Proyecto de Santiago Sierra en la sinagoga de Puhlheim-Stommeln

La obra titulada «245 metros cúbicos» consiste en transformar la sinagoga en una cámara de gas.
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Mediante unos tubos se hace llegar a la sinagoga las emisiones de seis motores.
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Los visitantes entran a la sala protegidos con una máscara antigas.
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Las reacciones no se han hecho esperar:
El escritor judío Ralph Giordano ha hablado de infamia.
Uwe Neumaerker, portavoz de la asociación del Monumento a los Judíos Asesinados en Europa lo considera de mal gusto.
El consejo Central de los Judíos Alemanes: «una ofensa».
Charlotte Knopbloch, presidenta de la comunidad de culto judío en Munich: «una provocación».
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El proyecto se inauguró el pasado domingo, dia 12.

63 responses to “Proyecto de Santiago Sierra en la sinagoga de Puhlheim-Stommeln

  1. Solo decir una cosita, posiblemente, como indica fer, esto no sea sino:
    «NADA MAS que lo que hemos visto»
    A lo que añadiría: NADA MAS ni NADA MENOS.
    Sin necesidad de elaboradas retoricas para iniciados, esto nos muestra a las claras lo que fue el Holocausto: «Si estás ahí dentro sin máscara de gas te mueres»
    Por la vía rápida, inapelable. ¿Aún necesitais interpretaciones y declaraciones?

  2. La obra es eficaz, genera respuestas e interpretaciones por parte del público y los especialistas, estéticamente se inscribe en las formas contemporáneas, actualiza y enriquece los géneros del arte sacro, histórico y el político, provoca la reinterpretación actualizada de los conceptos filosóficos fundacionales de la práctica artística, demuestra inteligencia, oportunidad y concreción intelectual. Además logra gestionar la realización de una acción social. ¿puede alguien realmente reclamarle al señor Sierra falta de inteligencia, conocimiento del campo mediático, social, académico o histórico del Arte? ¿No es acaso una obra de arte «universal» que escapa a los limites locales de lo español?

  3. Lamentable el artículo de Fernando R. de la Flor, en ABCD que podría haber servido igualmente para vender una lavadora o para insultar al padre de Freud. Pero mucho más lamentable es el de Fernando Castro -en otro tiempo atento lector de la obra de Sierra- que salvo describir un poco mejor la obra, (algo de utilidad para quienes no hemos podido viajar a su apertura y cierre) está también lejos de servir para hacer una reflexión en profundidad, acerca del problema de la ocultación (puede que por efecto de su naturalización), del funcionamiento de los mecanismos del poder. Sorprendente ésta elisión en el análisis, que sospechosamente tiende a desviar hacia la Historia del Arte o la Historia de la psicología, lo que perfectamente podría analizarse en función de los regímenes escópicos que nos propios y de las notorias ausencias en nuestra percepción de la realidad cotidiana.
    j.v.

  4. averadiante, podrías explicar un poquito qué entiendes por «lograr gestionar una acción social»? Por favor, con palabras que podamos entender los que queremos entender pero no hemos ido a la universidad..
    gracias.

  5. Provocación, infamia, ofensa, mal gusto… qué bellas palabras.
    salud>>>mProvocación, infamia, ofensa, mal gusto… qué bellas palabras.
    salud>>>m

  6. A mi me gusta bastante el trabajo de Sierra, aunque esta pieza me parece flojita.
    Lo del pabellón de Venecia fué insuperable.

  7. Leido en Brumaria.net
    Las imágenes (im)posibles del Holocausto
    Carlos Jiménez
    La guerra de las imágenes en la que nos involucramos cada vez más, no tiene trazas de remitir o siquiera disminuir. Todavía sin acallarse del todo la querella sangrienta desencadenada por la publicación en Dinamarca de las caricaturas del Mahoma nos llega ahora otro episodio ciertamente conflictivo y revelador, aunque por fortuna totalmente incruento. Me refiero a la polémica suscitada en Alemania por la obra realizada por Santiago Sierra en la antigua sinagoga Stommeln de Pulheim, cerrada temporalmente al público debido a las presiones ejercidas sobre el alcalde de esa pequeña ciudad por destacados líderes de la comunidad judía de dicho país, indignados por lo que consideran una grave ofensa a las víctimas del Holocausto.El más destacado de ellos – Stephan J. Kramer, secretario ejecutivo del Consejo central judío de Alemania – declaro primero que la misma «es un insulto a las victimas» y una «baja acción que rebasa los limites de lo aceptable», y se preguntó después»¿ porqué debemos provocar a las víctimas y no a los victimarios?». ¿Pero qué es lo que ha hecho esta vez Sierra que le resulta tan inadmisible a los líderes de la comunidad judía en Alemania? ¿De qué manera esta nueva obra suya profana ‚Äì y nunca mejor dicho ‚Äì la memoria de las víctimas del Holocausto? Digamos para empezar a respondernos que él ha hecho una versión de las cámaras de gas utilizadas por los nazis en sus planes de exterminio, sellando herméticamente la pequeña nave de una sinagoga desafectada a fin de que no escape el gas carbónico liberado por los motores en marcha de seis coches aparcados en las afueras e introducido en el interior a través de una ventana por seis largas mangueras negras. Los visitantes ingresaban de uno en uno, provistos de una máscara antigás y acompañados por un bombero que cuidaba de cada uno de ellos durante el tiempo de su arriesgada estancia en la deletérea atmósfera del recinto. Adentro no había nada, aparte de la nave vacía y un medidor del nivel de CO2 en el aire.
    ¿Qué hay entonces de ofensivo en esta obra? ¿Qué se convierta en cámara de gas – así sea en una cámara en definitiva inocua- la que fuera una sinagoga y conserva aún en su fábrica la estrella de David y algunos otros símbolos del judaísmo? Esa conversión podría hoy mismo resultar ofensivo pero desde luego no traiciona la memoria de las víctimas judías del nazismo, que tuvieron un anticipo del horror que se les venia encima en la Kristallnacht, la Noche de los cristales rotos, desencadena el 9 de noviembre de 1938 a raíz del asesinato del agregado militar de la embajada alemana en Paris, y durante la cual, turbas sobreexcitadas por la prensa y la radio dirigidas por Joseph Goebbels, destruyeron miles de tiendas y comercios judíos y quemaron centenares de sinagogas. En este punto Sierra se ha limitado a una operación de des plazamiento y condensación, fundiendo en una sola imagen la quema de las sinagogas y las cámaras de gas que sucedieron a esa quema.
    Otra posible objeción diría que la reconstrucción, así sea sublimada, de unos terribles episodios históricos bien podría incitar a su repetición. El problema con esta tesises que su aceptación podría llevar a que se prohibiera para siempre la exhibición de películas como El fascismo ordinario de NikitaMijalkov o documentales como Noche
    niebla de Alain Resnais por lo que tienen justamente de reconstrucción de la espantosa experiencia del nazismo. El argumento inhibitorio se podría extender, incluso, a películas como El hundimiento y con más razón aún dada la tremenda eficacia dramática con la que el actor Bruno Glanz resucita en la misma el carisma de Hitler.No. El fascismo es un capitulo demasiado importante de la historia europea como para que podamos darnos el lujo de prescindir definitivamente de su análisis y estudio quienes estamos vitalmente interesados en que no resurja en la actualidad, así sea con otros nombres y otras tácticas.Lo dejo escrito Bertold Brecht después de la guerra y en el libro de visitantes de Auschwitz: «El vientre que parió este horror todavía es fértil».Y por eso no deberíamos bajar nunca la guardia ante el fascismo ni permitir que su prevención quede exclusivamentea cargo de las comunidades judías, so pretexto de que el único rasgo verdaderamente inhumano del mismo fue el plan de exterminio sistemático de ese pueblo. Evidentemente los judíos fueron victimas del fascismo pero también lo fueron los discapacitados alemanes y los gitanos, quienes, además, fueron exterminados en porcentajes iguales o mayores a los que afectaron a los judíos. Y tampoco hay que olvidar que la Segunda Guerra Mundial, desencadenada en Europa por la política expansionista de Hitler se saldó con cerca de 20 millones de civiles europeos muertos.
    El hecho, sin embargo, es que hemos dejado este decisivo asunto en manos de los representantes de las comunidades judías, consintiendo con esta dejación que el complejo y multifacético fenómeno del fascismo se reduzca al Holocausto. Y lo que es mas inquietante aún, que el Holocausto se convierta en una suerte de construcción teológica que desplaza o inhibe la consideración histórica del fenómeno del fascismo.
    El Holocausto sacraliza a las víctimas judías del fascismo y sacraliza a quienes se consideran sus herederos indiscutibles, situando las acciones de estos últimos a salvo de cualquier análisis racional de las mismas, hasta el punto que consideramos perfectamente normal que el alcalde de Pulheim ceda a las presiones del Consejo judío de Alemania y decrete la clausura hasta nueva orden de la instalaciónde Sierra. Todos tendemos a pensar que es ante ese Consejo – y no ante los tribunales, por ejemplo – donde Sierra tiene que responder por los cargos de ofensa o injuria atribuidos a sus acciones.
    Pero el caso de la instalación de Sierra admite una consideración adicional que remite directamente al problema de las imágenes bajo la forma de la pregunta sobre la posibilidad, más aún la legitimidad, de representar con imágenes al Holocausto. Esa pregunta adquirió una singular importancia en Francia, en la década de los 80 del siglo pasado, a raíz de la polémica desatada en los medios intelectuales de ese país por la tesis esgrimida por Claude Lanzman, a propósito de su película Shoah, según la cual el Holocausto fue una episodio histórico tan excepcional, una manifestacióntan absoluta del Mal, que no admitía ningún tipo de imagen representativa del mismo. De hecho Shoah, que tiene una duración de mas de 9 horas, no contiene ni una sola imagen documental ni de los guetos ni de los campos de exterminio n azis y confía toda su eficacia a la reconstrucción oral de los perpetradores, los testigos y los supervivientes de esos campos. Jean Luc Godard intervino en la polémica con el argumento francamente delirante de que hacer una película sobre el Holocausto equivalía a hacer una película que incluyera a todas las imágenes acuñadas por Occidente, porque el Holocausto no era más que la consecuencia de toda la historia de Occidente. Y George Didier- Huberman también lo hizo escribiendo todo un libro dedicado a la refutación de Lanzman, titulado Images malgre tout y compuesto en torno de la defensa de la tesis de que un puñado de precarias fotografías tomadas por unos prisioneros en Auschwitz y sacadas clandestinamente del campo con la colaboración de la resistencia polaca, eran una representación adecuada y legitima del Holocausto. Pero aún así, aún dando por buenos los argumentos de Didier- Huberman, merece la pena detenerse en la decisión de Lanzman de prescindir en su película de las imágenes que documentan efectivamente los planes de exterminio nazi y de las cuales hicieron un uso extenso Mijalkov y Resnais, por lo que tiene de introducción en el campo del cine contemporáneo de la antigua prohibición mosaica de acuñar imágenes de un dios único y sin nombre que se designa a sí mismo bajo la fórmula de ¬® Yo soy el que soy ¬®.Pero no lo olvidemos: no estamos hablando en realidad de Yahve o de Jehová sino de la decisión de Lanzman de negarle pertinencia y legitimidad a las imágenes históricas del exterminio judio, una decisión que por lo que tiene de resonante con el veto mosaico a las imágenes del dios único tiende a sacralizar esa historia, convirtiéndola en el relato de un acontecimiento igualmente único, irrepetible e incomparable situado fuera del alcance de los conflictos y las vicisitudes históricas. Y que se sobrepone a ellos, iluminando su sentido último.
    A mi me parece que en el veto puesto a la pieza de Sierra en Pulheim ha obrado, consciente o inconscientemente, esa formade sacralización del Holocausto que consiste en negar que de él pueda haber una imagen.

  8. ssss apoyo lo ke dice el colega… eso de llenarlo de Thc y dejar a un lado las antigases es una buena propuesta! haber si la aplikan.. si no.. tendre ke ingeniarmelas para hacer de mi habitacion algo parecido a dicho proyecto!
    Bummmm…!!!!!!! voland volando…

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