte y de la política cultural en Cataluña» de Jorge Luis Marzo, que podeis descargar aquí.
-¿Y qué haremos ahora sin la Obra Social de las cajas? Se preguntó Arcadi Calzada mientras se tomaba un café en su galería.
http://www.aragirona.cat/noticia/19035/caixa-girona-reconeix-que-arcadi-calzada-va-vendre-obres-dart-a-lentitat-fins-gener-de-200