PATRONES OCULTOS // J. Mayer H. en la Berlinische Galerie

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Texto de PSJM
Hasta el 9 de abril de 2012 se pueden visitar las estructuras espaciales experimentales [Rapport. Experimentelle Raumstrukturen] de J. Mayer H. en la Berlinische Galerie, el museo de arte contemporáneo de la ciudad de Berlín. Institución que, a nuestro juicio, programa las propuestas más interesantes de la capital alemana. En su planta baja, tiene la Berlinische una extraordinaria sala de altísimos techos que se presta a realizar intervenciones monumentales. Meses atrás pudimos deleitarnos allí con una fantástica instalación textual, de reminiscencias dada-constructivistas, que Angela Bulloch creó para la sala de turbinas de la Tate Modern de Londres y que aterrizó en los muros del museo berlinés de forma imponente. Ahora, es el arquitecto-artista Jürgen Mayer H. quien ocupa este espacio con una propuesta que sumerge al espectador-habitante en un espacio mental hecho de códigos secretos y supergráficos envolventes.
En el presente texto realizamos una lectura formal, conceptual y política de la obra de Mayer. H.


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J. MAYER H., Rapport. Experimentelle Raumstrukturen, 2011.
Fundado en 1996 en Berlín, el estudio interdisciplinar J. MAYER H. Arquitectos se centra en la intersección de arquitectura, arte y nuevas tecnologías. Lo orgánico y lo tecnológico vienen a ser la misma cosa en las creaciones del laureado arquitecto berlinés. Rapport, instalación tipo walk-in, una enorme moqueta blanca estampada con patrones de seguridad de datos en puro negro que reviste paredes y pisos, reúne muchas de las estrategias, tanto formales como conceptuales, que hacen del trabajo de este artista alemán un foco de atención para las miradas del arte y la arquitectura internacional. Si queremos adentrarnos en su universo creativo, quizá convenga echar la vista atrás y recordar la obra de un par de artistas-arquitectos-teóricos de los tiempos -ismos. La Berlinische Galeríe conserva una colección importante de arte moderno hecho en Berlín. Actualmente en su segunda planta alberga la exposición Kunst in Berlin 1880-1980 en la que (además de una habitación dedicada al Dada berlinés y un maravilloso relieve de Tatlin) se expone una reconstrucción del Raum Proun que el arquitecto, artista y diseñador El Lissitzky creó para la Gran Exposición de Arte de Berlín de 1923. Este delicioso ambiente constructivista de El Lissitzky (una de las primeras instalaciones que se conocen, junto con el Merzbau de Schwitters) se puede poner en relación con la propuesta de Mayer H., pues los dos juegan en el límite de arte de ‘sala’ y arte funcional aplicado y, sobre todo, se da en ambos casos la intención de transformar en espacios tridimensionales sin fin, lo estrictamente bidimensional; formas geométricas en el caso del vanguardista ruso y signos cifrados (números) en el caso de nuestro contemporáneo alemán. El Lissitzky entendía su Raum Proun como una imagen que no es una pintura, sino una «estructura en torno a la cual se debe circular, mirándola desde todos lados, observando desde arriba, investigando desde abajo»1. Un espacio que envuelve, sin principio ni fin. Encontraremos especialmente desarrollado este concepto en las teorías y espacios creados por Frederick Kiesler, arquitecto, escenógrafo, artista y teórico estadounidense de origen austriaco, vinculado en los años 20, en Viena y Berlín, a la estética del movimiento De Stijl (grupo G) y más tarde, en los 30 y 40, al núcleo mismo del grupo surrealista de Nueva York. Este camarada de André Breton, Man Ray y Marcel Duchamp promulgó conceptos teóricos tales como el «correalismo y la «continuidad» (que nosotros llamaremos continuum) concernientes a la relación entre espacio, gente, objetos y conceptos en un vehemente intento de disolver lo visual, lo real, la imagen y el ambiente en un espacio de libre flujo. «La pared, el suelo, el techo, ya no son planos segregados, fluyen unos en otros»2. Las teoría de la endless house de Kiesler sólo llegarían a hacerse realidad en manos de Mayer H. Este mismo dedica una de sus instalaciones a la memoria del maestro. In heat / hauswarming (2005), exhibida en Nueva York y Berlín, supone un homenaje a la exposición Blood Flames de Friedrich Kiesler de 1947. Utilizando pinturas termosensibles, Jürgen Mayer H. crea imágenes interactivas cuyo color puede cambiar al ser tocado. El alemán declara su vínculo con Kiesler y «su radical nuevo concepto que propone mezclar el arte, la arquitectura y al espectador en una continuación de muros y suelos pintados que albergan e interconectan la obra de arte. En Heat se desarrolla esta confusión de arte, espectador y espacio incluso en un nivel más radical al introducir el recubrimiento termosensible como pinturas interactivas donde el espectador, creando una sombra de temperatura a través del tacto, se disuelve en el diseño total de la exposición»3.
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J. MAYER H., In Heat / Hausewarming, 2005.
El continuum de Mayer H. supone un modo de borrar la arquitectura (suelo, paredes y techo) e introducirnos en un espacio sin referencias, ilimitado y cíclico, tan cercano al concepto de cueva primitiva como al del espacio virtual y tecnológico. El espectador forma parte de la obra dejando su impronta efímera, en el juego de suaves apariciones y evanescentes huellas, desvelamiento y ocultamiento sensual. Cabe destacar que lo que aquí se hace es una construcción del espacio arquitectónico sirviéndose de un medio propio a otra disciplina, pues se construye con el color, sin fabricar físicamente ningún volumen fundamental. Se trata de dominar el espacio, de crear un continuum supergráfico, por medio de la vieja pintura, buscando una experiencia al más puro estilo relacional. De hecho, resultaría pertinente comparar las obras de Mayer H. con las propuestas de algunos artistas en la esfera de la estética relacional, como Tobias Rehberger. El aspecto de la cafetería de la Bienal de Venecia del 2009, por la que Rehberger fue premiado con el León de Oro, responde a este continuum supergráfico de modo similar.
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TOBIAS REHBERGER, Cafetería, Venecia, 2009.
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J. MAYER H.,Housewarming MyHome, Vitra Design Museum, 2005.
La práctica creativa, para Jürgen Mayer H., pasa por la reflexión teórica: «Encuentro una expresión de calidad en el hecho de que la arquitectura posea varios niveles de accesibilidad. Que seduzca por su apariencia, pero que, en un nivel más profundo, haya algo también que sea «material de discusión», en otras palabras, materia teórica, debate intelectual»4. El artista está proponiendo con sus espacios habitables un texto que hay que interpretar. La metáfora que postula la antropología simbólica de Clifford Geertz, que considera a las culturas como textos, como bosques de signos que el individuo ha de descifrar y el científico social ha de interpretar, cobra en la instalación de la Berlinische Galerie sentido pleno. Pues hay en la obra de Mayer H. una inversión semiótica. Con la transformación de los códigos secretos en un ambiente tridimensional infinito, el berlinés hace emerger lo que es puro signo para solidificarlo, para convertirlo en física realidad. En Rapport, además de este fabuloso vestíbulo de mullida piel tatuada con esa severa pero sinuosa red digital de números, el arquitecto expone volúmenes de madera lacada que toman como planta esos mismos signos; una peana en la que se muestran esculturas realizadas con impresora 3D y un banco para que el visitante pueda visionar cómodamente el vídeo de sus proyectos arquitectónicos y los elementos que le sirven de base ornamental, es decir, la mayas gráficas que ocupan el interior de los sobres que envían los banco o las entidades oficiales. Estos contenedores de información pertenecen a la era de las redes, los rizomas y los flujos. Un tiempo que se experimenta como metáfora en el continuum supergráfico.
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J. MAYER H., Rapport. Experimentelle Raumstrukturen, 2011.
La arquitectura es en la ciudad, se hizo la una para la otra. Los edificios de Mayer H. irrumpen en la ciudad como elementos estéticos de onduladas formas, tan orgánicas como informáticas. En stadt.haus, el edificio del Ayuntamiento de Ostfildern (Stuttgart), que le supuso a J. Mayer H. el premio Mies van der Rohe al arquitecto emergente en 2003, se articulan dispositivos poéticos que toman la información como naturaleza y la ciudad como medio. «Las animaciones de luz y agua son parte integral de la stadt.haus, incluyen una sutil relación entre naturaleza y tecnología. Enmarcando la entrada principal, los visitantes deben caminar a través de una lluvia artificial animada por computador que cae por debajo de la cubierta plana en voladizo. Wind.light es una instalación de luz junto a la stadt.haus. Con cables de fibra de vidrio colgantes, movidos por el viento, se proyecta luz sobre la tierra. Webcams incorporados recogen todos los puntos de luz con un software de vigilancia y envía una imagen en tiempo real de su constelación dinámica que se ve dentro de la stadt.hause y en la website de la ciudad de Ostfildern. La stadt.haus y la plaza construyen un prototipo de nuevo edificio público al ofrecer la simultaneidad de la vida de la ciudad en el espacio real, el mediado y el virtual»5. La ciudad contemporánea no es sólo cemento, sino esa ciudad informacional definida por Manuel Castells como «espacio de flujos», donde «los usos territoriales pasan a depender de la circulación de capitales, imágenes, informaciones estratégicas y programas tecnológicos»6. Puro flujo, continuum sígnico. Sin embargo, la metáfora del «flujo» no parece distinguir un movimiento de otro. «Hubo un flujo de cuatrocientos cincuenta billones de dólares desde los países pobres hacia los ricos»7. Si observaos la dimensión política del asunto, el uso de las palabras requiere ser deconstruido para arrojar algo de luz sobre sus implicaciones ideológicas. Mary Louise Pratt hace una crítica implacable del «flujo» como mito postmoderno; en el sentido en que Barthes entiende la función del mito contemporáneo, es decir, la de transformar en «natural» (y por lo tanto en «neutro») lo que es social, cultural, ideológico e histórico: «El «flujo» ejemplifica el lenguaje oficial, legitimador, de la globalización. No es un término neutro, sino un término con valor positivo que se usa desconectado de cualquier dimensión ética»8. Un lenguaje sin fondo que permite que «cualquier interacción pueda ser descrita como «intercambio» sin tener en cuenta cuán asimétrica, desigual o forzada pueda ser»9.
Las palabras dominan y los códigos ocultan. Recientemente hemos podido ver en la galería madrileña Helga de Alvear la última instalación de Santiago Sierra, CMX-04, donde el artista trabaja también con un código secreto, concretamente una clave militar (CMX-04) empleada por la OTAN para ocultar los ejercicios antiterroristas que se efectuaron como pantalla del 11-S, el 11-M y las bombas de Kings Cross. Clave repetida sin mesura en bloques A4 estandarizados sobre los muros de la galería, mientras máquinas fotocopiadoras escupen sin descanso en el centro de la sala folios con este críptico mensaje: «CMX-04». Una pauta, una orden, un patrón oscuro y sangriento que cubre con el velo de los medios las políticas feroces de los mercados.
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SANTIAGO SIERRA, CMX-04, 2011.
«Los patrones son interesantes para mi como «ornamentación estratégica»»10, declara Mayer H. Pero estos patrones, estos códigos secretos, esconden relaciones de poder.
Nos preguntamos entonces hasta dónde alcanza la visión crítica de Mayer H. Una cuestión que se presta al debate. Obteniendo provecho de las tecnologías de la era de los flujos, y gracias a la amabilidad de los implicados, quisimos saber la opinión de tres arquitectos que teníamos a mano en el chat del Facebook y les lanzamos esta pregunta doble:
>>¿Crees que el uso de patrones de datos de seguridad que J. Mayer H. utiliza como base de muchos de sus trabajos responde a un interés por hablar de la sociedad de la información y sus códigos ocultos desde, digamos, una postura política o simplemente le sirven como recurso formal? ¿Es posible una arquitectura que signifique (políticamente)?
El teórico y arquitecto, Juan Ramírez Guedes, Profesor Titular de la Escuela de Arquitectura de Las Palmas y autor del blog LP_AEC (Laboratorio de Proyectos Arquitectura y Espacio Contemporáneo) nos contesta de forma concisa y clara:
>>En el caso de Mayer H., conociendo parte de su obra, en principio creo que se dan ambas situaciones. Me parece que hay un intento de significación crítica, pero también creo que sobre todo hay la construcción de una praxis artística, lo cual, en realidad no invalida lo anterior sino todo lo contrario.
Iván Ballesteros Simon, del laboratorio interdisciplinar Antifabric, que ha tenido contacto directo con Jürgen Mayer H. y trabaja también en la interrelación entre arte y arquitectura, se adentra en el debate de la inevitable subsunción del arte crítico al sistema de mercado.
>>Yo no diría que es algo puramente estético, seguro que hay otra lógica detrás, ahora si es política o no, ya se me escapa en este caso concreto… pero hay una cita, creo que es de Lebbeus Woods, un tío muy interesante sin obra construida, al menos que yo conozca, que decía algo así como que «toda arquitectura es un acto político». La cuestión es si es un acto político en pro o en contra del sistema hegemónico. Y aquí es donde la cosa se vuelve fangosa; como en el arte político, en mi modesta opinión. Es decir, si una foto de la Bolsa de Frankfurt de A. Gursky es critica con el sistema o solo lo refleja, es una cuestión más del espectador que de la obra en sí misma. Si te lees varios catálogos de su obra, posiblemente llegues a saber si es en pro o en contra del sistema. Pero, ¿qué ocurre si luego el sistema va y compra la obra? ¿no es una prostitución de la critica al mismo, en si misma? No sé… por ponerlo mas claro, si viene la colección Santander y os compra toda la serie de banqueros como políticos, pidiendo el voto11, ¿qué ocurre con la critica que claramente están ustedes haciendo al sistema? No podemos evitar ser parte de nuestro tiempo y de nuestras contradicciones.
>Respeto mucho el trabajo de Jürgen, aunque en cierto sentido es muy formalista… pero creo concretamente que en sus instalaciones suele poner una carga más conceptual, bien sea sobre el cuerpo y sus huellas (¿política del cuerpo?), o sobre mensajes cifrados en una especie de morse convertido en lluvia controlada por ordenador, como en la stadt.haus de Stuttgart.
El colectivo de arquitectura activista Todo por la Praxis, nos responde desde Madrid:
>>En los 90 apareció toda una corriente que planteaba la parametrización de flujos que cristalizan en edificios. Esta tendencia, que permitía romper con el capricho arquitectónico, se presentaba como una tendencia científica que permitía articular una serie de decisiones proyectuales a través de algoritmos, frente a la tendencia tradicional que se entendía como más caprichosa. Aunque ésta entró en crisis al resultar todavía más caprichosa que la tradicional, ya que se cuestionaban los parámetros utilizados para plantear la ecuación, por aleatorios y subjetivos. Además, se ha argumentado que tratar sólo estos datos en la formalización genera múltiples problemas, ya que esta información sólo resuelve parcialmente la complejidad de un edificio.
>Por lo que, frente a las preguntas que planteas, creo que el recurso utilizado por Mayer H. es un recurso formal. El intento de cristalizar estos datos y flujos es un intento que se queda en lo conceptual sin ir mas allá. ¿Y es posible que la arquitectura signifique políticamente? Por supuesto que es posible. Ya se han dado innumerables propuestas de vivienda colectiva, casas comunales donde la organización espacial y el programa arquitectónico se significan. También hay otros parámetros como el proceso de construcción (Autoconstrucción) o los procesos de gestión, tanto de la construcción (Cooperativas) como de la organización de funcionamiento 8Autogestión), que demuestran y constatan este hecho.
Como quiera que sea, quizá no haya lugar para la pregunta sobre el posicionamiento político en la obra de Mayer H., pues tampoco ha de exigírsele al artista un compromiso político que se haga explícito en la lectura de su obra (si esto sucede siempre ha de darse sobre la base de una opción personal, que el creador ha de tomar según su criterio e intereses). No sabemos si, como insinúa Guedes, la praxis artística conlleva siempre la puesta en marcha de un razonamiento crítico, ya sea éste formal, conceptual o político. Lo que sí estamos en disposición de afirmar es que en estos tres ámbitos, el formal, el conceptual y el político, la obra de Mayer H. suscita lecturas de importancia contemporánea. Si hemos de juzgar los proyectos de este creador según sus cualidades artísticas, no podemos por menos que reconocer en ellos un afinado carácter experimental, tanto formal como conceptualmente. Espacios gráficos superorgánicos, metáforas de la red, de una sociedad dominada por la inflación del diseño12.
La elección que hace Mayer H. de un determinado material gráfico de base (los patrones de seguridad de datos que inspiran su «ornamentación estratégica»), provoca que la experiencia de Rapport sea significante. No de una forma directa, sino poética, pues el espectador ha de esforzarse en interpretar el críptico y mullido supergráfico en el que se ve envuelto. Una vez descubierta la procedencia de esa extraña grafía, desciframiento que, como en el caso de «CMX-04», sólo puede suceder a través del paratexto de la obra (la rumorología y las hojas de sala), las reflexiones de aquél que experimenta esta monumental obra de arte le trasladan a un mundo ignoto y oscuro: la fría burocracia informacional. Se abren entonces las puertas a la reflexión social: el individuo como identidad traducida a valor de información, al valor con el que se comercia en el mercado de las bases de datos. Mercancía informacional en flujo continuo. Los continuum supergráficos de Mayer H. son ambientes funcionales: sirven para reflexionar, señalan caminos de pensamiento a través de la experiencia estética.
Como bien apunta Ballesteros, toda arquitectura parecería estar abocada a lo político o al menos tendrá una relación con el poder, algo que por otro lado también le sucede al arte. Sin duda, ante la situación social que los poderes manejan, urge el ejercicio de una estética horizontal, cooperativa y autogestionada, como la que comentan (y practican) Todo Por la Praxis. Un arte y una arquitectura que resuelvan problemas sociales por medio de la recuperación de recursos y la colaboración ciudadana. Un trabajo que vaya más allá de la referencia (de la representación formal y la experiencia del significado que remite a la sociedad de los flujos de información) para cuestionar con la misma práctica los modos de producción capitalistas y construir alternativas.
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TODO POR LA PRAXIS, Agro Tanker y Media Tanker, 2011.

Quizá las obras de Jürgen Mayer H. se encuadren dentro de la arquitectura espectacular, pero podemos hallar entre ellas propuestas que muestran un alto compromiso medioambiental. En Level Green el continuum vuelve a articulase formalmente a partir de un signo: el logotipo universal del reciclaje; del que se deriva digitalmente una estructura supergráfica en red que organiza visual y funcionalmente el entorno. Un flujo que pasa de suelos a paredes y techos por medio de la aplicación de pintura ecológica al agua y volúmenes fabricados en DM, que integran pantallas y bancos de formas orgánicas13. Level Green es un espacio mediado en el que el visitante puede experimentar, a través de diferentes niveles sensuales, la adquisición de conocimiento sobre el cambio climático y los recursos energéticos.
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J. MAYER H., Level Green. The Concept of Sustainability, 2009.

Si la función de las instalaciones es significar, Mayer H. consigue que también sus edificios signifiquen, al hacerlos aparecer en el entramado urbano como metáforas de la era de los flujos. Se ve sujeta entonces su obra a la función de la arquitectura como símbolo, como emblema publicitario de la ciudad; volumen público que obedece a la estrategia de los poderes municipales para diferenciarse en un mercado turístico de ciudades-marca. Nos gustaría concluir señalando un proyecto que el arquitecto ha realizado en España y que responde a esta situación en un doble sentido. El Meropol Parasol domina la Plaza de la Encarnación de Sevilla y fue creado para dotar de un nuevo icono turístico a la ciudad bajo el cual se prevén, en palabras del propio Mayer H., actividades como «la contemplación, el ocio o el comercio»14. Pero si algo tiene la arquitectura es su carácter de contenedor, de vidas y acontecimientos. Así, los días que siguieron al 15 de mayo de 2011 en Sevilla, estas «Setas de la Encarnación» (sobrenombre, entre campechano y surrealista, con el que los sevillanos llaman al parasol) fueron ocupadas por la ciudadanía indignada y adoptadas como espacio-símbolo de su lucha. Convirtiendo esta representación de las redes y los flujos en escenario de la práctica democrática ciudadana. Devolviendo, por fin, la arquitectura a la práctica de la polis.
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J. MAYER H., Metropol Parasol, Sevilla.
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Asamblea del 15M bajo el Metropol Parasol de J. MAYER H., Plaza de la encarnación, Sevilla, 2011.
NOTAS
1. EL LISSITZKY: http://russianconstructivists.blogspot.com/2011/03/el-lissitzkys-proun-room.html
2. F. KIESLER: Inside the Endless House: Art, People and Architecture, New York 1966, p. 154.
3. (cfr.) J. CORY: «Realising the Endless: The work of Jürgen Mayer H. and the legacy of Frederick Kiesler», www.surrealismcentre.ac.uk/papersofsurrealism/journal5/acrobat%20files/articles/Corypdf.pdf
4. J. MAYER H.: Entrevistado en Bau Netz por Katrin Voermanek http://www.baunetz.de/talk/crystal/pdf/en/talk10.pdf, p. 7.
5. J. MAYER. H: http://www.jmayerh.de/home.htm.
6. M. CASTELLS: La ciudad informacional, Alianaza, Madrid, 1995.
7. M. L. PRATT: «¿Por qué la Virgen de Zapopan fue a Los Ángeles?» en Textos de Antropología Contemporánea, F. CRUCES Y B. P. GALÁN (comp.), UNED, Madrid, 2010, p. 186.
8. Ibid., p. 188.
9. Ibid., p. 188.
10. J. MAYER H.: Entrevistado en Bau Netz por Katrin Voermanek http://www.baunetz.de/talk/crystal/pdf/en/talk10.pdf, p. 9.
11. Ivan Balelsteros se refiere a los carteles que realizamos con el colectivo CERREC 15M. (http://www.facebook.com/media/set/?set=oa.151505401605102&type=1) Una obra creada en asamblea digital, expuesta primero en la exposición comisariada por Héctor Barrios «Contrahegemonías», que tuvo lugar en la Sala Trapecio de Madrid, y que más tarde, coincidiendo con las elecciones generales y siguiendo el espíritu de estética horizontal con la que se creó (que aboga por la participación y libre utilización de las imágenes), se propagó a muchas otras ciudades del Estado. A partir de ésta campaña de carteles de CERREC, otros ciudadanos crearon piezas de acción y vídeo como «Cajero electoral». (http://cajeroelectoral.wordpress.com). Si bien es cierto que las obras de arte político que se exponen en galerías comerciales, como algunas de nuestras obras o el «CMX-04» de Sierra por ejemplo, siempre estarán sujetas a la contradicción que implica estar dentro del sistema de mercado, la obra horizontal de CERREC escapa a ese conflicto pues nunca fue su objetivo, ni lo será, el nutrir colección alguna, privada o estatal.
12. H. FOSTER: Diseño y delito, Akal, Madrid, 2004.
13. Level Green es un diseño de exposición. En su autobiografía, El Lissitzky escribió: «1926 mi obra más importante como artista comienza:.. la creación de exposiciones». (S. LISSITZKY-KUPPERS: El Lissitzky, life, letters, texts, Thames and Hudson, 1980.) Las instalaciones y el diseño de exposiciones tienen genes compartidos.
14. J. MAYER. H: http://www.jmayerh.de/home.htm.

14 responses to “PATRONES OCULTOS // J. Mayer H. en la Berlinische Galerie

  1. Pablo, antes de nada, disculparme porque voy a ponerme crítico al máximo con esto. No es nada personal y siento tener que hacerlo con un colaborador de contraindicaciones, pero he de desmarcarme de las cosas que aquí comentas, no me queda otra. Tampoco quiero ser exhaustivo, ya que se mezclan muchas cuestiones y podría ser largo. Sólo apuntar que, en mi opinión, el tipo de arquitecturas que aluden a lo imponente, o que pretenden reflexionar sobre conceptos como la «continuidad», que su campo de acción es la simbolización y que en último término produce estas horrorosas pesadillas formales no puede tener un planteamiento político mínimamente correcto. Claro que, a mí, el único arquitecto que me gusta es el que hace casitas modestas donde la gente puede estar, vivir y reunirse con los amigos, siempre que se esté calladito y no moleste (el arquitecto). Ese es el único ámbito de actuación política que admito en la arquitectura. El resto es autobombo, abuso del público, instrumentalización del erario público y, en los casos de servicio público, prevaricación. Te pido disculpas encarecidamente y espero que no te enfades, ya sabes que otros textos tuyos me han parecido estupendos.

  2. Gracias, Aitor, por tu comentario. Este texto, tanto en su estructura como en su contenido, se dirige al debate. Así que de enfadarnos nada, sabíamos que habría algún tipo de reacción similar. Tampoco va a ser ésta ni la primera, ni la última vez que disentimos 🙂
    En todo caso, creo que en el artículo se señalan esas mismas preocupaciones políticas a las que te refieres. El hecho de que aparezcan en él las obras de Todo por la Praxis supone ya un cuestionamiento de la arquitectura espectacular. Pero sí, formalmente está claro que a ti la estética de Mayer H. no te va y he de reconocer que a nosotros sí. Políticamente, si embargo, creo que estamos más cerca de lo que crees en cuanto a la función social de la arquitectura. La cuestión es si es posible aunar eficazmente forma, concepto y compromiso político en una construcción estética-social.
    Un abrazo.

  3. Desde Sevilla decir que aunque desde la teoría estoy de acuerdo con Aitor, lo cierto es que esa plaza ha funcionado muy bien con el 15M Y de hecho es el símbolo de la Asamblea Local de la Ciudad.
    También es verdad que la plaza ha costado un ojo de la cara (mucho más de lo presupuestado) y que es una arquitectura espectacular.
    El resultado cuanto menos no se puede tomar a la ligera.

  4. Realizando un gran esfuerzo por no referirme al contenido de tan adjetivado artículo, me gustaría dirigir un apunte, sardónico y bienintencionado, a lo que en el comentario anterior apuntan desde Sevilla.
    Estimado Carlos, me alegra enormemente que el 15M sevillano posea ya un símbolo propio.
    Conseguido este paso inicial y para alcanzar una total coagulación del movimiento, solo se necesitan tres cosas más: un logotipo, un tesorero y un mártir.
    Conviene intentar que estas tres necesidades las cubra un único individuo.

  5. Pero en algún lugar se tenía que reunir la gente, y la nueva plaza al menos no es casposa y no hay ninguna escultura de folklórica, artista barroco o personaje histórico… El parasol está bien, porque en Sevilla hay mucho Sol. El artilugio aunque enormemente caro al menos es útil. Si te quieres quedar con lo del símbolo pues muy bien, pero en los meses de calor hemos estado más o menos fresquitos ahí debajo.

  6. A lo mejor tu prefieres estar en el Corte Inglés, bajo el parasol se dormía bien los meses de mayo, junio, etc. y además no se necesitaban tiendas de campaña.
    El parasol es una obra espectacular y punto. Qué luego la gente le ha dado un uso, ¡qué más da! va a joder la gente un buen argumento. En fin, si la teoría dice algo ¡peor para los hechos si van por otro lado!

  7. Se hace un gran esfuerzo porque parezca que hay algún contenido artistico, intelectual y/o político en esta exposición y en general en todas las operaciones de la arquitectura. Creemos que es para intentar ocultar en lo posible el compromiso que la arquitectura tiene con el poder, con el ornamento y la sociedad del espectaculo. Nada artístico y, por tanto, nada político.

  8. Estando de acuerdo con la mayor parte de los argumentos de Antonius, disiento con su afirmación de que no haya nada de político en la arquitectura que el texto de Psjm defiende con sublime pacatería y no poca tumefacción.
    Yo si localizo un claro mensaje político de afinidad y subordinación al status quo en la ideológica decoración de lo totalitario que el texto ensalza.
    Por contemplar también las cualidades cómicas de la entrada original, señalar que la nota a pié de página Nº 11 bien merece una mención aparte:
    Excusatio non petita, accusatio manifesta.

  9. Buenas! Felicidades por el artículo. Creo que está basante bien resumido y documentado. Quizás os resulte de interés saber que Tobias Rehberger y J.Mayer.H. han colaborado recientemente en el stand «Code_n» de la Feria tecnológica ´CeBIT 2012´ celebrada el pasado mes de marzo en la ciudad alemana de Hannover. Esta intervención no ha tenido mucha prensa, pero es otro ejemplo más del tema del continuum espacial, la fusión de planos y la fluidez de los espacios.
    Saludos!

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