¿Qué pasa en Tabacalera?

Durante el pasado mes de Junio se produjeron en el C.S.A La Tabacalera una serie de asambleas convulsas, una de las cuales terminó con la intervención de la policía.
Tras otra de estas asambleas, y a raiz de ciertos desencuentros que se presentan dificilmente recociliables, el colectivo Templo Afro decidió ocupar la cafetería del centro social y asumir su gestión.
Si bien varios carteles instalados en dicho espacio insisten en que no se trata de un Bar sino de un punto de información y encuentro, a nadie escapa que esta dotación constituye la forma de financiación más obvia y estable del centro social y de algunos colectivos que operan desde el mismo.
Esta situación de ruptura parece ser un claro indicador del momento de crisis que La Tabacalera atraviesa.

¿Qué pasa en Tabacalera?
Las explicaciones de los colectivos implicados gravitan entre dos focos: por un lado se menciona la falta de transparencia en la gestión y distribución de los ingresos generados en el centro, y por otro, la existencia de un enquistado conflicto racial que se ha agravado paulatinamente.
Sobre este componente de racismo administrativo estructura su análisis Yast Solo, integrante del colectivo Templo Afro, que no duda en afrontar con elocuencia algunas de las contradicciones que acompañan a La Tabacalera desde su apertura al público en el año 2010.


Si tu navegador no reconoce los códigos de tiempo de Youtube, lo más interesante comienza en el minuto 3 y medio.


A pesar de que el conflicto parece haberse originado en los momentos iniciales de La Tabacalera, no resulta sencillo localizar en el dominio público y desde el otro lado del argumento, documentos como el que Yast presenta en el anterior vídeo.
A la espera de que algún comentarista pudiese compartir aquellos datos (si los hubiera) que no he sabido encontrar, aporto otro vídeo en el que Jordi Claramonte, cabeza visible de Sabotaje contra el capital pasándoselo pipa (la asociación que firmó con el desaparecido Ministerio de Cultura el contrato de cesión temporal del edificio público), ofrece de forma genérica su visión sobre el proyecto La Tabacalera.


Si tu navegador no reconoce los códigos de tiempo de Youtube, la intervención de Claramonte comienza en el minuto 50.

No deja de ser curioso que la eclosión de este conflicto parezca llegar a la par que las desbocadas declaraciones de Cristina Cifuentes.
¿Qué pasa en Tabacalera?

7 responses to “¿Qué pasa en Tabacalera?

  1. Más allá de los posibles conflictos personales o alegadamente raciales, me parece muy interesante que se cuestionen los cimientos sobre los que asienta el proyecto de la Tabacalera.
    A mi modo de ver, Tabacalera CSA es un proyecto comisariado en el que se desarrolla un simulacro de espacio autogestionado.
    La asamblea jamás será soberana mientras dependa de la asociación que firmó el contrato de cesión del espacio con el ministerio, por cierto, sin siquiera haber pasado por un concurso publico.
    En este contexto, no se puede hablar de horizontalidad ni de verdadera autogestión.
    Parece ser que la forma como se ha gestionado la cafetería, importante medio para la autofinanciación que el centro ofrece, solo añade más dudas relativas a la pretendida situación de igualdad de los distintos colectivos.
    Creo como mínimo urgente que Tabacalera CSA sea capaz de dar una respuesta clara a las distintas voces que desde hace tiempo reclaman transparencia.

  2. Viva el esencialismo.
    Lo que somos y lo que no somos, lo siento pero no soporto esa mierda.
    Estoy hasta la polla de que la gente me cuente lo que es, coño vamos a deshacernos de una puta vez ya.

  3. osea que entonces por ejemplo Yast Solo ES negro ¿no? Y yo entonces por el discurso que elabora por ejemplo SOY blanco?
    Seré blanco para él, para un finlandés seré una especie de moro con ropa de marca.
    Es que este rollo esencialista es acojonante, la gente no «ES», la gente «SE HACE PASAR POR».
    Si el tío dijese, mira es que vosotros os haceis pasar por blancos y yo me quiero hacer pasar por negro, nos entenderíamos todos y no habría malos rollos. Pero el puto verbo ser está muy cargado, cuando alguien habla con tanta rotundidad de lo que es y lo que no es y lo que son y no son los demás yo solo oigo TOTALITARISMO

  4. Creo importante recordar que en Madrid, y especialmente en Lavapiés, el hecho de no ser blanco (sin importar si te defines como tal) tiene unas consecuencias muy concretas:
    http://www.diagonalperiodico.net/Vecinos-de-Lavapies-paran-una.html
    Ojalá viviésemos en la ausencia del racismo, del machismo o del clasismo pero como están aquí, a veces uno tiene que afirmarse negro, mujer u obrero, para luchar contra la discriminación.
    En este sentido, puedo entender el uso del argumento del racismo por parte del colectivo Templo Afro, que entre otras cosas se dedica a denunciar redadas racistas en el barrio y el encierro de inmigrantes en los CIEs, aunque en este caso especifico, quizás refleje una cierta suspicacia a la hora de explicar el trato desigual que reciben algunos colectivos dentro de Tabacalera.

  5. ¡que pena¡¡ Con las ganas que tiene el PP de cargarse Tabacalera,(deben estar frotandose las manos) un proyecto tan estupendo y que ha costado tanto esfuerzo por parte de unos pocos ,y la revientan desde dentro,yendo solamente a lo suyo una serie de personas, yast por ejemplo,simplificando y tildando la diferencia de criterios de «racismo» . Por lo que yo conozco ese argumento es falso, y mezcla churras con merinas.

  6. El punto de partida de templo Afro, es puramente racista, y su racismo ha creado multitud de desencuentros con varios (casi todos) colectivos de tabacalera

  7. From: el Ojo cojo
    Date: 2012/8/2
    Subject: [Redlavapies] compañero en el CIES
    To: redlavapies@listas.sindominio.net
    Hace tres noches detuvieron a un compañero en la pùerta del centro Social autogestionado la Tabacalera
    Los guardias y los miembros de la Tabacalera estaban avisados de todas las formas posibles que de que sufría una de las enfermedades mentales mas graves. Que no se le podía servir alcohol y que cuando estuviera mal, llamaran al SAMUR.
    Pero el criterio de colectividad y de cooperación les hizo llamar a la policía. A esa policía a la que no llaman los guardias cuando delante de sus narices en el patio se vende cocaína, heroína y crack.
    Hoy el compañero está en un CIES para ser deportado y a la familia no se a acercado ni un solo compañero, ni siquiera sabiendo que tiene un niño que lo adora.
    Pero cómo nos puede llamar la atención si del bar y de la terraza donde se vende alcohol y comida sin declarar a Hacienda y sin control bromatológico o permiso alguno el dinero en vez de salir para proyectos sociales sale para instalar 5 bares y 2 puestos en el mercado.
    Si sólo está habitada la 1/% parte de La atabacalera y lo demás está tapeado y no se sabe qué hay adentro.
    PEDIMOS POR ESTE MEDIO QUE SE VAYAN QUE SE VAYAN YA!!!! LOS VECINOS ESTAMOS HARTOS DE QUE NOS USEN PARA VIVIR EN ÁTICOS Y COBRAR POR CONFERENCIAS., QUE SE VAYAN DEL BARRIO Y DEJEN EL LOCAL A LOS VECINOS.
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